¿Estamos preparando a los cardiólogos del futuro?
En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra el 29 de septiembre, es clave abordar la importancia de la formación de los cardiólogos que enfrentarán los desafíos de la salud cardiovascular en el futuro, considerando que, en los últimos años, esta especialidad ha visto significativos avances en aspectos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
Estos avances han dado lugar hoy en día a nuevas áreas de especialización, lo que ha requerido la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades y destrezas y ha hecho más compleja la toma de decisiones clínicas y demanda que las futuras generaciones de cardiólogos en el país aparte de lo anterior tengan una visión más integral centrada en el paciente.
En Chile, la formación de cardiólogos está a cargo de las Escuelas de Postgrado de las universidades, quienes diseñan y coordinan los planes de estudio según los diferentes perfiles de egreso. Actualmente, existen nueve centros de formación en esta subespecialidad. Cada uno de estos centros juega un rol clave en asegurar que los futuros cardiólogos adquieran las competencias necesarias para enfrentarse a los desafíos actuales y futuros en la atención de la salud cardiovascular en el país.
Aún considerando que no es responsabilidad de SOCHICAR la formación del cardiólogo en Chile, está entre nuestros objetivos societarios, debatir sobre los problemas de la especialidad y realizar todas las actividades que tiendan a fomentar su progreso, desde distintos puntos de vista, entre ellos la docencia, extensión e investigación y los médicos en programas de formación son un foco muy especial de atención y preocupación para nuestra sociedad, por lo que nos pareció muy relevante tener una posición como Sociedad científica sobre este proceso, y los resultados motivaron la publicación de un artículo especial en la revista médica de Chile y en la revista chilena de cardiología.
Desde la perspectiva de nuestra sociedad, un cardiólogo no solo debe poseer sólidos conocimientos clínicos que le permitan abordar la prevención, promoción, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades cardiovasculares. También es fundamental que este profesional tenga una formación integral basada en principios éticos, una marcada vocación de servicio público, sensibilidad social y un respeto irrestricto por la persona, lo cual le permitirá liderar equipos multidisciplinarios de salud, perfeccionándose continuamente a través de la educación y el análisis crítico de la información biomédica, pero además es esencial que se involucre en actividades de investigación, docencia y extensión, que está demostrado mejora los procesos de atención de los pacientes y los resultados en salud.
En este día Mundial del Corazón, es fundamental reflexionar sobre cómo estamos preparando a los profesionales que tendrán en sus manos la tarea de avanzar en la salud cardiovascular de nuestra población en los años venideros.
Dr Victor Rossel, coordinador de Grupo de Socios adherentes en formación de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (SOCHICAR).
Fotografía
Qué significa, qué grado de seguridad tiene para los electores, cual es la responsabilidad que asume, se transforma oficialmente en aval, a todo evento, aquel personaje político, muy conocido, por ejemplo un(a) ex presidente(a) de Chile, que en el marco de la presente campaña electoral, se toma una fotografía con un candidato para las próximas elecciones, apoyándolo y recomendando que las chilenas y los chilenos, le den su voto, realmente es un compromiso que asume en un 100%, y responderá en el futuro, absolutamente cualquier mala gestión, algún desmadre, incumplimientos, etcétera de su "apadrinado", con quién hoy comparte sonriendo la fotografía de campaña, o solamente, para decirlo en pocas palabras, es solo "p´ la foto" y apagada la cámara, si lo he visto, no me acuerdo y S.Q.P
Luis Soler
Sostenibilidad alimentaria
FAO y el Programa Mundial de Alimentos emitieron una alerta conjunta al dar a conocer la última versión de su informe Hunger Hotspots: la crisis de inseguridad alimentaria aumentó en 18 puntos críticos, que incluyen 17 países y/o territorios, y los principales responsables de esto son los conflictos bélicos y la crisis climática, los que no sólo afectan a aquellos lugares, sino que además han elevado los precios de los alimentos, haciéndolos inalcanzables para las personas más vulnerables en todo el mundo.
Pese a los avances tecnológicos, aún estamos lejos de garantizar un suministro alimentario resiliente, sostenible y para todos. Cuando sabemos que alrededor del 14% de la producción alimentaria mundial (algo así como 400 mil millones de dólares al año) se desaprovecha entre la cosecha y su llegada a las tiendas, y que un 17% adicional se pierde entre la venta minorista y los hogares de los consumidores, sabemos que el desperdicio de alimentos es un problema que debemos solucionar a la brevedad.
Es por esto que cada 29 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos y que, este año en su quinta celebración, busca subrayar la necesidad de financiamiento para impulsar los distintos esfuerzos que pretendan mitigar este problema.
Las personas, el Estado y las empresas debemos trabajar juntos para que, desde nuestras propias áreas de acción y expertise, seamos capaces de generar hábitos, regulaciones e innovaciones que nos permitan dar solución a la pérdida y desperdicio de alimentos. Hace pocos días, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas su secretario general, António Guterres, pronunció la triste y acertada frase: "Nuestro mundo es insostenible".
Elena López