Un grupo de emprendedores de Atacama obtuvo el tercer lugar en el concurso "Más valor turístico" que organizó Sernatur a nivel nacional. Se trata de una pyme que surgió en 2019, pero que en poco tiempo ha dado que hablar al punto de lograr este galardón entre 120 emprendimientos.
El premio recibido por "Geoturismo Lickanantay: ciencia y misticimo en Atacama" es más que merecido y es una excelente guía de cómo ir desarrollando el turismo en Atacama. Hay creatividad porque mezcla la ciencia con el misticismo y hay identidad porque es posible recorrer sitios de alto interés paleontológico, salares, dunas y otros que son parte de esta querida tierra llamada Atacama.
Hacia allá tenemos que ir y activar un circuito que sea acorde a la realidad local y evitar traer copias de otras ciudades o países, que pueden ser muy exitosos pero en otras partes.
Hay que apostar por dar una experiencia única a los visitantes como lo hace este emprendimiento que integra meditación guiada y la quietud de la naturaleza. ¿Qué más relajo se puede pedir en una zona silente y que ofrece piscinas naturales tan hermosas como lo de los salares?
La paleontología es uno de los ejes que se deben potenciar. Atacama tiene una riqueza abierta y otra escondida que se irá descubriendo con los años, dado que hay zonas donde seguramente hay vestigios que pueden ser una sensación no solamente para los visitantes, sino que para los atacameños.
Y, en ese sentido, hay otro punto que puede aprovechar Atacama: el boom que tendrá la ciencia en lo turístico. El relajarse es fundamental en unas vacaciones o un escape de fin de semana corto o largo, pero también para el visitante el conocer y culturizarse es muy enriquecedor y Atacama tiene mucho que ofrecer con restos fósiles, la "Ruta de los españoles" y las sorpresas que guarda este Desierto de Atacama, entre otros atractivos.
Parece ser este el punto de inflexión del "norte" en turismo. Las playas tienen su público asegurado y no pierden vigencia, por lo que queda potenciar lo que está a más altura con lugares que sean bien identificados y nombres atractivos como el "Gigantes dormidos" de "Geoturismo Lickanantay".
Es hora de que Atacama tenga un sello turístico de mar a cordillera, que el gran valor agregado sea la ciencia y que la historia geológica sea conocida por los visitantes y que estos la recuerden como un "tesoro" y la cuenten a sus cercanos, para potenciar este ciclo tan virtuoso como puede ser las bondades naturales de una tierra hermosa como es Atacama con el ser humano de Chile o el extranjero.