Un dolor de cabeza fue el que se llevó el alcalde de Copiapó, Marcos López, al ver como alrededor de 300 comerciantes itinerantes se instalaron en la línea del tren que posee la Av. Circunvalación, desde Luis Flores hasta casi llegar a Til Til bajo, para vender sus productos en el marco de la Fiesta de la Candelaria chica, que tendrá su procesión durante la presente jornada. Si bien la festividad es de carácter religioso, la denominada "feria de la Candelaria" contribuye con una arista comercial que hace aumentar la afluencia de público, tanto a la feria como a la misma fiesta religiosa. El problema, es que este año las ferias derechamente no cuentan con la autorización municipal.
Dado ese contexto, fue el propio jefe comunal quien dijo de manera enfática que "no hay permisos para esta actividad que no forma parte de las actividades tradicionales". Incluso fue más allá y advirtió que "no vamos a dar permiso y si se vuelven a instalar vamos a ir con fuerza pública para sacarlos".
Sin embargo, hay un detalle no menor en esta problemática para el jefe comunal. ¿Cuenta Carabineros con la suficiente dotación policial y logística como para desalojar a más de 300 locatarios? y no menos importante ¿Se ha pronunciado al respecto Ferronor, propietario de los terrenos donde se instalaron los comerciantes?.
Los dirigentes de los comerciantes que están vendiendo sus productos en la "feria de la Candelaria" argumentaron que habían intentado hablar con el alcalde, pero que este "no nos recibió". Pero ¿Eso los autoriza a instalarse en buen chileno "a la mala"?.
No todos los feriantes sacarán cuentas alegres cuando terminen su labor el lunes en la noche, pero tendrán que asumir un compromiso no escrito, que es dejar el lugar ocupado tal y como estaba antes de la instalación de los puestos. Si quieren seguir invocando a la "tradición" para mantener el carácter popular de la feria comercial.
De lo contrario, pasarán a ser considerados "malos vecinos" por los mismos pobladores de los sectores aledaños a la feria. Y si los locatarios ya están distanciados con el municipio encabezado por Marcos López, en caso de dejar sucio, marcarían un mal precedente si querrán trabajar para la Fiesta Grande de la Candelaria del próximo año, porque instalarse " a la mala" no es precisamente un buen paso.