Los detalles de la formalización del ex intendente Francisco Sánchez por estafa reiterada
INVESTIGACIÓN. Se investiga el lapso entre 2014 y 2018, en el que es acusado de abultar los contratos de proveedores, esto para beneficio de él y sus cercanos. Incluso esto habría ocurrido cuando era intendente de la región.
El ex subgerente gerente de Atacama Kozan quien llegó a ser intendente de Atacama, Francisco Sánchez, ayer fue formalizado por los delitos de estafa en carácter de reiterado, en el que es acusado de generar en la empresa una máquina para defraudar, aprovechándose de la confianza de los dueños. Tal fue la magnitud, que hubo pagos de alimentación, asesora de hogar y hasta el jardinero, lo que habría logrado concretar gracias al silencio de los proveedores.
En enero de 2019, un sobre cerrado y anónimo llegó a la oficina de Francisco Errázuriz Ovalle, director de la empresa Atacama Kozan, donde habían escrituras públicas de sociedades donde había un nexo con Francisco Sánchez.
El empresario en 2010 comenzó a ocupar el cargo de subgerente general y junto a otro funcionario Rodrigo Albornoz que ocupaba un cargo similar, entre los años 2011 y 2018, ambos generaron relaciones de confianza con los representantes y ejecutivos de la compañía, a partir de lo cual actuaron -de acuerdo al Ministerio Público- de manera fraudulenta con objetivos e intereses propios.
Fue así como según la Fiscalía idearon distintos procedimientos, y cuatro de los hechos ocurridos entre 2014 y 2018 fueron objetos de la Formalización en contra de Sánchez. Uno de ellos dice relación con la desaparecida empresa de comunicaciones Atacama Viva, de propiedad de Francisco Sánchez, la cual se dedicada a la publicidad, elaboración de producciones audiovisuales.
Una vez que creó en 2010 la sociedad junto con un socio que aún no está imputado en la causa, Sánchez contrató a su pareja sentimental de ese entonces como gerenta de Atacama Viva, de manera simultánea a su labor en Atacama Kozan. Cuando ya estaban en estos cargos, solicitaron a los representantes de la empresa Delpero y Eklipse que contrataran servicios de Atacama Viva, a cambio serían seleccionados para desarrollar trabajos en Atacama Kozan y continuar con los que ya tenían adjudicados, lo que fue aceptado por las dos empresas.
Además habrían aprovechado su privilegio en Atacama Kozan y también se interesaron en los servicios de su empresa Atacama Viva, con lo que bajo la modalidad de órdenes de compra directa, sin respaldo, adquirieron servicios inexistentes a sobreprecios entre 2014 y 2018. Los que fueron pagados por la subgerencia de finanzas a cargo de Rodrigo Albornoz, otro de los indagados en la causa.
La empresa afectada pagó un monto superior a los 10 millones de pesos. Estos depósitos se hicieron en cuentas contables que serían falsas utilizadas para disfrazar el valor de los contratos y evitar además la trazabilidad por parte de auditores y dueños de la empresa minera. Luego se adulteraron los estados financieros de la sociedad para ocultar las pérdidas de las adjudicaciones acordadas.
El segundo hecho, reveló que en 2009 Atacama Kozan contrató los servicios de la empresa Eklipse, para los servicios de alimentación, aseo y mantenciones menores. Fue así Sánchez y Albornoz, según la indagatoria, efectuaron actos conducentes a lograr un aumento en el valor del contrato con clara desventaja para Atacama Kozan, pero que favorecían a los investigados.
Sánchez habría coordinado con la empresa contratada, para que, tanto en su periodo de subgerente como de intendente regional, incorporara gastos personales como costos de operaciones de "Eklipse".