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"Igual fue muy difícil, porque cuando uno está mucho tiempo laborando en un lado, en el caso nuestro, volver al país natal es muy duro, porque son dos realidades completamente distintas, además que ya tenía en ese entonces 55 años mi marido", comentó Elena Emelianova respecto al proceso que tuvieron que experimentar al llegar a Chile.
Según relata la pareja, si bien compraron tres hectáreas en Piedra Colgada, no tenían capital para invertir de inmediato en el anhelo de contar con olivos, por lo que se quedaron viviendo con un cuñado de Pedro que los aceptó de allegados en la Playa Rodillos, donde les dieron un terreno para hacer una cabaña. En ese entonces con suerte había 7 habitantes en ese sector.
Pedro Taras sólo tenía 10 años y no hablaba español. Sin embargo, aprendió con facilidad el idioma con sus compañeros de clases en Caldera.
"Sus amigos del colegio lo regalonearon mucho , como también los maestros, así que se acomodó bastante bien y pudo entender el español a la perfección y muy rápido", comentó Elena ene l proceso de aprendizaje de su hijo.
Tiempos de Cosechar y de emprender
Luego de ambientarse a la Región de Atacama y la compra de tres hectáreas más, Pedro y Elena decidieron comenzar su sueño de cultivar olivos. Con el apoyo de instituciones como Indap y Sercotec lograron acceso a agua de regadío y tener contactos para empezar su empresa el 2016.
"Hemos tenido mucho apoyo de parte de Sercotec y de los Centro de Negocios de Copiapó, puesto que generan charlas y reuniones con muchos emprendedores. De ese modo, vamos conociendo realidades y nos orientamos en conjunto", aludió Elena respecto al apoyo de herramientas de Gobierno en su pyme.
Pedro Pons argumentó que la ventaja de ellos, a diferencia de otros empresarios locales, es que "tenemos la experiencia de conocer muchas realidades y otras formas de procesos de inversión y de sustentabilidad. Además, tenemos estudios y los conocimientos necesarios para entender que la mejor forma de seguir emprendiendo es con la ayuda conjunta de entidades. También vendimos una hectárea porque entendíamos que debíamos generar recursos".
De acuerdo a lo planteado por su esposo, Emelianova argumentó que "por lo general el chileno teme consultar e investigar herramientas y se saltan procesos. Muchas veces con Pedro intentamos guiar a nuestros amigos que postulen a programas, participen en ferias y difundan sus productos en todos los canales posibles".
Para esta pareja, el emprendimiento va de la mano a la familia y, para ellos, apoyar el emprendimiento local, sean de las provincias de Chañaral, Huasco y Copiapó, debe ser trabajar en un bien común.
Reconocimiento regional
Olivar Tío Pedro es una empresa que tiene más de 7 años de experiencia y ofrece sus productos incluso en algunos supermercados de la cadena Unimarc en la Región de Atacama.
Hoy en día tienen su propia máquina para desarrollar aceite de oliva, cuyo valor supera los $11 millones de pesos y tiene otro mecanismo que les permite hacer paté de aceituna, el cuál les costó alrededor de $7 millones.
"Nuestra pyme necesita de aceite y grasas, por eso nos hemos dedicado a extraer materia prima de la mejor calidad posible, con un alto valor nutricional, como es el caso del olivo, y también que tenga un buen sabor, ya que podría llegar a ponerse amargo el producto final si no se realiza de manera adecuada", aludió Elena respecto al trabajo delicado que realizan.
"El apoyo desde un inicio con empresas de aceite de la Provincia de Huasco fue fundamental para nuestra empresa, ya que desde un principio no contábamos con la tecnología para desarrollar nuestro aceite. Además, también contamos con la ayuda de nuestro hijo, que se recibió de diseñador en la Universidad de Chile, lo cual es muy gratificante para mí y para Elena porque nuestra pyme es familiar".
"Nos hemos dedicado a extraer materia prima de la mejor calidad posible, con un alto valor nutricional, como es el caso del olivo, y también que tenga un buen sabor"
Elena Emelianova, Propietaria de Olivar Tío Pedro
"Tenemos la experiencia de conocer muchas realidades y otras formas de procesos de inversión y de sustentabilidad"
Pedro Pons, Propietario de Olivar Tío Pedro
5 hectáreas es terreno que la pareja tiene en el sector Piedra Colgada para cultivar olivos y otros productos.
7 años lleva la empresa Olivar Tío Pedro innovando sus productos en la Región de Atacama.