Correo
Editorial Diario Atacama
Señor director:
Ante la editorial titulada "¿Pobreza e incivilidad?", publicada recientemente en este medio, es imperativo aclarar el papel de Hogar de Cristo frente a las problemáticas sociales de nuestro país.
Es esencial aclarar que, inspirados por el legado de Alberto Hurtado, un sacerdote jesuita cuya visión social dio origen a nuestra institución, Hogar de Cristo se mantiene como una organización autónoma y privada. Este carácter independiente nos permite colaborar con todos los sectores de la sociedad en busca de bienestar y justicia social para los más necesitados.
Este año, al conmemorar ocho décadas de servicio, entendemos que la pobreza no es sinónimo de incivilidad. Nuestra misión es ofrecer un espacio de acogida y apoyo a quienes, por diversas circunstancias, se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad. Estas personas a menudo son malinterpretadas y marginalizadas, vistas a través de un prisma de prejuicios que no hace justicia a su realidad.
En momentos de crisis, como los mencionados en su editorial, Hogar de Cristo ha estado presente. Desde la expansión nacional de nuestra Fundación en los años 60 hasta la implementación de mediaguas y ollas comunes en la década de los 80. Estuvimos con los pies en el barro en el terremoto y tsunami de 2010, los incendios en Valparaíso en 2014 y también en el reciente mega incendio en Viña del Mar, hasta los aluviones en el norte y los incendios forestales en el centro y sur del país, hemos estado ahí.
Es crucial no confundir pobreza con delincuencia. La pobreza es una realidad económica y social, que la sufren 1.292.521 personas en Chile, sin opción, como una herida, como un estigma, como una sentencia, mientras que la delincuencia es consecuencia de múltiples factores en los que la pobreza puede ser solo uno de ellos. En Hogar de Cristo, trabajamos para que cada persona sea vista como un individuo con derechos, potencial y dignidad, independientemente de su situación económica o realidad social. Nuestro equipo de más de 3 mil trabajadores está comprometido con esta misión todos los días.
Agradecemos la oportunidad de aclarar estos puntos y reafirmamos nuestro compromiso con las comunidades más vulnerables de Chile, asegurando que nuestra voz y nuestra acción están más vivas que nunca. Participamos en seis mesas técnicas de incidencia en políticas públicas y en siete consejos de la sociedad civil.
Solo en Chile; apoyamos a casi 43 mil personas anualmente a través de 255 programas sociales que abarcan desde la atención a adultos mayores y personas en situación de calle, hasta la inclusión de personas con discapacidad mental, la reinserción educativa de niños, niñas y jóvenes excluidos de la educación y la protección de infantes en salas cuna y jardines infantiles. Nuestra amplia red de 70 mil voluntarios y 357 mil socios refleja la fuerza de la sociedad civil para llegar donde el Estado a veces no puede. Como decía nuestro fundador, Alberto Hurtado: "El mundo está cansado de palabras".
Carol Calderón, jefa Social Territorial de Hogar de Cristo en Atacama
Abortos ilegales
Señor director:
El día jueves este medio publicó una entrevista a una anónima "acompañante de abortos", quien explicó cómo se hacen los abortos ilegales y cuál es su rol en ellos. Si bien se relata con una crudeza y liviandad que desconcierta -considerando que es un delito- es un recurso útil para sincerar el discurso.
La acompañante, que dice tener mucha experiencia asistiendo abortos clandestinos, los describe desde el momento del contacto hasta el acompañamiento posterior. Es clara en que el aborto tiene efectos físicos, psicológicos y emocionales, que trae consigo un periodo de luto, que es un momento difícil para cada mujer. Lo más doloroso es que reconoce que dentro del vientre materno hay un hijo o hija y que "cada mujer tiene derecho a encariñarse con esa criatura", es decir, ya no solo se trata de un cúmulo de células, ni un aparente ser humano en potencia.
Queda claro que la despersonalización del no nacido es un mero instrumento para limpiar las conciencias de quienes defienden el aborto, pero no es lo que verdaderamente creen quienes se dedican a ello.
Josefina Munita Presidente Siempre por la Vida Constanza Schneider Ex presidente de Siempre por la Vida 2022-2023 Bernardita Silva Ex presidente de Siempre por la Vida 2020-2022
Primarias
Señor director: Siempre los procesos pre-eleccionarios de cualquier elección popular ayudan o, por lo menos, debieran ayudar a reconocer inconsistencias o incongruencias de los candidatos variopintos entre sus dichos y sus acciones presentes y pasadas. "Obras son amores, y no buenas razones" dice la sabiduría popular.
Ya a un potencial elector le es difícil poder discriminar entre el trigo y la paja en materia de candidatos. Me imagino el desafío que tendrá un potencial elector al que se le obligará a participar en un hito fundamental de la vida republicana de cualquier democracia occidental, para que se haga cargo activo de su sufragio entre candidatos provenientes de primarias partidistas.
En este escenario, me llama la atención que, en tal proceso de primarias de partidos políticos para la selección de sus respectivos abanderados, existan candidatos que se ponen la chapita de "independiente" y que simultáneamente forman parte de alguno de los conglomerados instrumentales, pero ideológica y afectivamente afines respecto de una visión gruesa de país (Chile Vamos por un lado y Contigo Chile Mejor, por el otro).
Levantar candidaturas genuinamente independientes en nuestro sistema electoral no es fácil. Cumplir con las firmas suficientes de patrocinios exigidas por nuestra institucionalidad demanda esfuerzos de años para tratar de convencer y encantar a personas sobre visiones de país que difieran sustantivamente a la de los partidos que configuran el establishment actual. Por eso, la chapita de "independiente" en procesos para elegir a los abanderados de partidos en disputas territoriales donde existan controversias que se espera resolver amigablemente, resulta pintoresco, pero no por eso menos engañoso.
En primarias partidarias al interior de conglomerados instrumentales de partidos políticos, la "independencia" es un concepto vacuo y de abuso retórico. Es "publicidad engañosa" en el reino neoliberal en que vivimos. En países como el nuestro, donde los eufemismos son patrimonio nacional, el ser "independiente" en la arena política de los actuales conglomerados políticos de oposición u oficialista tiene tanta credibilidad como un billete de $3.000 pesos.
Marcelo Saavedra