52 años contando la historia de Atacama
Hoy el Diario de Atacama cumple 52 años en medio de un complejo escenario para los medios de comunicacion, pero que tiene el desafío de combatir las "fake news" en la antesala de una votación histórica para Chile. Los periodistas debemos hacer el trabajo hormiga de "separar la paja del trigo", chequear lo verdadero de lo falso y denunciar las mentiras malintencionadas, porque nuestro deber es que la población vote informada.
"En los últimos 10 años Copiapó duplicó habitantes". Con este titular salió a circulación el primer ejemplar del Diario de Atacama, publicado un día como hoy, 1 de agosto, pero en el año 1970. En consecuencia, este medio de comunicación cumple 52 años de existencia informando día a día el acontecer de la región, el país y el mundo.
El escenario actual, sin embargo, no da espacio para celebraciones rimbombantes ni mucho menos ceremonias tales como los tradicionales "cambios de folio" realizados en la época pre-pandemia. Y es que la crisis de los medios de comunicación ha golpeado con fuerza al Diario de Atacama, tanto a nivel institucional como también a nivel de recurso humano.
En efecto, sentimos cansancio, frustración e incluso temor, justamente producto de la crisis, pero aún así este equipo periodístico siente el deber de, pese a las adversidades del presente, seguir dando nuestro mayor esfuerzo para mantener informada a la comunidad, sobre todo en una época donde el periodismo se hace más necesario que nunca.
El motivo, las "fake news" que grupos de interés, políticos y empresarios inescrupulosos están diseminando en un contexto socio político polarizado ad portas de un plebiscito histórico, con tal de generar desinformación en la comunidad. Es ahí donde los periodistas debemos hacer el trabajo hormiga de "separar la paja del trigo", chequear lo verdadero de lo falso y denunciar las mentiras malintencionadas, porque nuestro deber es que la población vote de manera informada el próximo 4 de septiembre.
No siempre se puede dar lo mejor, pero al menos se hace el intento, debido al flujo de información (muchas veces falsa) que es vertida a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram y TikTok, entre otras) las que no poseen precisamente los filtros más adecuados.
El trabajo periodístico. serio y responsable debe prevalecer, y esa labor va de la mano con la comunidad, porque a final de cuentas, quienes trabajamos en este medio de comunicación, estamos expectantes de escuchar sus historias, sus alegrías y sus tristezas, sus denuncias y sus críticas. ¿Quién sabe si alguno de estos relatos puede marcar época?