Nos motiva ser un actor que aporte al desarrollo regional de Atacama, más allá de nuestra responsabilidad social de asegurar agua de calidad en los hogares de las ciudades que operamos. Es por eso que nos unimos al Compromiso PRO, sello que entrega la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) para reconocer a las empresas que destacan por su compromiso con los trabajadores, vecinos y el medio ambiente. Somos la única compañía de la región que cuenta con este sello, y eso significa un esfuerzo constante por mantener altos estándares de seguridad para nuestros trabajadores, entre otros aspectos que se miden.

Además, hemos fortalecido nuestro relacionamiento con la comunidad y nos vinculamos constantemente con las juntas de vecinos, siendo parte de sus proyectos y nuevas iniciativas. Recientemente, capacitamos a los vecinos en el cuidado de los grifos, para que el cuerpo de bomberos los tenga siempre a su disposición frente a la emergencia de extinguir incendios.

A su vez, a través del Compromiso PRO hacemos hincapié en el cuidado del medio ambiente, lo que genuinamente está representado en nuestro quehacer, que es captar el agua cruda y potabilizarla; luego de ser utilizada en los hogares, debemos recolectarla, tratarla y devolverla de manera sostenible y en norma al entorno. Estamos orgullosos de que nuestra operación sea, en esencia, sostenible.

De hecho, una de las acciones concretas que realizamos es el uso benéfico de biosólidos. Todo el material orgánico presente en el agua servida es tratado, recuperado y estabilizado, según las exigencias normativas. De esta forma, se obtiene un lodo que se puede disponer para la recuperación de suelos agrícolas, debido a su alto contenido de nutrientes. Esto nos ha permitido aportar a las comunidades de Copiapó, Tierra Amarilla, Diego De Almagro, Caldera, Freirina y Vallenar, para que sus residuos no se desechen y tengan una nueva vida útil.

Este 2023 buscamos seguir profundizando nuestras acciones en el aspecto comunitario y medioambiental, para que todos quienes vivimos en Atacama estemos orgullosos de la región que habitamos. Por ti, por nuestra ciudad.

Se habla que cuando una situación inadecuada o adversa se normaliza, nos terminamos acostumbrando y nos inmiscuimos en ese contexto sin cuestionarlo. El paso del tiempo hace lo suyo y nos transformamos en meros espectadores de ese día a día y no protagonistas de los cambios que se deben hacer.

Cuando esta normalización se da con nuestras ciudades, siempre debemos poner una alerta dado que nos acostumbramos a sectores sucios o dañados, que terminan por influir directamente en nuestra calidad de vida.

En el caso de Copiapó, no podemos desconocer que ha tenido avances, pero en otros aspectos deja mucho que desear. Los hoyos en las calles son una constante y cada reparación abriga expectativas, pero con el paso de las semanas o meses estos eventos vuelven a surgir.

¿Por qué no se pelea por modificaciones estructurales? Calle Luis Flores está siendo constantemente reparada, mientras que avenida Henríquez fue reparada una sola vez y está impecable tras cerca de cuatro meses.

Al caminar por la plaza, ya normalizamos el pésimo estado deplorable de las estatuas. Hay un proyecto que busca restaurar el sitio, pero ¿cómo presionan la ciudadanía o representantes de la ciudadanía? ¿realmente hay interés de la comunidad en tener una plaza como se merece?

La presencia de carpas y rucos en sectores como Mall Plaza Copiapó se han transformado en una constante y pareciera que no hay coordinaciones para dar una solución a ese tema. ¿Qué pretenderán hacer entidades como Desarrollo Social y Familia?

Hay muchas situaciones que requieren mejoras y que necesitan de la acción de las autoridades, pero también hay un rol ciudadano que debe ser más activo. Si no se quiere por la comunas, que se haga por conveniencia propia dado que tener mejores ciudades potencia una mejor calidad de vida para uno y los suyos.

Es de público conocimiento que el sistema previsional chileno, basado en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), entrega montos de pensiones muy bajos, por ello cualquier medida que apunte a incrementar las pensiones es bienvenida. En este sentido, la Pensión Garantizada Universidad (PGU), que comienza a regir a partir de este mes de febrero con la variación del IPC incorporada, es una muy buena noticia. Más aún, si ella beneficia a aproximadamente 2.000.000 de personas.

¿Qué es la PGU? Es una contribución del Estado dirigida a las personas beneficiarias de los regímenes previsionales y viene a reemplazar los beneficios de vejez del Pilar Solidario entregados por el Instituto de Previsión Social (IPS).

Para acceder a este beneficio las personas deben tener 65 años o más, ya sea hombre o mujer, y deben postular independientemente de que continúen trabajando o reciban una pensión del antiguo sistema previsional o actual sistema de AFP. Estos beneficios no son aplicables a personas pensionadas por Capredena o Dipreca, instituciones ligadas a las fuerzas armadas y de orden.

¿Cuál es el monto del beneficio? Todas aquellas personas que tengan una pensión base menor o igual a $702.101 recibirán el monto máximo de $ 206.173. Para aquellos pensionados que tengan una pensión base mayor a la señalada pero menor a $1.114.446 el monto del beneficio irá disminuyendo gradualmente.

Con el fin de comprender mejor el impacto económico de la subvención a continuación se entrega un ejemplo práctico. Si una persona tiene una pensión mensual de $320.890 complementada con el Aporte Previsional Solidario (APS) de Vejez de $67.504, entonces la pensión total es $388.394. Ahora, con la PGU reemplazando a la APS de Vejez, se obtiene un valor total de $527.063 ($320.890 + $ 206.173); es decir, la nueva pensión tiene un incremento de $138.669 (35,7%).

¿Qué le parece la mejora? Por cierto, con la PGU no resolvemos el problema basal de las pensiones pero es una ayuda importante, sobre todo para aquellas personas con bajas pensiones.

Finalmente, si desea mayor información sobre este beneficio puede obtenerla en www.ips.gob.cl o en las sucursales Chile Atiende del IPS.