Debuta en Chile telescopio que protegerá a la Tierra de los asteroides
TBT2. El sistema, administrado por organismos europeos, funcionará en coordinación con otros instrumentos situados en el hemisferio norte.
Efe / Redacción
Un nuevo telescopio debutó en Chile y con la importante misión de vigilar de cerca los asteroides que podrían suponer un riesgo para la Tierra. Se llama Test-Bed 2 (TBT2), está ubicado en el cerro La Silla, en la Región de Coquimbo y acaba de ser puesto en funcionamiento por el Observatorio Europeo Austral (ESO) y la Agencia Espacial Europea (ESA).
El TBT2 de la ESA trabajará junto a un telescopio idéntico instalado en el hemisferio norte y pondrá a prueba nueva tecnología para una futura red de telescopios, de acuerdo a lo informado ayer por el Observatorio Europeo Austral en un comunicado.
El proyecto, una colaboración entre ambas instituciones del viejo continente, "es un banco de pruebas para demostrar las capacidades necesarias para detectar y hacer seguimiento de objetos cercanos a la Tierra con el mismo sistema de telescopios", explicó Clemens Heese, jefe de la sección de Tecnologías Ópticas de la ESA y líder del programa.
El instrumento de 56 centímetros instalado en dependencias de la ESO en el complejo astronómico de La Silla, y el TBT1, su contraparte en el hemisferio norte, ubicada en la estación de espacio profundo de la ESA en Cebreros (España), actuarán como precursores de la red de telescopios "Flyeye".
Este último es un proyecto independiente que la ESA está desarrollando para estudiar y rastrear objetos del cielo con movimiento rápido.
Esta futura red será totalmente robótica: el software programará las observaciones en tiempo real y, al final del día, informará de las posiciones y demás datos sobre los objetos detectados.
El programa TBT está diseñado para mostrar que el software y el hardware funcionan según lo esperado. Para Heese, "el inicio de las observaciones de TBT2 en La Silla permitirá que el sistema de observación funcione en la configuración prevista de dos telescopios, cumpliendo finalmente los objetivos del proyecto".
Si bien la probabilidad de que un asteroide peligroso impacte en nuestro planeta con consecuencias graves es bastante baja, no es algo imposible.
Durante miles de millones de años, la Tierra ha sido bombardeada periódicamente con asteroides grandes y pequeños y el evento del meteorito Chelyabinsk de 2013, que dejó a cerca de 1.600 personas lesionadas (ver recuadro), aumentó aún más la conciencia pública sobre la amenaza que pueden representan los objetos cercanos a la órbita terrestre.
Los objetos de mayor tamaño son más dañinos, pero afortunadamente son más fáciles de detectar y las órbitas de los asteroides grandes ya se conocen a fondo. Sin embargo, se estima que hay un gran número de objetos más pequeños, aún no descubiertos, que se desconocen y que podrían causar daños graves si impactaran sobre un área poblada.
Ahí es donde entran en juego TBT y la futura red planificada de telescopios Flyeye. Cuando el sistema esté plenamente operativo, el diseño de la red permitiría inspeccionar el cielo nocturno para rastrear objetos de movimiento rápido, un avance significativo en la capacidad de Europa para detectar objetos cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos.
"Para poder calcular el riesgo que representan los objetos potencialmente peligrosos en el Sistema Solar, primero necesitamos un censo de estos objetos. El proyecto TBT es un paso importante en esa dirección", sostuvo por su parte Ivo Saviane, director del Observatorio La Silla.
Chelyabinsk, la roca que alarmó a Rusia
Corría febrero de 2013 cuando los habitantes de la ciudad rusa de Chelyabinsk vieron con estupor la caída de una lluvia de meteoritos. Un gran objeto cayó sobre la cordillera de los Urales y se desintegró en miles de fragmentos al ingresar a la atmósfera, generando fuertes estruendos e incluso temblores. Según las autoridades los trozos provocaron daños en al menos seis ciudades y se reportaron heridos en diversos hospitales, la mayoría por vidrios rotos. En la oportunidad, el presidente Vladimir Putin agradeció que ningún fragmento de gran tamaño cayera sobre zonas pobladas.
56 centímetros tiene el instrumento instalado en dependencias de la ESO en el complejo astronómico La Silla, Región de Coquimbo.
1.600 lesionados dejó el