Correo
Los 33
Hace 12 años, 33 mineros de la Mina San José quedaron atrapados y milagrosamente se mantuvieron con vida por más de 2 meses hasta el exitoso rescate el 13 de octubre de 2010. De hecho, el 31 de agosto de ese año la perforadora Strata 950, encargada del "plan A" de rescate, comenzó sus trabajos, en lo que sería uno de los más épicos de la historia.
A más de una década de este acontecimiento, nos preguntamos qué aprendimos de esto. Quizás la lección más grande fue la proeza de estos 33 hombres que lograron mantenerse unidos durante ese tiempo, a pesar de las vicisitudes y que demostraron su ingenio y temple para sobrevivir encerrados en esas condiciones. Todos recordamos aquella nota del 22 de agosto del 2010 que nos dio esperanza y alegría y dio la vuelta al mundo: "Estamos bien, en el refugio. Los 33?.
¿Qué aprendimos luego de esto? La seguridad y prevención de riesgos siempre han sido prioritarios en la minería y otras industrias, pero muchas veces quedan como buenos protocolos y medidas "reglamentarias" que deben cumplirse para alcanzar una meta objetivo y que se miden periódicamente. Los mapas estratégicos de todos nuestros clientes hoy en día apuntan a tener 0 fatales en sus operaciones. Es decir, no permitir accidentes graves. ¡Gran avance!
La vida y la salud no se deben transar ante ninguna circunstancia. Este debería ser el principal valor que debemos transmitir no solo a quienes trabajan en faenas mineras, sino en todos los rubros y áreas de la empleabilidad. Entonces nos preguntamos, ¿por qué en algunas industrias como la aérea, los accidentes fatales son casi inexistentes, mientras en otras, esto sigue sucediendo?
Alejandro Inzunza, socio de Symnetics
Ciencia
Sin duda, pasar de 1 a 4 artículos vinculados a las ciencias en la propuesta constitucional es un gran avance para los científicos y científicas de Chile. Pero no es solo un aumento cuantitativo sino cualitativo: por primera vez se considera que la investigación científica en todas sus áreas, es decir, ciencias naturales, exacta y sociales, debe estar contextualiza de acuerdo con las necesidades de las personas y del ecosistema. Esto es sumamente relevante, ya que la ciencia ya no estaría desconectada de la sociedad, sino que en plena armonía con sus requerimientos y el medio donde nos desenvolvemos. Incluye también una visión descentralizada y enfocada en los territorios. Chile es un país con una enorme biodiversidad y, por lo tanto, es bastante lógico que lo que en Arica puede ser un tema de urgencia, probablemente no lo sea en Magallanes. Sea cual sea la opción ganadora, aún no queda mucho trabajo por hacer para posicionar a la ciencia como un tema central en la toma de decisiones e implementación de políticas públicas, esperemos que la propuesta de Constitución nos haga avanzar en comprender el rol que tiene para el desarrollo integral de nuestro país.
Nataly Venegas, coordinadora Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile
Mijaíl Gorbachov
Señor director:
Para muchos, incluyendo el actual líder ruso, Gorbachov fue una suerte de traidor, dado que facilitó la caída de la Unión Soviética a finales de 1991.
Estos grupos miran con nostalgia el poder y prestigio soviético, y añoran volver a la época en que EE. UU. y la U.R.S.S. negociaban las grandes decisiones de política internacional.
No obstante, aquellas personas olvidan que la genialidad del último líder soviético recae en su capacidad de abstraerse de la clásica política internacional, esa dictada por el interés nacional y la sobrevivencia del estado.
En contraposición, Gorbachov simplemente se enfocó en tratar de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, dejando de lado mezquindades tales como la carrera armamentista y la represión al pueblo soviético.
En resumen, Mijaíl Gorbachov, a pesar de su posición como líder del Partido Comunista de la U.R.S.S., no era un hombre controlado por la ideología, sino que simplemente una persona con un formidable sentido común.
Juan Pablo Sims, Centro de Estudios de Relaciones Internacionales UDD.
Innovación para enfrentar la crisis hídrica
Con alegría nos sumamos a la celebración de la Semana del Agua, convencidos de que la articulación y el trabajo colaborativo son el mejor camino para enfrentar desafíos difíciles. Este año ha sido más lluvioso que los anteriores, pero estamos muy lejos de tener razones para celebrar: la carencia de agua potable afecta a más de 1 millón de chilenos y estos compatriotas no pueden seguir esperando, pues las comunas más carentes son también las que presentan mayor inequidad social.
Las cifras son demoledoras: el 47,2% de las viviendas rurales, es decir 324.216 hogares en Chile, no cuentan con acceso formal a agua potable. Su abastecimiento depende en un 84,7% de pozos o ríos, que en el último tiempo han disminuido su caudal o han desaparecido por completo. Esto significa que estas familias obtienen abastecimiento de agua por medio de camiones aljibe, que sólo entregan 50 litros por persona al día, la mitad de lo recomendado por la OMS y de lo que se consume en una ducha de cinco minutos.
Como país tenemos muchas brechas pendientes y el acceso a agua es, sin duda, una de las más urgentes. Porque el agua es vida, es salud, es emprendimiento, es dignidad. Es urgente que las políticas públicas incorporen la innovación como camino para solucionar la grave crisis hídrica que nos afecta. Debemos explorar e implementar nuevas soluciones que permitan asegurar agua en las comunas con alta estrechez hídrica. Es hora de mirar soluciones "fuera de la caja". Es momento de pensar en agua de mar, agua del aire, agua lluvia o una combinación de éstas para dar solución a un problema que genera tanto dolor e inequidad social.
Antonia Rivera, directora Ejecutiva Fundación Amulén