En mayo se celebra el Día de los Patrimonios y el mes del Mar y las Glorias Navales. La primera, promueve el disfrute, conocimiento y reflexión ciudadana sobre nuestro patrimonio, conmemorándose con diversas actividades en las tres provincias de la región de Atacama. La segunda, rememora el heroísmo, el amor a la patria y la protección de nuestros valores, salvaguardadas por generaciones respetuosas de nuestras tradiciones y raíces históricas.

Entre las acciones patrimoniales que se llevarán a cabo en la región, destacamos el evento que se realizará en el mineral de Chañarcillo; la inauguración de la Biblioteca Pública en Caldera, la "Ruta Patrimonial" organizada por la agrupación "Los Herederos" de Chañaral, el "Gran Mural Copiapó", de 30 metros de largo, del pintor Christian Rivadeneira, las jornadas del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural de Atacama, con niños, adultos mayores y gestores culturales en Copiapó, Inca de Oro y Chañaral, la ceremonia de entrega a la comunidad de Potrerillos de la Locomotora N° 2, máquina que inauguró la estación del ferrocarril de esa ciudad minera en mayo de 1919. Referente a la celebración del mes del Mar y las Glorias Navales, es tradicional la realización de concursos, exposiciones y desfiles en las ciudades atacameñas. Otro hecho que se recordará será la presencia del capitán Arturo Prat y del almirante Miguel Grau en la bahía de Chañaral.

Por otra parte, tenemos que reconocer que más de alguien interpelará: ¿Estamos enfrentando adecuadamente la protección de nuestro patrimonio?, ¿Existe conciencia en relación a la valoración y respeto de nuestros monumentos? Sabemos que hay bastante por hacer, empero, se avanza con hechos concretos, lo que se avala con la construcción del Museo Regional, la restauración de la Villa de Cristo, la declaratoria de Área Típica del campamento de Potrerillos, sin desconocer que hay temas pendientes como la protección del yacimiento arqueológico de Las Lisas en Caldera, de monumentos históricos como la estatua de la minería en la plaza de Copiapó y otros inmuebles, que con voluntad y decisión política deben solucionarse.

La plaga de ratones que afecta a distintos puntos de Copiapó se ha convertido en uno de los grandes temas ciudad del año. Su aparición en el centro, sectores sur y norte y recintos como la Universidad de Atacama, se han convertido en motivo de preocupación para la comunidad en lo que es un fenómeno que no se veía hace años.

La capital regional, a diferencia de otras comunas, contaba con el "valor" de no tener estas plagas, lo que parece perderse con las informaciones que van surgiendo cada semana. Los ratones siempre han estado, pero no en la cantidad que están apareciendo e incluso en el tamaño en que se pueden ver.

Ante esto, es preciso ir adquiriendo una cultura más cuidadosa y rigurosa para enfrentar la presencia de ratones, dadas las enfermedades que estos pueden provocar.

En lo macro, podemos decir que hay serias deficiencias en el manejo de la basura con contenedores que no dan abasto en un número indeterminado de calles, mientras que en otras que no cuentan con receptáculos es posible ver basura en las aceras, que es dejada por vecinos que no esperan el día en que pasan los camiones recolectores. Los desechos por lo general terminan en el suelo por la acción de animales.

El sistema de recolección parece desactualizado y necesita un "nuevo aire" con el cambio de contenedores y la colocación en puntos de alta densidad poblacional, mientras que en sectores como el centro se debe tener un diagnóstico más robusto de cuáles son las causas de este fenómeno de alza de prohibiciones sanitarias a causa de vectores.

No es posible que vivamos entre la basura y los ratones, más si Copiapó es una comuna que es parte importante del llamado "sueldo de Chile".