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8M: La deuda pendiente en Atacama

Desde la fundación de la ciudad de Copiapó solo una mujer ha sido alcaldesa, ella fue Mónica Calcutta Stormenzan. Yennifer Vallejos Meriño, Docente y archivera
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Sin darnos cuenta llegamos a una nueva conmemoración del día internacional de la mujer, momento del año de gran significación, que nos invita a hacer una bajada a la realidad territorial que nos toca vivir en Atacama, y utilizar la vitrina y visibilización que tenemos cada 8M para alzar la voz en temáticas relacionadas con nosotras, levantando problemáticas relacionadas con igualdad de derechos, acceso a oportunidades laborales y reconocimiento profesional, seguridad, salud, entre otros.

Una temática digna de analizar en esta oportunidad es la planteada por el PNDU Chile (Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo) quien post elecciones de octubre del 2024, analizó la participación de las mujeres en las listas de candidatos y candidatas a cargos de elección popular, evidenciando en este estudio la importante desigualdad en la proporción de candidatos hombres sobre las mujeres. Si llevamos este análisis a Atacama nos encontramos con cifras alarmantes, por ejemplo, en la candidatura a gobernación se presentaron 7 candidatos, todos hombres, ninguna mujer. De la totalidad de candidatos y candidatas a la alcaldía de las comunas de la región, 56 eran hombres y solo 17 mujeres. En la provincia de Copiapó, de 81 candidatos y candidatas a consejeros regionales, 60 fueron hombres y 21 mujeres. En la actualidad en Atacama de 9 comunas, solo una tiene una mujer como alcaldesa, ella es Brunilda Gonzales Anjel, en la comuna de Caldera. Por otra parte, el actual Consejo Regional de Atacama, el cual cuenta con 14 escaños, 13 de ellos son ocupados por hombres y solo fue electa una mujer consejera. Podemos inferir con estos datos que los espacios de poder donde se debaten y deciden las políticas públicas del territorio están sesionando, discutiendo y decidiendo sin nosotras, en una región donde las proyecciones demográficas proyectan para este año una población equilibrada entre hombres y mujeres.

Pero si miramos hacia atrás históricamente la situación ha sido similar, por ejemplo, en 280 años desde la fundación de la ciudad de Copiapó solo una mujer ha sido alcaldesa, ella fue Mónica Calcutta Stormenzan. En 43 años de historia, nuestra Universidad estatal ha tenido 10 rectores, todos hombres y actualmente sus 6 facultades son lideradas por 5 decanos y solo una facultad tiene como posibilidad ser liderada por una mujer. Podríamos estar días dando cifras y datos que develan el preocupante bajo acceso a cargos públicos y cargos públicos de elección popular de mujeres, pero aquí no hay que apegarse a la defensa y argumento de querer cupos para mujeres solo por cumplir cuotas de géneros, el análisis debe ser mucho más profundo, plantearnos por ejemplo cómo combatimos la normalización en nuestro entorno de la ausencia o poca participación de mujeres en diferentes espacios, sean estos de poder o no, pareciera que hay un conformismo simbólico que acepta sin cuestionamiento, por ejemplo, que en Atacama exista sola una mujer CORE, o que en foros de paneles de debates de diversas instituciones sean solo de hombres y/o la mujer que incluyen generalmente haga labores de moderadora o presentadora y no aportando como mujer profesional con competencias y capacidades en diferentes área, ejemplos hay para regalar.

La caída de la natalidad en Chile

Sumar incentivos fiscales, acceso a servicios de cuidado infantil asequibles y la flexibilización laboral para padres y madres, son algunas posibilidades.
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El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha revelado cifras preocupantes sobre la natalidad en Chile. En 2024, se registraron apenas 135.000 nacimientos, con un promedio mensual de 11.200. Esto contrasta drásticamente con los 174.879 nacimientos en 2023 y los 190.131 en 2022. Si nos remontamos treinta años atrás, el declive es aún más evidente: en 1994 se registraron 273.764 nacimientos, lo que refleja una caída cercana al 50%.

Las consecuencias de esta reducción acelerada y brusca no son menores. Esto que está pasando de manera tan acelerada y brusca va a transformar completamente la pirámide demográfica. Una población envejecida, con menos personas en edad productiva, genera desafíos en términos de seguridad social, pensiones y fuerza laboral.

Este fenómeno no es exclusivo de Chile. En países como Japón, la tasa de natalidad ha descendido a niveles históricamente bajos, con apenas 1,26 hijos por mujer en 2022, lo que ha llevado al gobierno a implementar subsidios y apoyo financiero para fomentar la crianza. En Europa, naciones como España e Italia enfrentan una crisis demográfica similar, con tasas de fertilidad de 1,19 y 1,24 hijos por mujer, respectivamente, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional de 2,1. Incluso China, que durante décadas implementó políticas de control de natalidad, ahora enfrenta una caída en los nacimientos y ha flexibilizado sus regulaciones para fomentar el crecimiento poblacional.

Factores como la precarización del empleo, el alto costo de la vida, la dificultad para acceder a viviendas y la postergación de la maternidad por razones profesionales y económicas son elementos clave. Además, el cambio de paradigma en la conformación de familias y en las expectativas de vida de las nuevas generaciones ha contribuido a este fenómeno.

La pregunta que Chile debe hacerse es si el país está preparado para enfrentar esta transformación demográfica y si la sociedad y el Estado tomarán medidas a tiempo para mitigar sus impactos. De lo contrario, la baja natalidad podría convertirse en un problema estructural con consecuencias difíciles de revertir.

Mirando el sector salud desde el 8M

No podemos olvidar a Griselda Hinojosa, la primera farmacéutica titulada de Chile. Copiapina egresada en 1879, fue una de las primeras mujeres en acceder a la universidad y obtener un título profesional. Jessica Rojas Gahona, Seremi de Salud de Atacama
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Como Gobierno, trabajamos para garantizar que las mujeres accedan a una atención de salud digna, sin importar dónde vivan. Queremos que puedan asistir a una posta en zonas rurales como Carrizalillo o Inca de Oro, acudir a un Servicio de Urgencia en Atención Primaria (SAR) en caso de emergencia, realizarse un PAP o sus controles en cualquier ciudad o comuna. El derecho a la salud debe ejercerse en condiciones de equidad, con un sistema que responda a sus necesidades y supere las brechas que han perpetuado desigualdades.

Este año, el Plan Auge cumple 20 años desde su implementación, transformando el acceso a la salud. En 2022, sumamos la prestación GES 86, que cubre las agresiones sexuales agudas. Desde entonces, 4.590 personas han recibido atención, de las cuales 4.018 son mujeres y 1.958 menores de 19 años.

Además, redujimos el precio de seis anticonceptivos de uso frecuente mediante un acuerdo con CENABAST, aliviando costos para miles de mujeres en edad reproductiva. También establecimos el retiro de anticonceptivos defectuosos en un máximo de cinco días, con advertencias obligatorias para las usuarias, garantizando información clara para la toma de decisiones.

En el sector salud, muchas mujeres han abierto camino para las nuevas generaciones. Hoy, 11 de los 24 directivos de hospitales y centros de salud de Atención Primaria son mujeres, reflejando avances en liderazgo y toma de decisiones. Seguimos impulsando la participación femenina en todos los niveles, porque el acceso a la salud también implica equidad en quienes la gestionan.

Y si hablamos de reconocimiento, no podemos olvidar a Griselda Hinojosa, la primera farmacéutica titulada de Chile. Copiapina egresada en 1879, fue una de las primeras mujeres en acceder a la universidad y obtener un título profesional, desafiando una realidad dominada por los hombres y abriendo puertas a futuras generaciones.

En este 8M, las invitamos a ejercer su derecho a la salud. Estos avances son posibles gracias a mujeres que han conquistado espacios históricamente vedados, luchando por cambios que hoy nos benefician. A todas ellas, las reconocemos y agradecemos.