Apoyar el crecimiento de la mujer en la pesca artesanal
María Angélica trabaja en Portales. Conversamos hace unos días durante una visita a esa emblemática caleta de Valparaíso. Ella ejerce un noble oficio escasamente conocido: es encarnadora. Vale decir, ensarta los cebos en las redes con que los pescadores salen diariamente a la mar para buscar el sustento.
Su trabajo requiere paciencia, tenacidad y cariño, rasgos que caracterizan a las chilenas que se ganan cotidianamente la vida en nuestras costas, sea como pescadoras, buzas, patronas de lanchas, algueras, pequeñas acuicultoras… o desempeñando tareas vinculadas con el sector artesanal: ahumadoras, fileteadoras, charqueadoras, en fin.
Uno de los ejes de nuestra gestión está dado por el apoyo permanente a la actividad artesanal. Y en ese marco, un desafío crucial es promover de modo efectivo una creciente equidad de género en este ámbito. Meta que cobra pleno sentido en el contexto de un nuevo Día Internacional de la Mujer.
Un reciente estudio conjunto de Sernapesca con el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género entrega cifras que ayudan a trazar un perfil de las mujeres del sector. Algunos datos son esclarecedores. En el plano educacional, por ejemplo, de las 439 encuestadas, solo 208 cursaron enseñanza media. Y de ellas, únicamente dos completaron una carrera universitaria. Es, además, elocuente que el 70% de las consultadas sean jefas de hogar.
Las mujeres de la pesca son personas de esfuerzo. Y, como autoridad, llama la atención que cuando uno les pregunta qué necesitan, responden: trabajar, emprender, capacitarse. Finalmente, crecer.
Bajo esa premisa, una tarea esencial de la institucionalidad pública es poner todas sus energías y recursos para contribuir a cerrar -o, al menos, disminuir- las brechas que obstaculizan el desarrollo de las mujeres en esta actividad.
Solo en el Registro Pesquero Artesanal -repertorio clave para el funcionamiento del sector- se encuentran inscritas a nivel nacional más de 22 mil de ellas. Se les suman las pequeñas acuicultoras y aquellas que desempeñan oficios relacionados con la pesca y que están logrando una visibilidad creciente.
Servir de puente entre el ámbito público, el sector privado y ellas es nuestra responsabilidad. De ese modo, las mujeres irán progresando. Ganando mayores espacios de participación. Fortaleciendo sus liderazgos. Cualificándose…
Ya estamos dando pasos en esa dirección. Uno de ellos se traducirá en el inédito programa Crece Mujer en la Pesca Artesanal, cuyos detalles anunciaremos pronto. La capacitación, el fomento, el diálogo regional y el reconocimiento de sus actividades, serán algunos de los focos. Así, todas las mujeres del sector -como María Angélica, en caleta Portales- irán creciendo. Con la fuerza que las caracteriza. Y con el apoyo que merecen.