Florencia restaura el "Ponte Vecchio" por primera vez en siete siglos
El "Ponte Vecchio", uno de los mayores símbolos de Florencia, será restaurado por primera vez desde su creación (1335-1345), tras casi siete siglos en los que ha "resistido inundaciones, incendios o una invasión nazi-fascista", como explicó el alcalde de la ciudad, Darío Nardella.
Es "un proyecto histórico", dijo durante su visita a la plataforma flotante con andamios que se ha instalado sobre el río Arno junto al puente y con cuya instalación dio comienzo a una compleja operación de rehabilitación que "costará más de dos millones de euros y se repartirá en dos veranos, cuando el agua está más baja".
La plataforma, que pilló desprevenidos a muchos turistas, servirá para la ejecución de todos las análisis previos, la implantación del sistema de monitoreo del puente -que durará un año- y la toma de muestras de los materiales para el diseño de la restauración.
"Ahora comienza la parte del diagnóstico y luego vendrá la restauración propiamente dicha", dijo el alcalde sobre este icono de la arquitectura medieval, que se "cuidará" con una reforma "muy pintoresca" que "atraerá seguro la curiosidad de florentinos y turistas".
A principios de esta semana, un dron sobrevoló el histórico puente, que "nunca ha tenido una restauración de esta complejidad técnica", para una serie de reconocimientos aéreos tras la colocación de la plataforma flotante, que permanecerá en el interior del cauce del río unas tres semanas, moviéndose cada cierto tiempo de un tramo a otro del puente.
Desde la plataforma se llevarán a cabo operaciones de diagnóstico visual, seguimiento y análisis de datos de la estructura y de los elementos de madera, una prospección con georradar desde la superficie y otros estudios, según ha explicado el Ayuntamiento.
Entre las mejoras que se realizarán durante las obras, diseñadas en estrecha coordinación por los servicios de Bellas Artes y Viabilidad del municipio, figuran la eliminación de las manchas de humedad, el arreglo de las piezas de madera degradada y la mejora de la calzada, para evitar posibles filtraciones de agua de lluvia al interior del edificio.
Las primeras intervenciones llegarán en 2023, comenzando con la restauración del pavimento de la calzada, reemplazando las losas de piedra deterioradas y rotas por otras de la misma época y aplicando la capa protectora transpirable sobre ellas, además de otras reformas, mientras que los demás arreglos serán en 2024.
"A lo largo de los siglos el puente ha sufrido diversas transformaciones y numerosas consolidaciones, la última tras la dramática riada de 1966, pero nunca nos habíamos preocupado por el estado de la piedra y las decoraciones", explicó el alcalde.
La municipalidad no ha informado sobre si la restauración afectará de alguna manera a los más de cinco millones de turistas que acuden cada año a Florencia y al "Ponte Vecchio", uno de sus emblemas más famosos.
110 años tardó en construirse el actual Ponte Vecchio, hecho totalmente de piedra entre 1335 y 1345 sobre el río Arno, y tras sufrir al menos tres eventos destructivos.