Tercera etapa del Kaukari al SEIA
La Contraloría determinó que esta fase del parque debe pasar por un filtro que provocará un retraso de al menos 80 días. Puede ser un parámetro del futuro de otras obras públicas para un Estado cargado de burocracia. Evidentemente que el que Contraloría disponga enviar estos proyectos al SEIA por un tema ambiental no es el problema, sino que la excesiva presión que termina teniendo el sistema.
Sorpresa en la comunidad causó la decisión de la Contraloría de no realizar la toma de razón del contrato por las obras de la tercera etapa del parque Kaukari y envió el proyecto al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) producto de los metros cúbicos de movimiento de tierra para despejar el cauce.
Y es que por lo general las iniciativas que van al SEIA están vinculadas a privados y con esto puede estar entrando en un proceso que requiere ser mirado con muchísima atención tanto por lo que suceda con la iniciativa en Copiapó como con otros proyectos del MOP y otras instituciones gubernamentales.
La entrada al SEIA ya es todo un tema que termina siendo un dolor de cabeza para las iniciativas privadas, que alegan incertezas jurídicas y permisologías, lo que ha querido ser abordado por el Gobierno a través de una simplificación que no parece tener el éxito esperado, dado que empresarios se siguen quejando del sistema.
Que pase esto con una iniciativa pública puede ser más peliagudo, dado que el Estado por esencia está lleno de burocracia y sumarle un proceso tan complejo, puede terminar retrasando mucho más de lo esperado el término de obras, con todos los aspectos que ello implica.
El que Contraloría disponga enviar estos proyectos al SEIA por un tema ambiental no parece ser el problema, sino que lo es la excesiva presión que termina teniendo el sistema, primero al ser "culpadas" por el retraso de iniciativas y segundo por la carga que está sumando, por lo que la tarea es que desde los poderes del Estado, en este caso el Ejecutivo y Legislativo, se modernice, hecho que no se visualiza a corto plazo.
Los proyectos, ya sea privados o públicos, por esencia tienen procesos que terminan por aplazar la entrega de las obras dada la falta de certeza en ciertos aspectos, los costos, el recurso humano y la mala planificación.
En el caso de los públicos, el SEIA puede terminar siendo un terreno lleno de conflictos de forma y fondo que traerán más de un dolor de cabeza a las cabezas regionales de las distintas reparticiones.