La región de Atacama tiene su propia complejidad para el proceso de producción de agua potable, ya que se encuentra en el desierto más árido del mundo y las precipitaciones anuales promedian los 16 mm. Esta realidad que vivimos a diario, a veces nos hace olvidar lo hostil que puede llegar a ser esta tierra, donde los grandes ríos no fluyen superficialmente y se ha tenido que recurrir históricamente a las napas subterráneas para llegar a las reservas naturales del recurso hídrico.
Obtener el agua naturalmente de esta forma tiene sus complejidades: Primero, es mucho más difícil de captar y conlleva una inversión en tecnología que es significativa. Segundo, posee una carga mineral mayor a la que se presenta en el resto del país, que afectan los parámetros organolépticos y son perceptibles por los sentidos de las personas, principalmente por el sabor. Esto hace que el proceso de potabilización sea complejo y se debe recurrir a la última tecnología disponible, para poder llevar este recurso a la Norma Chilena de calidad.
Para superar esto, desde la llegada del Grupo Aguas Nuevas en agosto del 2018, afrontamos el desafío de invertir y enfocar todos nuestros esfuerzos en llevar el agua potable a su mejor estándar histórico, lo que se ha logrado gracias al compromiso de todos en Nueva Atacama. Esto ha significado una inversión superior a los US$28 millones, con ampliación de plantas de purificación, construcción de nuevas instalaciones y renovación de redes.
Con orgullo, hoy podemos decir que la calidad ha cambiado, que el agua potable que llega a los hogares de la región de Atacama cumple cabalmente la Norma Chilena 409, y que no puede haber preocupación de la comunidad por el estado de este recurso. Son cientos de muestras las que se realizan periódicamente para asegurarlo, además del seguimiento en línea que se puede hacer en nuestros procesos; todo, para poder cumplir con las expectativas y dar solución a una demanda histórica de la comunidad.
Sabemos de la inversión que realizan varias familias en aguas envasadas para beber; y aunque esta es una decisión personal no puede estar basada en el temor a los efectos que pueda tener el beber agua de la llave, ya que es un agua sana y que cumple con la Norma de Agua Potable elaborada en base a estándares internacionales y con la participación de médicos y especialistas de Chile. Los invito ahora a abrir la llave y hacer la prueba. Este es un gran paso para confiar en nosotros, ya que estamos cumpliendo nuestro compromiso de escuchar a la comunidad, y trabajando día a día para mejorar nuestro servicio y cumplir sus expectativas, y como dice nuestro lema, lo hacemos "por ti, por nuestra ciudad".
Sergio Fuentes Farías
Gerente regional de Nueva Atacama