Finalidad y efectividad del pase de movilidad
Nuevamente entramos en una etapa de análisis en torno a la pandemia, en el que un instrumento queda obsoleto y no es dimensionado como antes por la población. ¿Cuándo veremos cambios en el Minsal? La Autoridad Sanitaria debe definir con firmeza y claridad hacia dónde vamos en esta nueva etapa. El pase de movilidad fue muy útil en su momento, pero ahora no cumple su objetivo.
Alrededor de 51 mil personas quedaron con sus pases de movilidad bloqueados durante estas Fiestas Patrias en Atacama, producto que están rezagados con sus vacunas, pero a ciencia cierta es difícil decir que alguna no pudo disfrutar en algún recinto.
Y es que hay serias dudas que en locales establecidos se haya pedido, más si en las fondas ni siquiera se midió el control de temperatura, lo que abre una interrogante en el contexto actual y nuevamente con el Ministerio de Salud como protagonista: ¿cuándo veremos cambios en las políticas para enfrentar la pandemia?
A esta altura el pase de movilidad ya ni siquiera es recordado por las personas ni por los establecimientos de Copiapó y seguramente de la región y del país, en medio de una baja en todos los índices con en casos confirmados, que tuvo una reducción en torno a un 30% en la última semanas en todo Chile, mientras la ocupación UCI tuvo esta semana la cifra más baja en promedio.
La Autoridad Sanitaria debe definir con firmeza y claridad hacia dónde vamos en esta nueva etapa. Si busca potenciar el pase de movilidad, se deben cambiar los parámetros de la política en torno a las vacunas y si se establece que no es necesario por un tema sanitario o por la pérdida de fuerza entre la población, debe ser sumamente cuidadoso en no alterar la comunicación de riesgo.
El uso de la mascarilla también debe estar en la mesa dado que ya el Ministerio de Educación anunció que analizará flexibilizar este elemento al interior de las salas de clases. Cabe recalcar que en este contexto se debe considerar la vacunación como un elemento fundamental para aquello.
En este contexto, es bueno saber los pro y los contra de aquello, aunque claramente para una buena parte de la población no interesará mucho si es que se elimina totalmente la mascarilla. Su uso ha estado normalizado y es catalogado como útil en muchos aspectos, por lo que no es de extrañar que si se declara el fin de la pandemia se siga usando entre la población.