El 21 de abril de cada año se conmemora el día internacional de la creatividad y la innovación. De acuerdo con lo definido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 71/L.6 el objetivo de celebrar este día es de crear una mayor conciencia sobre el papel de la creatividad y la innovación en la solución de los problemas, y por extensión en el desarrollo económico, social y sostenible de los países.
Sin creatividad, el progreso en el mundo se paralizaría muy rápidamente. Pero, ¿qué es exactamente la creatividad?, ¿puede ser desarrollada?, ¿se puede ser consciente de la creatividad?
Mi experiencia como investigador en el campo de la creatividad indica que debe ser comprendida como un constructo, es decir algo que tiene difícil explicación objetiva, por tanto, no es posible definirla con exactitud. Existen diferentes puntos de vista sobre lo que es la creatividad. Es así como su definición ha cambiado con el tiempo. Mientras que las primeras definiciones de creatividad describían este concepto como una función de la capacidad individual, las definiciones recientes ven la creatividad como una interacción entre el individuo y el entorno.
Es así como, una aproximación a la definición podría ser "la generación de nuevas ideas o conceptos, nuevas asociaciones entre ideas, producciones originales, útiles y novedosas, donde su valor y resultado final dependerá del contexto donde opere el individuo".
La evidencia científica indica que la creatividad puede ser desarrollada por cualquier persona, independiente de su rango de edad, género, nivel de educación y estrato social, a partir de la instrucción o entrenamiento ya sea en un dominio general o especifico. Esto es posible, pues surge como resultado de la adquisición de herramientas que fomentan una nueva forma de pensar, esto es pensamiento divergente. Sin embargo, aún existen dudas sobre la efectividad de los entrenamientos, en términos de la modalidad de enseñanza, instrumentos de medición y su diseño de investigación, por nombrar algunos.
Ahora bien, cuando habla de conciencia creativa, se hace alusión al grado de conocimiento y capacidad de reflexión sobre el proceso cognitivo de generación, selección y evaluación de ideas creativas, esto lleva implícito tres áreas que determinan dicho estado, estas son: conocimiento, experiencias y actitudes. Lamentablemente, el concepto y sus áreas no ha sido conceptualizado ni operacionalizado de manera consistente, el desarrollo de esta línea de investigación es incipiente, escasa y poco concluyente. En definitiva, a pesar de los beneficios e implicancias que supone la creatividad en la humanidad, seis décadas de estudio formal de creatividad es poco, aún falta mucho por saber acerca de la creatividad.
Carlos Galleguillos Cortés
PhD Management Science, Profesor Depto de Industria y Negocios, Universidad de Atacama