El desafío de la gobernanza colectiva y local tras la solicitud de Espacio Costero en la Caleta Chañaral de Aceituno
ECMPO. Desde las comunidades destacan que la figura de protección es inclusiva apuntando al diálogo y entendimiento entre los diferentes actores del territorio.
En el marco de la Ley 20.249 actualmente en Atacama, el pueblo chango está trabajando en torno a la creación de un Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO) desde la mirada de una gobernanza colectiva entre la comunidad changa de la Caleta Chañaral de Aceituno, los pescadores artesanales y diversos actores, para la protección de la biodiversidad del territorio.
En 2022 se realizó la solicitud de un ECMPO para dar continuidad y garantizar el uso histórico de la costa por parte de la comunidad indígena changa Álvarez Hidalgo, de la mano de diversos profesionales, como antropólogos, geógrafos y otros expertos. Tras la oficialización de la solicitud y la declaración de admisibilidad por parte de Subpesca, la Conadi realizó los estudios para la acreditación de usos consuetudinarios.
La solicitud de un ECMPO para la comunidad changa Álvarez Hidalgo de la Caleta Chañaral de Aceituno (que lleva más de dos años de trabajo) supone un avance en el marco de los derechos territoriales desde la Ley de Espacios Costeros. "Es una herramienta de conservación importante porque no solamente incluye a los titulares que son las comunidades indígenas, sino a todos los usuarios del borde costero", explicó Felipe Rivera, consejero de la comunidad indígena Álvarez Hidalgo y Descendientes.
Este ECMPO apuesta por un manejo efectivo con importancia ecológica, cultural y arqueológica, del sector norte de la Caleta de Chañaral de Aceituno que comprende desde Punta Tifuca por el sur hasta la playa Las Tetillas por el norte.
Respecto al diálogo entre los diversos actores, Felipe Rivera, quien también es sociólogo, destacó la disposición que han tenido en el territorio los sindicatos de pescadores locales y alrededores, donde hoy la tensión que se veía hace unos años, ha quedado cada vez más atrás, dado que existe más entendimiento entre los actores locales. "Hemos entendido que aquí lo más importante es conversar, es el diálogo, la participación y la inclusión de los diversos actores para la conservación del borde costero desde una mirada local".