Secciones

  • Portada
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos
  • Contraportada

Alerta por accidentes cerebrovasculares

Los ACV podrían convertirse en la primera causa de muerte en Atacama en un año marcado por alza de fallecimientos por el covid-19. Parece imperioso establecer estándares más exigentes en la alimentación. El uso de sellos fue una medida que pudo ser acertada en su momento, pero cuyos alcances se desconocen hoy.
E-mail Compartir

Inquietantes cifras presenta Atacama en relación a los accidentes cerebrovasculares, que podrían convertirse en la primera causa de muerte a nivel regional. Son 216 los pacientes atendidos este año en los servicios de Urgencia de la red asistencial, que igualan el registro del año pasado y van encaminados a cifras que pueden superar a otras enfermedades.

Es sin duda un tema de alertav porque estamos hablando de una patología con factores de riesgo múltiples.

Hipertensión arterial, diabetes, obesidad y tabaquismo pueden ser el detonante de un ataque cerebrovascular, cuya rapidez para afectar o incluso matar se transforma en un verdadero desafío para los sistemas de salud e incluso para la ciencia.

Es indispensable mantener una vida saludable para reducir los riesgos de tener un ACV, con lo que se hace imperioso seguir promoviendo políticas que encaminen a aquello.

Y es que las consecuencias para la vida diaria la transforman en una patología terrible. Sufrir un ACV implica eventualmente perder movilidad y el habla, incapacitando a las personas lo que implica un desgaste sicológico, falta de autoestima y otros temas mentales de interés.

Por otra parte la misma ciudadanía debe tener conciencia de que podemos estar ante un problema grave de salud y que es posible reducir los riesgos de tener una ataque cerebrovascular.

Parece que es imperioso establecer estándares más exigentes en la alimentación. El uso de sellos fue una medida que pudo ser acertada en su momento, pero cuyos alcances se desconocen actualmente y parece preciso impulsar el consumo de productos saludables a un costo al que pueda acceder la población. Si bien las frutas y verduras son un buen aliado, no cierran la cadena alimenticia que se debe extender a otros elementos que deben ser incorporados a la dieta diaria y que reemplacen grasas saturadas, azúcares y otros elementos que pueden ser muy dañinos en exceso.

Estudiar e investigar: virtuosa fórmula formativa para las carreras de la salud

En su segunda versión, el CONEICS 2021 suma a la Universidad Católica de la Santísima Concepción como co-organizador. Mg Pablo Castro Pastén, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Atacama
E-mail Compartir

La Universidad de Atacama ha logrado este año la acreditación. en nivel avanzado, por cuatro años. En gran medida esta destacada valoración institucional observa al profuso quehacer en materia de investigación desarrollado en el último tiempo. Nuestra Facultad de Ciencias de la Salud adhiere a esta apuesta institucional, en sintonía con las necesidades de la comunidad y respondiendo a su propio plan de desarrollo. En estos menesteres, el año 2020 organizamos el I Congreso de Estudiantes Investigadores en Ciencias de la Salud CONEICS, en colaboración con la Universidad de Concepción y la sede Penquista de la Universidad de Desarrollo.

Más de 380 estudiantes, investigadores y científicos de 10 universidades presentaron, de forma oral y visual (posters) sus investigaciones alimentando un rico espacio para la difusión, discusión y análisis de sus quehaceres en diversas corrientes de estudio en el área de la salud.

En su segunda versión, el CONEICS 2021 suma a la Universidad Católica de la Santísima Concepción como co-organizador; y se consolida como un evento científico para el intercambio de experiencias, desarrollo de redes porque despierta un gran interés en los nuevos profesionales del área de la salud que se inclinan por la investigación y desean compartir sus estudios y proyectos. Esto potenciado por la diversidad de miradas que confluyen en el encuentro que convoca a estudiantes de pre y posgrado.

De manera online, los dos primeros días del congreso se orientan al reforzamiento de las competencias de investigación adquiridas en el proceso formativo, promoviendo además la interacción con la comunidad científica. Luego se desarrollarán las charlas magistrales a cargo de relevantes personeros del quehacer científico y de la investigación en Chile y el mundo. Esto acompañado de una importante actividad de divulgación científica mediante charlas orales de los trabajos enviados por estudiantes para su presentación.

Un evento de estas dimensiones ha demandado un gran despliegue operativo y tecnológico de académicos, profesionales y estudiantes de las cuatro universidades organizadoras; a fin de dar vida a este espacio de encuentro estudiantil que además es una vitrina del trabajo conjunto con académicos.

El II Congreso de Estudiantes Investigadores en Ciencias de la Salud se desarrollará entre los días 29 de noviembre y 03 de diciembre. En el sitio web www.coneics.salud.uda.cl se encuentran disponibles las fichas para la inscripción. A la fecha se han recibido más de 80 trabajos de 18 universidades distintas.

La nueva política, ese amanecer que no llega

Andrea Gartenlaub , Académica Investigadora Facultad de Comunicaciones y Artes Universidad de Las Américas
E-mail Compartir

La idea de que todo lo nuevo trae lo bueno, es atractiva en todo orden de cosas. En la política es un impulso seductor, donde lo nuevo parece ser el leitmotiv de cada líder a lo largo de la historia. En esencia, la política es siempre una promesa de lo que vendrá, pero en la práctica, los partidos tienden a ser organizaciones renuentes al cambio. De ahí que encontrar la semilla de la transformación en ellos es, sin duda, algo inusual.

Bajo este escenario y pensando en Chile, la renovación generacional de los cuadros políticos -a la que tanto se hace referencia estos días- no es por sí sola garantía de transformación.

La verdad es que, si es renovación lo que estamos buscando, el proceso ha sido más interesante fuera que dentro de ellos. De hecho, muchos de los nuevos actores aparecidos en los últimos diez a quince años responden en su mayoría a quienes no encontraron cabida en sus propios partidos, y optaron por un camino propio.

Esto es válido tanto para Marcos Enríquez-Ominami como para José Antonio Kast, Evopoli y el Frente Amplio. El ascenso de todos ellos responde a esa lógica, la del "outsider crítico" que, con tal de afinar su propia voz, tiene que pasar por encima del ideario sustentado por sus padres y abuelos políticos. El punto es que, si bien cada uno de estos nuevos actores se han validado vía "promesa de lo nuevo", ninguno ha apostado realmente por imponer una nueva forma de hacer política.

Haciendo eco de una antigua frase, observamos cómo aún no ha muerto lo viejo, sin que nazca lo nuevo. Cierto, durante la última década, las nuevas generaciones de políticos han encontrado en las reivindicaciones -de los movimientos feminista y medioambientalista, de la agenda LGTBI, y del reconocimiento de los pueblos originarios- un campo donde establecer sus promesas.

Sin embargo, es cosa de mirar detenidamente esa supuesta renovación, donde parecen estar más preocupados de marcar la distancia con las generaciones que los precedieron. En suma, su instalación en el universo político pasó por oponerse a la generación que fue parte de la transición a la democracia.

El problema es que ese asunto no seduce a los votantes de pie (esa mayoría silenciosa) que se encuentran a la espera de algo que no sea otra cosa más, que la promesa de que "los nuevos" no repetirán lo realizado por "los de antes", una espera como una larga madrugada donde aún no amanece.