6 años | 25 de mayo de 2016

Agreden a copiapino en nuevo "portonazo"

El afectado en horas de la madrugada abría el portón de su vivienda ubicada en calle Yumbel, cuando fue abordado por desconocidos que lo agredieron con golpes de pies y puños y le robaron su vehículo. Personal de Carabineros realizó un patrullaje y encontró el móvil y a uno de los atacantes, que fue reconocido por su víctima.

4 años | 25 de mayo de 2018

Se toman facultad de la UDA en apoyo a causa feminista

Con sillas en las rejas, bloqueo de los accesos y pancartas contra la educación sexista las carreras de Derecho y Trabajo Social iniciaron en la tarde de ayer la toma indefinida de sus facultades en la Universidad de Atacama (UDA) por parte de alumnos y alumnas. Hoy otras carreras definirán si se adhieren a la paralización indefinida.

2 años | 25 de mayo de 2020

Gobierno se querella por fiesta clandestina

A pesar del toque de queda, cerca de 80 personas se reunieron en una vivienda en el balneario de Portofino, en la comuna de Chañaral.

Llamado anónimo alertó a personal de Carabineros sobre la situación. Ministerio del Interior interpuso recurso judicial y se ordenó un sumario sanitario.

Partía mi carrera de Medicina Veterinaria leyendo lo que según la OIE definía como Salud, "un completo estado de bienestar físico, mental y social". Sin embargo, ejerciendo la profesión veo que somos el claro ejemplo de la enfermedad misma, y no hemos logrado encontrar nunca el equilibrio.

La pandemia simplemente lo visualizó; estuvimos confinados, sin poder trabajar con normalidad, y cuando pudimos hacerlo, comenzó otro "calvario" …. No dar a basto con la gran demanda de nuestros servicios.

¿Es normal pasar horas y horas trabajando, llegar a casa y seguir trabajando, estudiando, capacitándose? Sentir que te esfuerzas al máximo y aun así no es suficiente, cuando lees en redes funas y quejas hacia colegas sin mostrar el rostro de quienes las emiten, estableciendo un juicio público sin derecho a defensa.

Algo está mal y definitivamente no es la Pandemia, es la salud mental, la salud ocupacional, la salud "social".

Escucharse y respetarse son los pilares básicos para que una sociedad funcione, dialogar, complementarse o mostrar empatía. Nunca habíamos estado tan expuestos como ahora, cuestionados por cómo nos vemos, cómo pensamos y hasta cómo trabajamos.

En medicina veterinaria las agresiones se normalizan cada vez más, según la 1° Encuesta Laboral de Colmevet, el 57% de los colegas señala haber sido agredido verbalmente por un cliente, 22% ha sufrido funas y un 30% ha sido atacado en RRSS.

La violencia sicológica o física nunca es el camino, y nunca puede ser una opción.

Debemos entender que 'Con Violencia, No hay trato', como plantea la campaña que llevamos adelante desde Colmevet. Ese buen trato se caracteriza por el uso de la empatía, para entender y dar sentido a las necesidades de los demás, la comunicación efectiva entre las personas, la resolución no violenta de conflictos. Ese buen trato es siempre bidireccional dueño- mascota, mascota-dueño, donde queda plasmado que el objetivo común siempre será el bienestar animal.

Un trato por el buen trato nos ayuda a tener las condiciones óptimas para enfocarnos en nuestro trabajo con la ciudadanía y mejora nuestra calidad de vida laboral, física y mental. Ya decía el Sr. Hugo Tagle, "urge crear una cultura de mejor calidad en las relaciones humanas".

Stephanie Evans

Presidenta del Consejo Regional de Atacama del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet)

Si se pudiera definir lo que pasa con los cables sueltos que hay en la capital regional, se podría decir que a esta altura hablamos de una "batalla perdida" para la comunidad y que pese a los innumerables planes locales y nacionales para erradicarlos, ya forman parte del paisaje tal cual los postes, los semáforos, los contenedores de basura, entre otros.

Así se puede comprobar con un simple recorrido en calles céntricas como O'Higgins y Colipí, en las que estos cables están amarrados a cualquier estructura provocando contaminación visual e incluso peligros en el caso de los que están en los suelos, dado que pueden ser pasados a llevar por transeúntes o automovilistas.

No hay cómo dar solución y, lo peor, es que no se renuevan las acciones para al menos mitigarlo. Atrás quedaron las iniciativas que involucraban a empresas y en "letra muerta" está quedando la ley que buscaba imponer multas de hasta $50 millones a empresas que no retiren sus cables en desuso y que fue promulgada el año 2019.

En medio de una pandemia que sigue concitando la atención y las preocupaciones por el escenario político y económico en el país, los cables se terminaron adhirieron a la vida diaria de los copiapinos que simplemente los aceptan sin cuestionarlos pese a los trastornos que pueden provocar.

Pareciera preciso volver a hablar de este tema, dado que no es posible que tengamos una normalización de esto. En lo primordial porque las ciudades merecen una estética decente y vías limpias para transitar, y segundo porque las empresas de telecomunicaciones no están cumpliendo con una responsabilidad básica, que en términos ciudadanos podríamos decir es el "botar la basura" que ellos generan.

Lamentablemente estas compañías están en una especie de limbo de servicios básicos. Mientras entidades como las sanitarias están constantemente en el "ojo público" al tener un rol fundamental en la vida diaria, las de telecomunicaciones prestan un servicio menos álgido para las comunidades y, por ende, tienen mucho menos exposición. ¿Será que simplemente ya no les interesa el tema?

Estas compañías parecen preocupadas de mantener "en línea" sus servicios, pero la eliminación de cables pasa a un segundo plano al menos en la actualidad. Hace años algunas fueron partes activas de "botar su basura" y hoy brillan por su ausencia.