Correo
Chile…
Respetado señor: Algunos de los recuerdos más hermosos de mi infancia fue el aprender a querer y valorar nuestros símbolos patrios…con gran emoción cantábamos nuestro himno nacional y contemplábamos con orgullo como el hermoso tricolor con la estrella solitaria iba ascendiendo por el mástil izada por estudiantes que les había correspondido el honor de realizar tan trascendental actividad.
A medida que creces vas descubriendo aspectos de la historia de nuestro país que nos hace admirar a hombres y mujeres que se desvivieron para hacer de nuestra nación algo que se asemejara a la Copia Feliz del Edén como cantamos en el himno.
Cuando chilenos y chilenas nos representan en el extranjero habitualmente en el ámbito deportivo uno de los momentos más sublimes es cuando se canta la canción nacional, los deportistas y nosotros como espectadores nos unimos en el sentir a pesar de que podamos estar a miles de kilómetros de distancia.
Toda comunidad unida es capaz de superar las mayores dificultades que se le presenten, cuando la naturaleza con terremotos ha destruido parte de nuestro país una cadena de solidaridad surge espontáneamente para ayudar a quien la está pasando mal…habitualmente como país empatizamos de inmediato con los y las que sufren…esta solidaridad ayuda a atenuar los daños materiales y los chilenos y chilenas que se han visto afectado no se sienten abandonados porque todo un país está apoyándolos.
Cuando nos hemos desunido Chile se ha desangrado y el alma nacional se ha contaminado de odiosidad dividiéndonos entre buenos o malos…hay heridas que aún permanecen abiertas.
Uno de los chilenos que nos prestigió a nivel internacional fue el gran científico y filósofo Humberto Maturana. Él planteó que la Democracia más que un sistema político es una forma de convivencia que tiene como base el respeto al otro, no es democrático el ofender y descalificar al que piensa diferente, no es democrático considerarte el dueño de la verdad y pensar que tu visión de país es la única posible.
Las ideologías limitan tu mirada sobre las realidades, tenía razón El Principito…sólo se ve bien con el corazón…cuando miramos con amor y respeto a los demás y a nuestro país.
Se acerca septiembre, las banderas flamearán a lo largo y ancho de Chile, las cuecas volverán a ser la banda sonora de nuestra nación los volantines danzarán en alguno de los límpidos cielos que nos cobijan y la vida continuará en esta hermosa nación que es nuestro hogar compartido, ojalá que unidos y unidas para seguir engrandeciendo a nuestra nación que con nuestro compromiso la podremos ir haciendo más justa e inclusiva.
Nuestros símbolos y tradiciones constituyen nuestra identidad en un mundo globalizado por lo tanto debemos cuidarlas y valorarlas.
Miguel Angel Aguirre, Chañaral
Plebiscito ratificatorio
Señor director:
"Quien bien tiene y mal escoge, del mal que le venga no se enoje" (Don Quijote de la Mancha).
Adolfo Paul Latorre, abogado
Paipote
Este 4 de septiembre, votaremos por una nueva constitución. Una propuesta que pone como uno de sus principales ejes, la defensa y cuidado de nuestro medio ambiente. Cuidar los ecosistemas es cuidar también nuestra salud y nuestra calidad de vida. Precisamente eso es lo que se deteriora en el Valle de Copiapó, territorio echado a las manos del extractivismo.
En la visita del Presidente Boric, se hizo mención de la preocupación por él socavón que existe en Tierra Amarilla. Esto, después de que una de las empresas dependientes de la Minera Candelaria extrajo mineral de manera irresponsable, causando la afectación que todos pudimos enterarnos con preocupación. Durante años la comunidad ha advertido de los peligros de tener estas faenas mineras junto a la población, hoy el mal accionar de la empresa canadiense nos da la razón. La minería destruye.
Esto me lleva a preguntar si es que, en el caso de Paipote, en la comuna de Copiapó, no pasa algo parecido en relación a la desprolijidad. ¿Se está actuando responsablemente con el anuncio de construcción de una nueva Fundición Paipote, en el mismo lugar?
Juan Manuel Cáceres, concejal por Copiapó
40 horas y la familia
Las indicaciones que presentó el gobierno al proyecto de #40horas, iniciativa que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, es una buena noticia para una ley que, como hemos visto, tiene un amplio consenso, y sobre esta es importante destacar algunos aspectos relevantes para las mujeres y sus familias.
Generalmente el trabajo se distribuye de forma desequilibrada, y son las mujeres quienes, mayoritariamente, deben conciliar la vida laboral con las responsabilidades familiares. Esto se agravó con la pandemia; durante la crisis sanitaria, vimos cómo ellas tuvieron que ingeniárselas para congeniar sus horarios laborales con los de colegios y jardines infantiles.
Ante esto, la ley busca incorporar medidas que hagan conciliables los cuidados con los horarios de ingreso y salida de los establecimientos educacionales, a su vez que incluye en esta también a los hombres para incentivar que de una vez, estos ingresen a dichos aspectos de la vida cotidiana. Es común que sean ellos quienes se dediquen por completo a su trabajo remunerado-porque son vistos como los principales proveedores y no cuidadores y por ende no ponen en riesgo su trabajo ni su sueldo- y que sean las mujeres quienes deban postergar o llegar a extremos para organizar labores de trabajo remunerado y de cuidado. Así, el proyecto apunta a que al tener más horas libres, se podrán redistribuir las labores de cuidados mediante corresponsabilidad.
En esa línea, destacamos en estas medidas la banda de horario ingreso diferenciado al trabajo, que permite que la labor de ir a dejar a los hijos e hijas al colegio y luego ir al trabajo, sea compatible, sin que signifique descuentos por atraso en el salario o amonestaciones.
Con esta ley creemos que se avanza en corresponsabilidad social, para que los y las trabajadoras que cuidan a sus hijos e hijas no deban postergar o poner en peligro su trabajo.
Francisca Millán Zapata, socia abogada AML Defensa de Mujeres