Maquiavelo: el analista presidencial encubierto
Era consabido que tanto José Antonio Kast como Gabriel Boric intentarían buscar el manjar porcentual de una torta que escurrió hacia otros candidatos, principalmente el triángulo del 12.8 % de Franco Parisi. Y que, para ello, utilizarían la técnica de morigerar o derechamente cambiar algunas de sus posturas iniciales sobre detenciones durante el estallido social, no cerrar el Ministerio de la Mujer, respetar lo decidido en el Congreso, votar por el 4to retiro, etc.
Estas "reflexiones" o "inversiones" de último minuto, fueron remodeladas con la plasticidad de la arcilla comunicacional, porque aquí importa no solo qué se dice, sino también cómo se dice y quién lo dice. Y que señal más evidente, en este nuevo contexto, que el reclutamiento casi sincrónico de Iskia Siches y Paula Daza, quienes con la presteza de saberse en roles claves, asumieron vocerías mezcladas con una que otra diatriba escondida en el fondo.
El encubrimiento de las intenciones es una conducta habitual en las comunicaciones humanas, lo que los lingüistas Sperber y Wilson llaman "transmisión encubierta de información". En este sentido, bastaría considerar lo insoportable de dialogar en un escenario donde ninguna de las partes hace esfuerzos por acomodar sus relatos respecto del discurso ajeno o la opinión pública, quienes también, en un acto de supervivencia, disimularán sus propias motivaciones en sus réplicas, considerando todas las variables en juego.
La banda presidencial es objetivo suficiente para invertir esfuerzos y estrategias en el rediseño de mensajes, aunque esto signifique hipotecar una que otra declaración enunciada en primera vuelta o una que otra convicción defendida durante años. ¿Hay un límite en estas mudanzas del lenguaje político? Desde hace casi 500 años que Maquiavelo propone que no, para él los medios utilizados podían vestirse de infamia o piedad indistintamente mientras la meta fuera cumplida. Tampoco se equivocaba al declarar que la política es el arte de engañar, a mi entender, el arte del encubrimiento de las intenciones, que es también el fin último de toda comunicación humana persuasiva.
Maciel Campos, líder académico Facultad de Comunicaciones y Artes Universidad de Las Américas
Debate
Considerando la reciente declaración del Colegio de Periodistas, con la cual se declara defensor de una determinada corriente política, la ciudadanía estará muy sensible para juzgar si el próximo debate de ANATEL es un programa periodísticamente profesional, que ayuda al voto informado o es una herramienta política que ayuda a un determinado candidato.
Los aspectos que se deben mejorar son:
- Técnicamente existe la posibilidad de que los temas a tratar se filtren a un determinado candidato y a otro no.
- Hablar en segundo lugar sobre un mismo tema, favorece a este último sobre el que lo hizo en primera instancia.
- Las constantes interrupciones de los periodistas fuerzan indebidamente a los expositores.
- Demasiado protagonismo de los periodistas conductores. Buscan temas llamativos pero intrascendentes para el futuro del país, postergando los temas más importantes.
- Preguntas incómodas para uno y oportunidades de lucimiento para otro.
Si realmente ANATEL desea desprenderse de favorecimientos, los cuales pueden ser intencionales o productos del azar, debería atenerse a un formato igual o parecido al siguiente:
- Cada candidato expone su postura durante dos o tres minutos sobre el tema a tratar. Sin interrupciones de ningún tipo. Los temas deben informarse previamente a ambos candidatos.
- Lo que diga un candidato no lo debe escuchar su contendor. Una vez terminada la participación del segundo, se da un espacio para que ambos escuchen simultáneamente la grabación de su oponente.
- Mientras tanto será muy importante que los periodistas comenten ambas exposiciones, sus aspectos relevantes y sus diferencias para una acabada comprensión de la teleaudiencia.
- Los tiempos que no usan los candidatos se suman a su exposición final programada para el cierre del programa. Tiempo de libre disposición y más largo que el acostumbrado. Nuevamente no se deben escuchar entre ellos.
La imparcialidad es la principal virtud del periodismo y de los medios de comunicación.
Miguel Paúl Latorre, ingeniero civil
Presidenciales y seguridad
En las últimas semanas vimos como las necesidades urgentes de la ciudadanía en el ámbito de la seguridad, se han convertido en el eje central y en el desafío estratégico de las candidaturas presidenciales que pasaron a segunda vuelta. Enhorabuena. Las personas por años han aspirado a vivir en una sociedad donde la seguridad sea una preocupación central de las autoridades. Se acaba de dar un paso importante en esta materia: quedó listo para ser ley el proyecto que moderniza las policías. Sin embargo, queda aún por avanzar y en ese sentido el próximo gobierno debe terminar la tarea: regular la seguridad privada.
Aldo Vidal