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CnI MUERTO
En el mismo cerro, más al norte y a una distancia aproximada de 235 metros a la base del cerro, también fue herido el teniente de Ejército y jefe de la Central Nacional de Informaciones (C.N.I) regional, Julio Briones Rayo, quien vestía de civil y no portaba brazalete identificatorio (como se le había ordenado por instructivo del Intendente), tras recibir un impacto de bala en su brazo derecho con fractura y esquirlas óseas y salida de proyectil a nivel de clavícula derecha, el proyectil causó ruptura pulmonar y óseas múltiples, del 1/3 superior del pulmón derecho, fractura de la primera y segunda costilla, clavícula derecha y escápula 1/3 medio, falleciendo a las 15 horas en el Hospital de Copiapó, según la autopsia.
Con los antecedentes, se pudo establecer que la Unidad de Emergencia del Regimiento Nº 23 de Copiapó, al ingresar al campus universitario se dividió en dos grupos, uno de esos grupos se dirigió al sector donde se ubica el cerro por donde huían Vargas, Marín, Ahumada y Lobos, entre otros, y junto a algunos Carabineros efectuaron los disparos directamente hacia el lugar por donde se desplazaban las víctimas, que les causaron la muerte a Vargas y las lesiones que se han descrito a los restantes afectados.
El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó y La Serena, Vicente Hormazábal Abarzúa, condenó a dos oficiales de Ejército en retiro por su responsabilidad en los delitos consumados de homicidio calificado de Guillermo Cirilo Vargas Gallardo y el homicidio calificado frustrado de Jean Guido Lobos Peralta, Humberto Javier Ahumada Robles y Baltazar Alberto Marín García, estudiantes de la Universidad de Atacama a la época de los hechos.
En el aspecto civil, el ministro condenó a Raggio Daneri y Riveros Rojas solidariamente con el fisco, a pagar una indemnización total de $400.000.000 por concepto de daño moral, a la madre y hermanos de Guillermo Vargas Gallardo; y de $240.000.000 a las víctimas Jean Guido Lobos Peralta, Humberto Javier Ahumada Robles y Baltazar Alberto Marín García.
Un sufrimiento hasta hoy
El día que Guillermo murió la vida de una familia cambió drástricamente, tanto su padre y su madre cayeron en un profundo estado de tristeza, además la familia debió vivir por años con la persecución constante de militares y carabineros. Fresia, hermana de Guillermo señaló que "sufrimos mucho, él tenía 21 años, yo trabajaba en la universidad y ese día nos devolvieron a la casa y nunca me imaginé que era mi hermano que estaba ahí. Mi padre murió hace 10 años sin saber quien mató a su hijo, lo que siempre anhelo, pero no se pudo. En ese tiempo siempre pensaron que nosotros éramos extremistas que andábamos metidos en política, nos vigilaban los militares, un daño muy grande. Mi mamá estuvo 5 años en cama con depresión, con esto tengo tantos sentimientos encontrados, a pensar que ya pasaron casi 40 años se hizo justicia, aunque la pena y el dolor no cambia.
21 años quedaron con heridas de diversa consideración en las protestas en la UDA. En tanto, un CNI murió tras recibir un impacto de bala.