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Los cambios claves que enfrentará la minería en 2023
Los efectos de la modernización tributaria, el aporte a los territorios que deberán hacer los grandes proyectos mineros y los cambios que se introducirán al royalty minero son los temas que mantendrán ocupado al sector en los próximos meses.
Una vez puesta en marcha la modernización tributaria, una de las industrias que tuvo que sentarse a reflexionar y tirar líneas fue la minera. Las mineras tendrán que hacer un aporte regional, cuando la inversión supere la tasa plana de 1%, cuando la explotación sea mayor a 50 mil toneladas métricas de cobre fino.
Tras un período de transición, este impuesto tendrá ahora un importante papel en el próximo proceso de renta. Pero, junto con este cambio impositivo habrá que tener en consideración la Ley de Modernización Minera que se acaba de promulgar, invitando a quienes se mueven en esta industria a leer con detención la política nacional de minería que plantea las bases de lo que se espera para el país en los próximos años.
La modernización tributaria, básicamente, cambió la forma de determinar el aporte al royalty minero, haciendo un ajuste matemático a la fórmula muy relevante, que se hizo cargo -de alguna manera- de la rentabilidad de los proyectos.
El nuevo gravamen permitirá que se inyecten más de U$ 450 millones a las diversas comunas en que operan empresas mineras, monto que -según las estimaciones del Gobierno- representa un 36% de la recaudación del royalty, elevando en un 17% los recursos propios de gobiernos regionales y municipios.
Sin duda, son buenas noticias para los gobernadores y los alcaldes, pero también nuevos desafíos para la industria, sobre todo, si recordamos que el último catastro de proyectos mineros de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), que estima que para 2031 las iniciativas de inversión del sector totalizarían US$73.655 millones.
Para muchos, la inversión es insuficiente para un país netamente minero como Chile. Por eso, es tan importante jugar en una cancha con reglas claras, de modo que las empresas puedan anticiparse y proyectar sus operaciones en el país.
Claudia Valdés Muñoz, gerente general de Best Business Solutions (BBSC)
Innovar en la educación
Las instituciones educativas han tenido que asumir una acción no sólo instructiva, sino integral, propia de un mundo altamente digitalizado e interconectado, impulsadas por los avances tecnológicos y la pandemia.
La mera instrucción se queda corta e invita al desafío de asumir la responsabilidad de preparar a los futuros ciudadanos en un contexto de incertidumbre y cambio constante.
La transformación digital que han tenido que enfrentar las instituciones educativas golpeó no sólo a lo administrativo, sino también a cada uno de los actores respecto de la forma de enseñar y aprender.
De acuerdo a la Subsecretaría de Educación Superior, el 2022 hubo un alza en la matrícula de primer año de pregrado en los programas A Distancia. Llegó a 37.094 estudiantes (11,6% del total) con un crecimiento de 17,9% respecto al 2021 y de 162,7% en los últimos cinco años. Además, la pandemia favoreció el desarrollo de los diplomados, pero perjudicó los Postítulos. Pasó de aproximadamente 11 mil alumnos el 2014 a 4.374 el año pasado.
Entender que la educación a distancia no se refiere a una clase por Zoom es lo que nos hizo innovar a tiempo a través de la generación de itinerarios flexibles, plantillas instruccionales para los docentes, permitiendo impartir en igualdad de oportunidades el proceso de enseñanza y aprendizaje. También acompañándolo de instructivos metodológicos y de cómo usar la plataforma, además de crear canales de comunicación para dar una pronta respuesta a inquietudes mediante tutoriales tanto para los estudiantes como para los docentes.
Las adaptaciones pedagógicas son fundamentales y los modelos tradicionales de enseñanza deberán trasladarse a entornos de aprendizaje a distancia donde ambos modelos coexistan de forma válida e integradora. Es por eso que, incluso previo a la pandemia, ya estábamos capacitándonos para levantar nuestro campus digital con herramientas útiles y adaptables a cualquier dispositivo tecnológico.
Marisol Hernández, directora de informática Educativa de la Dirección Desarrollo y Postgrados de la Universidad Autónoma de Chile
Que marzo no te enferme
Ya han pasado años desde que el clásico comercial de un banco nos adelantaba la llegada del verdadero inicio del año. "Se viene marzo", decía con humor, Fernando Larraín alertando la aproximación de lo que es para muchos una verdadera pesadilla.
El tercer mes de año no llega solo, pues está asociado a múltiples factores estresantes como el retorno a clases -con todas las compras y gastos que eso implica-, el pago de los permisos de circulación, el fin de las vacaciones y el retorno a la oficina. Una verdadera ola amenazante que puede, fácilmente, desequilibrar nuestra salud mental.
El aterrizaje forzoso genera en muchas personas un estrés post-vacaciones, provocando en un porcentaje importante de trabajadores que se reincorpora a sus tareas síntomas irritabilidad, insomnio, ansiedad, entre otras alteraciones a sus emociones, algo que en alguna medida sufren también los niños.
¿Se puede "iniciar" sanamente el año así? ¿Cuánto pueden rendir las personas en sus distintos espacios si del "descanso" se pasa rápidamente a una serie de emociones que afectan su tranquilidad?
Difícilmente se podría plantear cambiar los innumerables trámites a realizar durante el mes de marzo, que más que quitar tiempo genera una presión económica importante. Pero sí, lo que debemos aprender es a cuidarnos con el objetivo de darle prioridad a nuestra salud mental y evitar, de este modo, entrar en una vorágine que solo nos lleve a enfermarnos. Respetar lo más posible nuestras horas del sueño, generar rutinas que contemplen ejercicio (aunque sea caminar), aprender a disfrutar de un minuto de silencio y concentrarnos en el presente o simplemente darnos permiso para decir "no" ante actividades que muchas veces nos obligamos a realizar, es parte de un autocuidado que solemos ignorar y del cual somos los principales responsables.
Jorge Fuentes, psicólogo y director de Pranavida