Amelia Carvallo
Este jueves, a las 22:40 horas, TVN estrenará una serie documental que registra los bemoles de la popular carrera de Zalo Reyes. A un año de su deceso en agosto de 2022, la señal estatal entrega una docuserie de cuatro capítulos que lo perfila desde su niñez y adolescencia hasta sus primeros pasos como artista; desde sus inicios en boites capitalinas a su prolongado retiro, alejado de los escenarios, en su Conchalí de siempre.
Extrovertido y canchero, Zalo Reyes fue testigo de primera línea desde su faceta como rostro del mundo del espectáculo chileno. Presente en la memoria colectiva a través de sus canciones y sus desenfadadas apariciones en la formal televisión de los ochenta, el cantante dejó material discográfico inédito y reflexiones sobre su vida que veremos en pantalla.
Paula Ovalle, productora ejecutiva de TVN, cuenta que tras la masiva despedida que se le dio al cantante en su funeral, se dieron cuenta del gran personaje que fue: "Logró entrar a la música de manera muy transversal con mucho esfuerzo, a través de la simpatía, de ser auténtico. Eso se va a poder ver en el material inédito de la productora de Rodrigo Leiva, que desde hace años registra su trayectoria. Y la familia también tenía material nunca visto, nunca publicado, un legado que el país no conoce y que acompañará al inmenso archivo que tiene TVN de él y que muestra lo multifacético que era. Lo veremos animando y haciendo humor en una suerte de stand up comedy de la época: es muy pionero".
-¿Cómo refleja Zalo Reyes a la sociedad chilena?
-Zalo Reyes, además de cantar muy bien, era un personaje que hacía una crítica social a través de los comentarios que hacía en sus shows: hacía humor sin guión y hacía una crítica de las diferencias sociales que se extienden hasta el día de hoy, a la gente le llegaba el mensaje, ese rasgo de su personalidad es muy importante de destacar.
"un gran profesor"
La serie condensa el testimonio de toda su familia y la gente más cercana a él como su esposa, con quien se casó a los 17 años, su único hijo y su nieto. Ellos darán cuenta de los aspectos desconocidos, cómo cambió a través de los años y cómo fueron sus últimos años también.
Su nieto Boris González, que se llama igual que su padre y que su abuelo, cuenta que la emisión de esta serie es muy importante para la familia: "Me llena de emoción porque amo a mi abuelo, compartí mucho con él, fui muy fan de él, pude homenajearlo en vida muchas veces. Fue bien particular él, fue bonito lo terrenal que era".
-¿Cómo era el Zalo abuelo? ¿Tienes algún recuerdo imborrable?
-Para mí fue un gran profesor, lo que se podía aprender con él era increíble y lo pude compartir con otros colegas músicos y son imborrables su sabiduría, las conversaciones potentes. Algunas las podrán ver en la serie, podrán ver videos de cuando yo tenía cuatro años y él enseñándome a tocar piano, eso es imborrable y está en video.
El 9 de noviembre
Como señala la canción "Ramito de violetas", que popularizó en Chile Zalo Reyes, el nueve de noviembre es una fecha especial para su familia. "Este 9 de noviembre van a pasar muchas cosas muy lindas, encabezadas por esta serie hermosa que dará TVN, que está trabajada desde el cariño. Tenemos participación como familia, hay muchos de sus colegas que cuentan parte de su historia. Este 9 de noviembre será el segundo año sin su presencia en este mundo y podrán ver el rollo grande que tenía mi abuelo con su muerte. Estamos preparando un disco póstumo que lo trabajamos juntos, con las canciones que van a aparecer en esta serie y va a haber una exposición en Conchalí", cuenta Boris.
-¿Cómo sigue estando presente tu abuelo en la familia?
-A mí me dejó un legado muy lindo que es la música. Desde hace casi diez años que trabajo produciendo discos y me pasa que él está muy presente a través de eso. Mi tata siempre ensayaba en la casa, siempre estaba presente y lo sigue estando porque su voz resuena en la casa todavía.
-¿Qué te aconsejaba respecto del mundo de la música?
-Tenía una visión muy real de la música. Muchas veces hay toda una serie de mentiras en lo que uno espera del mundo del espectáculo, como que todo es fantástico y mi tata todo lo veía desde un lado muy terrenal, entonces sus consejos eran así, sabios y terrenales. Una de mis últimas felicidades fue contarle que iba a empezar a trabajar afinando pianos y él estaba feliz porque vio que me traspasó algo tangible que es un arte, uno para afinar un piano requiere tener oído y eso fue mérito de él.