13 años | 3 de mayo de 2009

Deuda histórica con indígenas se zanjará

Pueblos aborígenes locales serán consultados acerca de las modificaciones

propuestas por el Senado para mejorar las condiciones de las etnias a lo

largo del país. Debido a la longitud especial de nuestro país es que cuando

estudiamos historia nos damos cuenta de que nuestros antepasados son

de orígenes variados

9 años | 3 de mayo de 2013

400 trabajadores dejan Pascua Lama

Por la suspensión del proyecto, operarios de la empresa Redpath que se

desempeñaban en la construcción del túnel binacional por el lado chileno fueron desvinculados. La información fue entregada por el presidente del Sindicato, Angel Valladares, quien calificóla determinación de "repentina".

8 años | 3 de mayo de 2014

A los 92 años falleció el agricultor Celestino Fajardo

A los 92 años falleció durante la tarde de ayer, producto de un cáncer, el destacado productor de vino copiapino Celestino Fajardo. "Él fabricaba el vino copiapino que es actualmente un embajador de Copiapó en el mundo", afirmó el historiador Enrique Bown.

En el callejón El Inca 795 se encuentrala viña Fajardo.

La Asociación Nacional de Fiscales rechazó la idea de instaurar un Consejo Superior, la cuál surgió en la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención y pidió que el pleno no apruebe la iniciativa producto de efectos adversos que podrían ocurrir. En lo primordial, el gremio advierte una cooptación política en torno a la figura de la entidad que podría ser usada para fines particulares por personas que son elegidas en procesos electorales.

La Asociación de Fiscales ha sido tajante y con justa razón. Tal cual se ha advertido en este espacio por otras iniciativas que están dando demasiado poder a ciertas entidades, la presencia de un Consejo Superior le podría quitar independencia a los fiscales que podrían llegar a ser sometidos por ciertos grupos que no dudarán en usar su poder para intentar salvar a sus aliados y condenar a sus enemigos en el marco de litigios que se den en la relación judicial-política y otras.

Desde la posición de poder en el parlamento hemos conocido innumerables acciones de presión a los persecutores que terminan siendo apuntados "con el dedo", casi como parte de un chivo expiatorio, cuando lo normal en una democracia sana es que debe prevalecer la frase: "dejar que las instituciones trabajen".

Es posible imaginar que, esos mismos personajes con más poder de decisión en torno a las competencias y acciones de los fiscales, no duden en usar todo su aparataje para tener un resultado a su gusto o un "traje a la medida".

Es muy cierto, puede que un grupo de fiscales no haga un trabajo óptimo y que sus investigaciones en casos "policiales-judiciales" naufraguen sin explicación alguna o por razones que no se entienden como la pandemia, pero eso no significa que arriba de su jefe, en este caso del fiscal nacional, haya un Consejo Superior que sea usado para hacer presión e incluso triquiñuelas, que podrían terminar con fiscales siendo meras marionetas.

La Comisión de la Convención puede tener las mejores intenciones en la búsqueda de un mejor sistema judicial, pero no parece reparar en aspectos que pueden terminar siendo más perjudiciales de lo que se piensa. Y es que no solamente hablamos de esta idea, sino que otras que le podrían dar más poderes a los políticos, como se ha planteado en este espacio.

No se trata de que se mantenga el status quo de los fiscales, que -como se ha mencionado- cometen errores y muchos graves, pero es más sana una reforma al sistema judicial, tan cuestionado por la ciudadanía.

En cualquier caso necesitan independencia y que su naturaleza siga siendo ejecutiva, al punto que no sea necesario que entreguen declaraciones públicas como la emanada a partir de su alerta en la Convención, pero que en este caso fue muy necesaria por los efectos adversos de medidas que necesitan ser bien pensadas.

¡Otra vez lo mismo! Creo que más de una vez hemos escuchado esta expresión, quizás acompañada de un dejo de desesperanza, de desaliento.

¿En qué escenario la hemos escuchado? Generalmente, en circunstancias de ser testigos sino víctimas de violencia, de la violencia contra las personas, o contra las cosas.

¡Otra vez lo mismo! Expresión que ya se ha hecho costumbre, así como también lo que provoca esa locución. La violencia se ha hecho hábito, mal hábito como expresión de violación de derechos, como mala expresión de deberes cívicos naturales de buena convivencia, de buen trato.

Nadie tiene derecho de maltratar, de maldecir; sí, porque también con el lenguaje se maltrata, se hiere, se afecta a la persona, la individualidad de un ser humano. El maltrato no solo es de obra, por acción física inmoderada contra las cosas, bienes, personas, animales, contra el medioambiente.

¡Otra vez lo mismo! Ya decíamos que es una frase archirrepetida, tantas cuantas veces asoma el estímulo. Y esa es la cuestión. ¡Acción, reacción! Los agentes del daño pueden ser los mismos, pues han hecho de ello una profesión, y en otros casos son actores nuevos que asoman en nuevos ciclos del tiempo, pero la práctica es la misma e inveterada.

¿Por qué esa maña? ¿Por qué no hay aprendizaje, pero aprendizaje del bueno? ¿Por qué no innovar, dar un giro? El problema es que cuando se cree que ya no, que se aburrieron, o se hartaron (empacharon), asoman nuevas prácticas, de nuevos agentes, y quizás de quienes menos lo creíamos. Es que incluso asoman como los nuevos, paradigmáticamente nuevos, que no son los mismos, y sí, es lo mismo. Es cíclico el asunto.

¡Otra vez lo mismo! Sumamos a estas viejas prácticas reseñadas antes, el engaño, el torcer la voluntad, la versión 1 versus la versión 2, por qué fueron seleccionados y para qué fueron seleccionados,… todos nos equivocamos, todos fallamos, no somos perfectos, pero, ¿por qué porfiar en la añagaza, en el ardid? ¡No hay salud!

¡Otra vez lo mismo! Mismas prácticas, nuevos agentes.

Raúl Caamaño Matamala

Profesor Universidad Católica de Temuco