Las raíces de un Potrerillos perdido entre los áridos cerros vuelven a surgir con visita
RECUERDOS. Alrededor de 60 personas pudieron volver a celebrar la tradicional fiesta de la Virgen del Carmen, luego de estar casi tres años suspendida producto de la pandemia. Ex residentes recuerdan con cariño el lugar que hace 23 años fue hogar de una decena de familias. Por otra parte Codelco, junto al sindicato N°2 de dicha localidad, se encuentran en conversaciones para declarar a la localidad como "zona típica".
Los ecos de antaño remecieron los corazones de los potrerillanos, tras volver a pisar la tierra que, en algún minuto los vio crecer. Por un momento, lo que estaba frente a sus ojos los trasladó hasta aquella época dorada, en la que forjaron a sus primeras amistades, obtuvieron sus primeros trabajos o aprendieron a leer y a escribir.
Una localidad que, a pesar de estar bastante alejada de otras, supo desenvolverse en el ámbito social, pues son los mismos ex residentes, quienes recuerdan los gratos momentos que les entregó la bohemia potrerillana, a través de los famosos clubes sociales, como el Caupolicán, los que cada cierto tiempo reunían al pueblo al ritmo de la música de la época y los shows artísticos.
Pero la fiesta, no era el único panorama, otros de los espacios construidos fue la creación del teatro Andes y la de clubes deportivos, los que ofrecieron otra alternativa de diversión para sus residentes.
De hecho, en materia deportiva, el fútbol fue la disciplina que tuvo un importante desarrollo dentro de la localidad, creándose clubes deportivos. Entre ellos el memorable Andes y Hospital, Valle del Huasco, Anaconda, Norte Unido, entre otros.
Otro de los elementos, recordados por las familias, es la "máquina amarilla", una popular locomotora diésel, que en algún momento unió por el trayecto ferroviario a Potrerillos con Barquito.
Y así, cada simple instancia o panorama, hiló la historia de un ex campamento minero, en las manos de quienes fueron capaces de humanizar un espacio inhóspito. Recuerdos que años más adelante siguen existiendo a través de anécdotas, relatos sobre un Potrerillos amado por los suyos y que además está próximo a cumplir 104 años desde su fundación el próximo 15 de agosto.
Hoy, las puertas de este ex campamento solo se abren dos veces al año, una para celebrar a la Virgen del Carmen, durante el mes de junio, y la otra cada 1 de noviembre.
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La pandemia paralizó estos tradicionales momentos, entre ellos la apertura del ex campamento. Sin embargo, luego de tres años, la localidad reabrió sus puertas al público, produciéndose una oportunidad para los ex residentes de volver a recorrer estas calles y luego que Codelco Salvador confirmara la actividad, retomando esta costumbre tan