Hoy en día las redes sociales alimentan las apariencias en imágenes o escritos. Son los jóvenes y también los adultos quienes conviven cada día más con esta nueva forma de comunicarnos y de existir, en medio de un sinfín de complejidades propias de la vida con sus bemoles.
En filosofía se habla de la incapacidad respecto a la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro, es decir, estar sujeto a ser personas validadas ante el resto mediante comentarios de terceros. Sigmund Freud se refería al desarrollo del yo distanciado del narcisismo primario, un ideal del yo. Análisis de una conducta humana que convive, en el presente, con la aceptación social por sobre el amor propio.
Por eso antes de actuar pensando en las masas, es mejor apreciarnos en nuestros propios deseos. Reconocernos y reencontrarnos es el primer paso para disfrutar en libertad de aquello que hemos querido abrazar por mucho tiempo pero que, nos ha sido limitado por una educación normada e impuesta, o por creencias ideológicas.
Es necesario ser yo misma o mismo sin importar si somos incomprendidos o incomprendidas, tal cual lo señaló el escritor Charles Bukowski, cuando hacía mención a que los solitarios no necesitan a nadie a quien complacer y a los locos no les importa si les gusta o no. Por eso es importa dejar de ser influenciados por movimientos culturales, sociales, políticos u otros. Amarnos como individuos, fieles a uno mismo, libres, sin anularnos como persona, es la nueva forma de sacarnos las ataduras que nos presionaron por tantos años, así como saber manejar el uso de las redes sociales.
Mediante el yo me deseo como sujeto individual, capaz de vivir en forma libre cada etapa de nuestro crecimiento y desarrollo, podremos ser parte de una sociedad más sana y única, siendo aporte en los territorios desde una nueva mirada. De esta forma será posible que las personas sean adultos independientes en la toma de decisiones, dejando atrás esa antigua forma de subordinar, de someter al otro y, en consecuencia, de crear individuos conformistas. Hoy es tiempo de renacer y de ser lo mejor de nosotros mismos.
Claudia Peñailillo Cronoro
Periodista y Licenciada en Comunicación Social