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Calidad de la educación
lPensar que la propuesta de nueva Constitución puede asegurar una educación de calidad porque la actual sería mala es una gran falacia. De igual manera afirmar que hoy la educación chilena es elitista y que a futuro dejará de serlo.
Respecto a la calidad, si se miran los resultados de la última prueba PISA, que es un examen internacional estandarizado, Chile es el país que tiene la mejor calidad de educación en Latinoamérica y El Caribe. Y ocupamos el lugar número 43 a nivel mundial.
Por otra parte, la educación chilena hace décadas dejó de ser un privilegio de la élite, ya que prácticamente cerca del 60% del total de la matrícula del país por preferencia está en el sector particular subvencionado (90% gratuito) y solo un 38% en el sector público.
Pero no solo eso. Además, nuestro sector acoge a más del 55% del total de alumnos vulnerables, consolidándose como una verdadera palanca de movilidad social, y al 91% de alumnos con necesidades educativas especiales.
Con lo anterior podemos ratificar que el nuevo texto constitucional genera demasiadas expectativas respecto de realidades ya existentes en materia de educación y que, probablemente, ha faltado comunicarlas mejor.
Seguir aportando a la calidad educativa a través de la libertad de enseñanza y proyectos diversos entre los cuales las familias pueden elegir es un gran desafío, frente a una propuesta que limita tales libertades y derechos, con argumentos que no son reales y la complicidad plena de un sistema estatista que busca controlar desde una ideología la educación chilena.
Luis Cañas Presidente Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS)
Plebiscito de salida
A estas alturas del partido, no entiendo la porfía de un sector político (y eventualmente de la sociedad civil) de insistir en "aprobar para reformar". Existe un consenso generalizado en cuanto a la necesidad de reformar la actual Constitución, pero no a cualquier costo ni con algo que está mal hecho. Por lo mismo, Rechazar no implica mantener la actual, sino simplemente reconocer que se debe redactar una propuesta nueva y mejor. No hay ningún drama en ello.
Mauricio Díaz Fernández
Infancia y Constitución
lEl actual debate respecto a la difusión y entendimiento de los temas ambientales de la nueva propuesta constitucional debiese poner al centro de la discusión la mirada infantil de la naturaleza y cómo nos hacemos cargo de las representaciones de Chile y las formas de habitar el territorio que tiene la infancia.
Será nuestro deber ético conversar y escuchar, ya que es muy cierto que no escuchamos para entender lo que dicen los niños y niñas, escuchamos única y exclusivamente para responderles. El mundo infantil no solo necesita respuestas, requiere, además, de entendimiento del porqué dicen lo que dicen o la raíz de sus preguntas, y desde esa base empática trabajar en la descomposición conceptual de las grandes ideas que implican la comprensión humana de los temas ambientales, tales como: justicia, naturaleza, derechos y sociedad, que están en el corazón de esta nueva Carta constitucional.
Son las ideas previas y preconcepciones de los fenómenos sociales, económicos y ambientales las que nos darán las pistas de cómo este mundo infantil -casi siempre- olvidado tiene opinión y lo quieran o no, un voto tácito en el devenir político de este país.
Felipe Kong Académico de la Facultad de Educación UDP
La deuda con la salud bucal
Los escasos estudios nacionales realizados durante la última década muestran cifras dramáticas con respecto a la salud bucal de la población, solo el 1% de los adultos mayores conservan todas sus dientes y el 99% al llegar a la adultez presenta o va a presentar caries, donde el factor socioeconómico juega una vez más un rol protagónico, reflejando el privilegio de sonreír cómodamente en nuestro país.
¿Cómo llegamos a esto?
Desde la primera ¨Fiesta del Cepillo de dientes¨ en 1917, las políticas públicas dentales han sido un aporte para la población, como lo son la fluoración del agua y de la leche a nivel nacional, la incorporación a los programas GES , programas como Sonrisa de Mujer, entre otros que sin embargo no han logrado el impacto esperado.
En Chile, según Clínicas de Chile A.G, cerca del 74% de la población está afiliado a Fonasa, un 18% en Isapres y un 6 % se encuentra en FFAA y sistema privado. Si bien este alto porcentaje de la población afiliada a Fonasa podrían utilizar los servicios de salud pública para sus tratamientos dentales, esto no es así, ya que solo un grupo tendrá garantizado según edad, programa, tratamiento requerido y listas de atención.
Cifras del Ministerio de Salud revelan que en Chile más de 458 mil personas llevan más de un año esperando recibir atención, cifra que aumentó un 63% el 2018 y que tras establecimiento de la Pandemia y cierre de consultorios y clínicas esta cifra debe haber incrementado.
¿Qué podemos hacer?
Es necesario replantearse el modelo de atención en salud oral, fortaleciendo el sistema de salud público con más profesionales y espacios clínicos para un mayor volumen de atención. Se deberán extender los tratamientos cubiertos, en busca de la rehabilitación de la población. Se deberá fortalecer el mercado privado, incorporándose en modalidad de "libre elección'' y así mejorar el acceso a la atención gratuita para la población.
Implementar nuevas estrategias, como Bonos PAD Odontológicos (Pago asociado a un diagnóstico de costo fijo), otorgar nuevas herramientas de autogestión a la población facilitando la identificación temprana de patologías y acceso a un tratamiento precoz que permita así disminuir los costos de la atención , que las personas puedan costear sus tratamientos y, en consecuencia, se democratice la salud bucal.
Como odontólogos, debemos ser capaces de visualizar las necesidades de nuestro pueblo, y no podemos permitir que la caries sea la enfermedad crónica más prevalente en Chile. Porque sonreír no puede ser privilegio, es importante el compromiso del gremio y alinearnos con el nuevo plan de salud oral en busca de disminuir esta cruda realidad y transformarnos de una vez por todas en agentes de cambio.
Nicolás Toledo Director de Salud y Fundador de Diagnóstico Dental