La transformación digital ha llegado a la minería, impulsada por tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la automatización, prometiendo revolucionar la industria para hacerla más eficiente y segura. Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos, especialmente en relación con el temor de los trabajadores sobre la pérdida de sus empleos, una preocupación que recuerda a la vivida durante la Revolución Industrial en el siglo XVIII.

Esta revolución transformó radicalmente las economías y sociedades del mundo. Los avances tecnológicos, como la máquina de vapor y la mecanización de procesos textiles, trajeron consigo una ola de cambios que desplazaron a muchos trabajadores de sus roles tradicionales. Durante este período, surgieron movimientos como el Ludismo, en el cual los trabajadores destruían las máquinas en protesta, temiendo que estas reemplazaran su mano de obra y destruyeran sus medios de subsistencia.

Hoy, estamos viendo un eco de estas preocupaciones históricas en la Minería 4.0. Al guiar estudios de pregrado, mis tesistas han observado una resistencia similar entre los operadores cada vez que se han adquirido máquinas autónomas en las faenas mineras de nuestra región. El miedo a perder sus trabajos ha dificultado la integración y el análisis de estas nuevas tecnologías, ya que los trabajadores actuales, al igual que los obreros de la Revolución Industrial, ven las máquinas no solo como herramientas de eficiencia, sino también como posibles amenazas a su estabilidad laboral.

En el reciente Congreso Internacional de Minería Digital 2024, se abordaron estos temas en profundidad. Un alto ejecutivo de una importante empresa minera peruana subrayó la necesidad de involucrar a los trabajadores en este proceso de transformación. Señaló que la clave está en ofrecer oportunidades de capacitación para que los empleados migren a otras labores dentro de la misma empresa. Esto no solo aliviaría el temor a la obsolescencia laboral, sino que también aprovecharía su experiencia y conocimiento del sector en nuevas áreas de trabajo que surjan con la adopción de tecnologías avanzadas.

Es esencial que las empresas mineras comprendan que la innovación no es solo una cuestión tecnológica, sino también cultural. Cuando la innovación se gestiona adecuadamente, no solo impulsa la eficiencia y la productividad, sino que también fortalece a las empresas y a sus trabajadores.

La Ley que creó el Registro Nacional de Deudores ha tenido un avance que podría ser calificado como rápido o lento, de acuerdo a la perspectiva. Rápido porque al menos se han resuelto miles de casos, pero lento porque la gran mayoría está aún en tramitación.

Podríamos decir que, como sea, es una cruda realidad. En una sociedad moderna y consciente con el desarrollo y cuidado de niños, niñas y adolescentes, el pago de una pensión no debería siquiera ser parte de una discusión, sino que como un acto cotidiano y normal, como pagar la patente del vehículo o la compra de la cuota del televisor Full HD.

Ya sea por cuestiones propias de una sociedad machista o por conflictos entre personas, el desembolso termina siendo un trámite engorroso y hasta doloroso para quiénes no tienen nada que ver con estos temas, como son niñas, niños y adolescentes.

Para miles de personas, las resoluciones judiciales no importan y no son tomadas en cuenta, porque finalmente prima el "yo tengo la razón". En el caso de los hombres, el cuestionamiento a los gastos de menores de edad es una constante y eso conlleva a no pagar o pagar montos menores. La frase de que la mujer se va a "llevar" plata puede ser una constante.

Por otra parte, hay mujeres que usan estos procesos sin un sentido monetario, sino que de castigo en contra del "ex".

En Atacama las deudas superan los 100 mil millones de pesos tomando en cuenta los envíos al Registro Nacional de Deudores y más de 200 mil envíos aún están en trámite, es decir sin resolverse. Una cifra alta que no necesariamente tiene que ver con un deudor individual, dado que una persona pudo haber pagado y luego reingresado o bien una mujer pudo hacer el trámite en Atacama y el deudor vivir en otra región o viceversa por nombrar unos ejemplos.