Ayer se colocó la primera piedra del conjunto habitacional Killari en el sector El Palomar que contempla un sistema industrializado de construcción, el primero en la región y que permite levantarlo más rápidamente, lo que es una buena noticia para las 100 familias que buscan el anhelo de la casa propia. Se reconoce el aporte en materia habitacional y es de esperar que sigan surgiendo este tipo de ideas, sin embargo, estas iniciativas deben ser miradas con un espectro más amplio.
Y es que estarán emplazadas en un sitio que atrae cada vez más personas y que está sintiendo el rigor de la congestión. El Palomar actualmente tiene solo dos conexiones con el resto de la ciudad, una es avenida Henríquez para ir al centro, sectores altos o Rosario, y la otra es Luis Flores para ir a sectores como Santa Elvira, Los Carrera, etc.
Ambos cada mañana entre las 7AM y pasada las 8AM son un desastre vial, siendo Henríquez la que está recibiendo mayor presión dado que allí bajan desde Rosario y al conectar con Copayapu convergen vehículos que van en distintas direcciones. ¿Sabrán las autoridades el desastre vial que puede provocar sumar entre 300 y 400 personas con el proyecto Killari, más otras cientos que vivirán en el conjunto habitacional que se construye en avenida El Palomar con Luis Flores?
Simplemente no se dará abasto. Si hoy una calle de rápida conducción como es Del Río ya tiene problemas, el sumar flujo terminará multiplicando los tiempos especialmente para llegar al centro.
La avenida Diego de Almagro, que sería entregada en 2023, no es suficiente y menos la doble vía de la avenida El Palomar que conecta con la Ruta 5 Norte, para llegar al puente. Esta iniciativa, dicho sea de paso, aún no es entregada.
Y esto no se circunscribe a un sector. Se habla ahora de El Palomar por las viviendas, pero calles de otros sectores cada día son más complejas y ya el concepto de 15 minutos está definitivamente desterrado.
El tramo desde Paipote al centro demora cerca de una hora en horas peak. ¿Qué va a pasar cuando sigan levantando proyectos?
Avenida Henríquez se está convirtiendo en punto neurálgico de la ciudad e incluso se pretende conectarla con los sectores altos a través de Circunvalación.
Sin embargo, ya no resiste la presión del flujo actual en horas peak y su condición de doble vía ya no es tal entre Copayapu y Portales, dado que los vehículos estacionados. O se controlan los estacionamientos, o se hace una tercera vía o se impulsan ciclovías, pero lago hay que hacer.
Parece que hay mucha premura, para bien, por construir viviendas porque es uno de los sellos que busca tener el Presidente Gabriel Boric y el gobernador Miguel Vargas. Pero se debe tomar en cuenta que se requieren obras de mitigación que no profundizar en los problemas viales.