El 22 de junio del año 1918, se publica en el Diario Oficial el Código Sanitario logrando un tremendo paso en la reglamentación de normativas relacionada con el fomento, protección y recuperación de la salud de los habitantes de Chile. Pero, en el camino han existido ajustes que hoy deben ser resarcidos, como reincorporar la medicina veterinaria al Libro V del citado texto.
El 60% de las enfermedades infecciosas humanas actuales tienen un origen zoonótico y al menos un 75% de los agentes patógenos son de origen animal, dando cuenta del rol tremendamente activo en la salud pública y en las necesidades sociales que tienen las y los médicos veterinarios bajo en enfoque "Una Salud". De hecho, hace pocos días, líderes mundiales del llamado G7 plantearon la importancia de aplicar el enfoque One Health, reconociendo que la interfaz entre la salud animal, humana y ambiental es el eje principal de la salud futura, tal como lo han orientado la OIE, OMS y FAO.
El Boletín 10574-11, actualmente en segundo trámite constitucional, regula las actividades propias de la medicina veterinaria, señalando como tales, los procesos de diagnóstico, pronóstico, tratamiento e intervención clínica o quirúrgica, realizados sobre el cuerpo, comportamiento o muestras de uno o más animales, con objeto de restablecer la salud animal y/o proteger la salud poblacional, velar por la salud y bienestar animal en las cadenas productivas, bioterios y espacios que mantengan y gestionen animales, además de la inspección sanitaria de productos y subproductos de origen animal, actuando en la prevención, control o erradicación de enfermedades con posibles consecuencias directas o indirectas en la salud pública.
Cobra sentido entonces ser parte del Código Sanitario y por supuesto estar consciente de las regulaciones que ello implica, estableciendo los quehaceres exclusivos de la profesión, como el funcionamiento de centros veterinarios, acceso a fármacos generales y de uso veterinario, rol y ejercicio profesional en epidemias y pandemias entre otras.
Por lo tanto, debemos ser enfáticos y tajantes al señalar que no incorporar la medicina veterinaria al código sanitario es un riesgo a la salud pública.
Stephanie Evans
Presidenta Consejo Regional Atacama Colegio Médico Veterinario