El constituyente y exmiembro de la Lista del Pueblo (LdP), Rodrigo Rojas Vade, conocido también como "pelao Vade", ayer confesó no estar enfermo de cáncer, pese a que su campaña para llegar a la Convención Constitucional fue basada, precisamente, en el alto costo de las terapias. "Ya no puedo ni quiero sostener esto. La enfermedad que yo tengo no es cáncer", afirmó.

"Quiero decir la verdad, mi verdad, porque ya no puedo ni quiero sostener esto. La enfermedad que yo tengo no es cáncer, es un diagnóstico que no pude reconocer hace ocho años por el estigma que tiene la sociedad sobre el", escribió el representante del distrito 18 en su cuenta de Instagram.

El mensaje fue acompañado por un video en que Rojas cuenta, con emoción, un padecimiento -al cierre de esta edición -indeterminado. El convencional fue uno de los más votados de la LdP, con casi 20.000 sufragios, y renunció a la colectividad este miércoles 1 de septiembre.

Al dejar la colectividad, Rojas no entregó detalles sobre sus motivos, por lo cual se especuló que podría deberse al caso Ancalao y las firmas ante el notario muerto, pero ayer el convencional ahondó en que "cuando tenía 29 años (hoy 37), me notificaron que padecía de una enfermedad discriminada en este país, en ese momento se me cayó el mundo, pensé que mis seres queridos me iban a rechazar".

"me tengo que retirar"

En paralelo a su publicación en redes sociales, La Tercera publicó una entrevista a Rojas donde es contrastado con datos médicos sobre el tratamiento del cáncer en Chile y España. El convencional respondió en forma ambigua hasta que reconoció que "efectivamente, mi enfermedad de base no es cáncer. (...) Siento que me tengo que retirar. No tengo nada más que hacer en la Convención".

En la publicación de Instagram, el constituyente agregó que "sentí mucha vergüenza y dolor por el daño que podría traer la noticia, que en ese tiempo era muy mal vista. Desde mi inmadurez y la vida difícil que he tenido, no fui capaz de afrentar esto con honestidad y decir la verdad de mi diagnóstico. Diciendo que mi enfermedad era cáncer y no la enfermedad que realmente tengo hasta hoy".

"Me arrepiento, porque hoy he traído dolor y daño a gente buena", agregó Rojas, quien se hizo conocido por asistir continuamente a las manifestaciones en Plaza Italia, donde un día le tomaron una foto con un cartel que decía "No lucho contra el cáncer, lucho para pagar la quimio. Salud digna para Chile". La imagen fue compartida miles de veces en Internet.

"Quiero ser honesto, transparente y hacerme cargo de las consecuencias e implicancias de lo que hice cuando tenia 29 años. Y con la misma honestidad quiero decir que todo mi compromiso, mi lucha por un Chile mejor y por las causas de los más necesitados han sido profundamente honestas y parte fundamental de la persona que hoy soy", afirmó Rojas.

"Para que Chile sane (...) es necesario mantener la verdad, tener el coraje para enfrentar las consecuencias de nuestras decisiones, aprender a perdonarnos y construir un país desde la honestidad. Con todo el dolor que me causa esta situación quiero pedirle a todos que nos comprometamos con ser honestos, como lo estoy siendo yo ahora y desde ahí construir los fundamentos para una nueva Constitución", finalizó el convencional que en un video de campaña aparecía en una cama clínica, e iba a las marchas con un catéter pegado al pecho.

Apoyo y rechazo

La secretaria general del partido Comunes, Camila Rojas, expresó su apoyo al convencional en Twitter: "A mí este relato me genera preocupación y ganas de abrazo".

Rodrigo, muchos te admiramos y queremos. Tu video es una muestra de tu humanidad. Desde Valparaíso te abrazamos con cariño", escribió el alcalde Jorge Sharp, mientras que la candidata a senadora por el PS, Paulina Vodanovic, dijo: "Qué decepción la ex Lista del Pueblo. No se puede jugar con la esperanza de Chile".

La convencional Marcela Cubillos, en declaraciones que recogió Emol, agregó que "lo que aquí ha ocurrido es un daño quizás irremediable a la credibilidad de la Convención del cual tendrá que hacerse responsable. Estamos hablando de un vicepresidente de la Convención Constituyente que durante meses construyó su historia, su testimonio, su campaña, su elección disfrazado de una enfermedad que él no tiene, pero que sí sufren muchas familias en Chile a lo largo de todo el país".

Los ministros de las Culturas, Consuelo Valdés, y de Economía, Lucas Palacios, participaron ayer de la celebración del Día Nacional del Circo, en el Centro Cultural Gabriela Mistral de la capital, donde los artistas dieron cuenta de la felicidad que provocó la reapertura de este tipo de espectáculos en fase 3 y 4 del Plan Paso a paso.

"El circo chileno es parte de la cultura y patrimonio nacional. Es una actividad y oficio con más de 200 años de existencia en nuestro país y, en este mes de festividad, queremos potenciarlo a través una cartelera cultural que recoge actividades tanto virtuales como presenciales a nivel nacional, en el marco del retorno gradual a lo presencial al circo en los diferentes territorios del país", dijo Valdés.

"Como Ministerio seguiremos trabajando para seguir desarrollando y consolidando al circo chileno y a sus artistas como parte del sector cultural nacional", agregó la secretaria de Estado.

Hasta 5.000 personas

El Ministerio de Salud estableció que en fase 3, de Preparación, están permitidas las actividades sin interacción entre los asistentes, en lugares abiertos y cerrados todos los días, con un aforo de una persona cada cuatro metros cuadrados.

En espacios cerrados, esta capacidad cambia a máximo 100 personas y 500 personas, si todos los asistentes tienen su Pase de movilidad, junto con que el recinto cumpla con el estándar de ventilación. En lugares abiertos, la capacidad sube a máximo 200 personas, 1.000 si todos los asistentes tienen Pase de movilidad.

En fase 4, de Apertura, las actividades sin interacción están permitidas todos los días, cumpliendo con una persona cada metros cuadrados. En lugares cerrados y con sistema de ventilación, el máximo es 250 personas, 1.000 si todos los asistentes tienen Pase de movilidad. En lugares al aire libre, máximo 500 personas y 5.000 si todas tienen el pase.

En cuanto a los cultos religiosos, el subsecretario de la Segpres, Máximo Pavez, dijo que "estamos muy contentos de poder decirle al país que (...) pueda ir retornando de manera segura a las actividades del culto, tanto en la Iglesia católica, en la Iglesia evangélica y en todos los otros templos que contempla nuestra variada realidad espiritual".