Agencias /Redacción
La principal conclusión de un estudio liderado por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, es que las mutaciones del ADN provocan cáncer, pero no todas las células con mutaciones se vuelven cancerosas. De esta forma, el desarrollo de un tumor depende de unos genes específicos que, al activarse y colaborar con las mutaciones, hacen que la célula desarrolle un tumor; es la "competencia oncogénica", un objetivo fundamental para tratar el cáncer.
La investigación, publicada esta semana en la revista Science, defiende además la importancia de trabajar sobre las "palancas"' que controlan qué genes se activan en una célula y cuáles no, algo fundamental para evitar tumores.
El coautor principal del estudio, Richard White, explica que la "idea estándar que ha existido durante décadas es que básicamente se necesitan dos tipos de mutaciones en el ADN para padecer cáncer: un oncogén activado y un gen supresor de tumores desactivado. Una vez superados ambos obstáculos, se forma el cáncer". White agrega que ahora "tenemos un tercer elemento, la competencia oncogénica, que añade una nueva capa a la combinación".
De esta forma, los investigadores trabajaron con ATAD2, una de las "palancas" que activan genes, para realizar el estudio, y para demostrar que desempeña un papel decisivo, los científicos realizaron experimentos en los que eliminaban o añadían ATAD2 en un modelo de pez cebra propenso al melanoma. Si se eliminaba, las células perdían su capacidad de formar tumores, lo que demostró que ATAD2 era efectivamente una palanca clave de la competencia oncogénica.
En esa misma línea, y gracias a la base de datos clínicos del Memorial Sloan Kettering, los científicos demostraron que los pacientes con altas cantidades de ATAD2 tienen una supervivencia significativamente peor, lo que sugiere que desempeña un papel importante en el resultado de las mutaciones del ADN como BRAF, el gen responsable del melanoma, la forma más grave de cáncer de piel y el tumor en el que han centrado sus autores.
"Hace tiempo que sabemos que el contexto celular es importante en la formación del cáncer", pero todavía no sabemos mucho de cómo se combina el contexto con las mutaciones genéticas para promover el cáncer", asevera White.
Células madre
Hace diez años que White colabora con el biólogo del MSK y experto en la creación y uso de células madre para estudiar y tratar enfermedades, Lorenz Studer. La idea es encontrar respuestas y lograr entender cómo se puede combinar el "contexto celular" con las mutaciones genéticas para promover el cáncer.
Ambos investigadores llevan años estudiando cómo la genética del cáncer y la biología del desarrollo cooperan en la formación de tumores, específicamente los melanomas.
Por fin una década después, sus resultados son publicados en este artículo, liderado por White y Studer, y cuya autora principal es la investigadora Arianna Baggiolini, también del MSK, que revela que la formación de melanomas depende de la "competencia oncogénica", que es el resultado de una colaboración entre las mutaciones del ADN de una célula y el conjunto particular de genes que se activan en esa célula.
Conclusiones
Los investigadores explican en el artículo científico que las células competentes para formar un melanoma son capaces de acceder a un conjunto de genes que normalmente están cerrados para los melanocitos maduros; es decir, las células que producen melanina y dan el color a la piel.
En ese contexto, el estudio publicado en la revista científica norteamericana concluye que para acceder a estos genes bloqueados, las células necesitan proteínas específicas que actúan como llaves. Sin ellas, las células no forman melanomas, incluso cuando tienen mutaciones de ADN asociadas al cáncer.
De esta forma, los hallazgos explican por qué algunas células, pero no otras, pueden formar un cáncer, y ofrecen posibles objetivos terapéuticos que algún día podrían ayudar a los pacientes.
10 años se demoraron los autores en publicar su artículo sobre cómo combinar el "contexto celular" con mutaciones genéticas para promover el cáncer.
2 tipos de mutaciones en el ADN se pensó durante décadas que se necesitaban para padecer cáncer. Hoy se concluye que el "contexto celular" es un tercer factor.