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El aceite de orujo de oliva reduce el colesterol y el perímetro de la cintura

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Dos ensayos clínicos con 132 voluntarios constataron que el consumo regular de aceite de orujo de oliva disminuye el colesterol y mejora la sensibilidad a la insulina, además de tener efectos positivos contra la obesidad.

Los resultados se publican en las revistas European Journal of Nutrition, Nutrients y Foods, y detrás de los estudios está un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

La investigación muestra cómo el consumo regular de aceite de orujo de oliva puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular y en patologías asociadas, como la diabetes y la obesidad.

Los resultados se obtuvieron a partir de dos ensayos clínicos de intervención nutricional en 132 voluntarios sanos y en sujetos de riesgo (hipercolesterolémicos), comparando el efecto del aceite de orujo de oliva con el aceite de girasol y el girasol alto oleico.

El aceite de orujo de oliva se obtiene a partir del alperujo, un producto compuesto por los restos de aceituna que quedan tras extraer el aceite de oliva virgen, explica el CSIC.

"Cuando comenzamos este proyecto solo se habían llevado a cabo estudios 'in vitro' o preclínicos en animales de experimentación con algunos componentes del aceite de orujo de oliva", relata Laura Bravo Clemente, investigadora del CSIC.

Sin embargo, no se conocía el efecto del consumo regular de este aceite en personas.

Por ello, el equipo se propuso evaluar el impacto de su consumo diario en la salud cardiovascular y en dos patologías asociadas como son la diabetes y la obesidad, tanto en consumidores sanos como en personas con riesgo cardiovascular.

Con este objetivo, durante más de cuatro años se llevaron a cabo dos estudios clínicos de intervención aleatorizados, controlados, cruzados y ciegos en 132 voluntarios.

Los investigadores distribuyeron aleatoriamente a los participantes en dos grupos para consumir, bien el aceite de orujo de oliva o el aceite control durante cuatro semanas.

Pasado este tiempo y tras una fase de lavado, se cruzaron los participantes para consumir el otro aceite durante el mismo tiempo.

"Los estudios eran ciegos, por lo que los voluntarios desconocían el aceite que nosotros le proporcionábamos en cada etapa y que consumían a razón de 45 gramos al día. Tenían restringido el consumo de otras fuentes dietéticas grasas", explica Raquel Mateos Briz.

Los resultados obtenidos mostraron efectos positivos de un consumo regular de aceite de orujo de oliva frente a la enfermedad cardiovascular, tanto en el grupo de sujetos sanos como en el grupo de riesgo (voluntarios hipercolesterolémicos).

Se observó una mejora del perfil lipídico en sangre en los sujetos gracias a un descenso de los niveles de colesterol total y de las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo).

Por otra parte, el consumo de aceite de orujo de oliva también disminuyó significativamente el perímetro de la cintura en los dos grupos analizados, un marcador esencial en la evaluación de los pacientes con obesidad por su asociación con un mayor riesgo cardiometabólico, y mejoró los biomarcadores relacionados con la resistencia y la sensibilidad a la insulina.

En el caso del grupo de consumidores sanos, el beneficio de un consumo regular de aceite de orujo de oliva también se trasladó al marcador de estrés oxidativo, considerado como una condición fisiopatológica asociada a un mayor riesgo cardiovascular.

Respecto a la diabetes mellitus tipo 2, los resultados evidenciaron un descenso en los niveles de insulina y en el índice de resistencia a la insulina.

Agricultura

Rattan Lal en Congreso Futuro:"la dieta correcta se crea en suelos saludables"

DEGRADACIÓN. Premio Nobel de la Paz y destacado científico del suelo, recalcó que es esencial para Chile y Latinoamérica "adoptar una agricultura positiva en la naturaleza".
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Redacción

El Premio Nobel de la Paz y Premio Mundial de la Agricultura, Rattan Lal, encabezó ayer el bloque "Revitalizar, Remediar, Recuperar", del Congreso Futuro 2023, actividad en la que hizo agudas reflexiones y comentó sobre las nuevas ideas para abordar el uso de la tierra por parte de los agricultores en un contexto global de cambio climático.

En su presentación telemática se refirió al uso, a la salud del suelo y a su degradación a través de la agricultura, específicamente a lo que ocurre en Chile y Latinoamérica.

El científico experto en suelos sostuvo que la agricultura debe ser ejecutada "de tal manera que la calidad de la comida sea como la medicina. Cuando la dieta es incorrecta, la medicina es inútil; y cuando la dieta es correcta, la medicina es innecesaria".

Agregó que la dieta correcta se crea "en suelos saludables, y los suelos saludables son la fuente de toda la nutrición. Entrega comida para nutrir nuestro cuerpo, nos da conocimiento que alimenta nuestra mente, como parte de la belleza, que alimenta nuestras almas".

El premio Nobel de la Paz 2007 invitó a adoptar la política de reducir, reutilizar reciclar, regenerar y "restaurar tierra para poder devolver algo de tierra y recursos naturales a la naturaleza".

Para el investigador, este es un concepto importante de la "agricultura regenerativa", que está inspirada "por la eco-innovación; empoderada por la energía no carbónica, dirigida por la economía circular y la infraestructura verde, y apoyada por la recarbonización de la biosfera terrestre en el piso del desarrollo sostenible".

Rattan Lal indicó que la cooperación con el sector privado "es muy importante", tanto como la cooperación con "los agricultores, el gestor de tierra, las organizaciones de desarrollo, académicos y políticos, para que podamos traducir la ciencia en acción, y con políticas proagricultores, pronaturaleza, proagricultura e innovación".

ACTIVIDAD AGRícola

El investigador paquistaní expuso sobre el éxito de la actividad agrícola y sus sectores en nuestro país que en 2021 representó el 24,4% del total de las exportaciones, a pesar de tener solo 1,7% de tierra arable. Sin embargo, este éxito depende en gran medida del uso de fertilizantes y pesticidas, explicó Lal.

"El uso de pesticidas en Chile es en promedio de 2,68 kilogramos por hectárea, en comparación de 0,93% de kilogramos por hectáreas" en países de la OCDE.

Añadió que también "hay problemas serios con la salinidad del suelo, que afecta a 76 millones de hectáreas en Chile, y la baja eficacia en el uso de nitrógenos, lo que aumenta la descarga de nitrógeno en el medio ambiente".

Igualmente, el académico de Ciencias del Suelo destacó que el consumo de fertilizantes en nuestro país es del 52,2% de la producción total de fertilizantes en 2020. "La degradación del suelo también incluye su erosión, que afecta a 37 millones de hectáreas de territorio nacional", comentó.

Secuestro de carbono

De esta manera, señaló que es esencial en Chile y Latinoamérica "adoptar una agricultura positiva en la naturaleza".

Finalmente, Lal explicó que lo que él llama la "revolución verde" del siglo XXI en Latinoamérica y Chile debería estar mas basada "en recursos, basada en el suelo, y especialmente basada en su resiliencia; basada en el ecosistema, que involucra la mejora de la ecoeficiencia de los insumos, especialmente de los fertilizantes y pesticidas. Debería estar basado en la ciencia y basado en el conocimiento", de manera que la idea de producir "comida con el suelo, sea producir más por menos, y al mismo tiempo, usando el suelo como un sumidero de carbono, a través del secuestro del carbono por la tierra".

"No puede haber vida sin el suelo y no puede haber suelo sin vida. De hecho, han evolucionado juntos", indicó Rattan y enfatizó que es fundamental estar conscientes de que la rizosfera (interfaz de la raíz en el suelo) "es el único lugar en el Universo donde sabemos con certeza que la vida ha resucitado luego de la muerte".

71% extra en producción de alimentos

Otro expositor fue el ingeniero agrónomo y Premio Nacional de Ciencias Aplicadas Edmundo Acevedo, quien se refirió a la agronomía como ciencia tras la producción de alimentos. "La población tiene un crecimiento exponencial y requiere mayor disponibilidad de alimentos, pero está solicitando cada vez mayor sostenibilidad, y que estos sean más sanos y nutritivos", dijo y agregó que la agricultura deberá producir un 71% adicional de alimentos para atender la mayor demanda el 2050, pero el 90% de esa producción tendrá que provenir de un mayor rendimiento de los cultivos.