La creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), actualmente en discusión en la Cámara de Diputados, constituye el último pilar de la institucionalidad ambiental y un proyecto clave para la protección del medio ambiente. Se trata de un proyecto transversalmente apoyado por el mundo político, científico, académico y la sociedad civil.
En lo esencial, el SBAP estará dedicado exclusivamente a la conservación de la naturaleza, asumiendo la gestión del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, integrada por todas las áreas protegidas del país (terrestres, marinas, públicas y privadas), actualmente dispersas bajo cinco ministerios distintos.
La importancia del proyecto y el consenso que genera no ha impedido que en redes sociales se levante una campaña en contra de su aprobación, sustentada en una serie de mitos y falsedades que se hace necesario descartar (al menos las más relevantes).
En primer lugar, se ha señalado que el SBAP se ha tramitado "en silencio" y que "privatizará las áreas protegidas (AP)": el proyecto lleva tramitándose más de 10 años, habiendo recibido cerca de 1.600 indicaciones y sometido a una consulta indígena que involucró a más de 2.000 organizaciones representativas de pueblos originarios. Por su parte, el artículo 71 del proyecto señala que la administración de las AP corresponderá en forma indelegable al Servicio, por lo que no existe la opción de privatizarlas.
Asimismo, se señala que el SBAP podrá "concesionar las AP a privados por 30 años": el proyecto de ley regula en detalle las concesiones, cuyos fines sólo podrán ser científicos, educativos o turísticos, las cuales no sólo son plenamente compatibles con las AP, sino que deberán ir en su beneficio. Esta regulación fortalece materias que actualmente no se encuentran abordadas por ley, y que exponen a una situación de mayor vulnerabilidad a las AP del país frente a acciones contrarias a los objetivos de conservación.
Falta el espacio en esta columna para destacar los beneficios que traerá al país el SBAP y desvirtuar los mitos que circulan en redes sociales. Sin embargo, a modo de cierre, cabe resaltar el compromiso del Gobierno del Presidente Piñera con el medio ambiente, el cual reconoce la importancia para el país de contar con un servicio público que administre todas las AP del Estado, terrestres y marinas, que permita la participación efectiva de la sociedad civil y de las comunidades locales e indígenas, bajo un único sistema nacional.
Guillermo Ready
Seremi de Medio Ambiente