Día de la Tierra
La situación sigue siendo compleja y amenaza con generar peligrosos efectos para las próximas generaciones
Ayer, en varios países del mundo, se celebra el Día de la Tierra, instancia que desde hace varias décadas apunta a crear consciencia sobre los problemas que afectan al planeta, entre ellos la contaminación, la sobrepoblación mundial, la conservación de la biodiversidad, el calentamiento global y el efecto invernadero, entre otros.
Pese a que sus antecedentes se remontan a la década del 1940, fue el 22 de abril de 1970 cuando se realizó la primera manifestación sobre el tema, promovida por el senador y activista norteamericano Gaylord Nelson, quien llamó a la creación de una agencia ambiental. A dicha convocatoria se sumaron universidades, escuelas y distintas comunidades que llamaron a generan acciones destinadas a proteger el medio ambiente.
Pese a que han pasado muchos años desde aquella fecha, los problemas medioambientales continúan golpeando fuerte al planeta y pese a los avances tecnológicos, al llamado del mundo científico y a las políticas adoptadas por distintos estados, la situación sigue siendo compleja y amenaza con generar peligrosos efectos para las próximas generaciones.
"La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas. Aún al día de hoy nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema", publica la Organización de las Naciones Unidas respecto al sentido de esta celebración.
La ONU explica, además, que "de la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero solo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte".
Es importante, entonces, adoptar todas las medidas necesarias para que el desarrollo del hombre y de las naciones no se traduzca en un deterioro sostenido de la vida, de modo que nuestros hijos, nietos y las próximas generaciones sigan disfrutando de este, nuestro único hogar. Es responsabilidad de todos.