Correo
Pañales para adultos: todo un símbolo
Señor director:
Hogar de Cristo es uno de los principales consumidores de pañales desechables para adultos en Chile; si no el primero.
Un ítem sanitario clave para cualquiera que haya cuidado a adultos mayores no valentes o a personas con discapacidades diversas o en estado de postración. Un objeto clave en el que es imposible hacer reciclaje o usos extendidos para ahorrar, aunque cuando no hay cómo financiarlos, no queda otra que recurrir al ingenio.
Conocemos de cerca el caso de una dirigente vecinal que recolectaba ropa usada, no para hacerse unas monedas como "colera" en la feria, sino para seleccionar la que era de algodón y convertirla en pañales de género a la antigua. Lo hacía para apoyar a otras mujeres, vecinas que tenían a una persona mayor postrada o a alguien con discapacidad y no les alcanzaba para comprar los desechables. No era lo ideal. Ni lo más fácil ni lo más higiénico, pero qué hacer.
Con el incremento de los precios de los bienes esenciales, a nuestros programas residenciales que atienden justamente a estas poblaciones en abandono y con necesidad de cuidado permanente, se les están produciendo agujeros bajo la línea de flotación, que requieren del apoyo de todos y todas. El forado económico que nos ha generado el alza de los pañales desechables se traduce en una cifra impactante: 30 millones de pesos en lo que queda del año. Y lo más complejo es que no son sólo estos insumos sanitarios los que han subido.
Sucede lo mismo con los gastos de alimentación, de calefacción, de transporte, de aseo e higiene… Es una suma que se multiplica en el total cada mes y nos tiene estimando un déficit presupuestario de mil 200 millones de pesos en nuestra operación nacional.
Carol Calderón, jefa de operación social de Hogar de Cristo
Golfo Arábigo: oportunidades para Chile
Las economías árabes del Golfo se encuentran en una franca transformación. Luego de beneficiarse por años de sus reservas de petróleo y gas, invirtiendo en su capital humano y en el desarrollo de sus países, en la actualidad están cambiando paradigmas y se preparan para dar el siguiente paso en su modelo económico.
Un catalizador de esta transformación es sin duda el cambio climático. Por una parte, el mundo se mueve hacia la descarbonización, la eliminación de plásticos de un solo uso y el reemplazo de la energía basada en combustibles fósiles. Por otra, su condición desértica les hace ser altamente dependientes del exterior en su aprovisionamiento de alimentos, cada vez más escasos por efectos de la crisis hídrica y los conflictos internacionales.
Es por esto que las nuevas generaciones de gobernantes de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar y Kuwait, con formación profesional del más alto nivel en Europa y Estados Unidos, han dado inicio a un cambio de modelo, diversificando su economía para reducir la dependencia del crudo.
De esta manera, los seis fondos soberanos de la región, listados entre los 13 más grandes del mundo, buscan oportunidades de inversión globales en energías renovables, desalinización, agroindustria, logística e infraestructura, a la vez que financian startups con innovación en dichas materias.
Los árabes han manifestado abiertamente su interés por Latinoamérica, como ha quedado de manifiesto en el Foro de Inversiones que se llevó a cabo durante Expo Dubái, y las visitas oficiales de prácticamente todos los países de nuestra región a nivel de Presidente o Canciller, con sendas delegaciones empresariales.
Los Fondos Soberanos árabes buscan invertir en Latinoamérica en energía solar, eólica, hidrógeno verde, infraestructura logística, desalinización, agroindustria e innovación; y los países de Latinoamérica compiten fuertemente por captar dichas inversiones presentando oportunidades concretas al más alto nivel empresarial y estatal.
Un mayor acercamiento y trabajo sistemático con los países del Golfo Arábigo redundará en importantes oportunidades de inversión para Chile, en estas materias de relevancia para nuestro desarrollo.
Jorge Daccarett, exembajador de Chile en Emiratos Árabes Unidos
Alcoholismo
Según el informe realizado por ACHS-UC a personas entre los 21 y 68 años en los meses de abril del 2020, noviembre 2020 y abril 2021, muestra que el consumo de alto riesgo es superior en la RM y en jóvenes entre los 21 y 44 años quienes presentan mayores incidencias. Los resultados además arrojan un 12.5% de consumo de riesgo, superior al 9,5% reportado en noviembre de 2020. Asimismo, la quinta versión del estudio "Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC" recién publicada que analiza cómo la pandemia ha afectado distintas áreas del diario vivir de los chilenos, mostró que, 1 de cada 5 personas mayores de 18 en Chile, respecto al inicio de la pandemia de Covid-19 persisten problemas como la soledad y la ansiedad y bajo este escenario muchas veces el refugio es el alcohol, ¿Pero a qué se debe esto?
Somos unos de los países latinoamericanos con más consumo per cápita y esto se suma a los altos índices de depresión. El aislamiento debido a la pandemia provocó en nuestro país y el mundo una visión de la vida totalmente distinta y nos refugiamos en múltiples cosas entre ellas el alcohol; agradable en un inicio, pero con un final terrible, ya que aumenta los riesgos suicidas, causa depresión e incrementa el sentimiento de soledad. Esto en una sociedad como la nuestra es realmente preocupante por el impacto emocional, familiar y social. Así nos vemos enfrentados a una pandemia que no tiene vacuna y que día a día se agudiza.
Si bien no existe vacuna contra el alcoholismo, si hay forma de detectarlo y ayudar a que esa persona pueda someterse a un tratamiento. Es un problema país del cual debemos hacernos cargo, y es importante poner alertas si un conocido tiene incapacidad para limitar la cantidad de alcohol que consume, deseo o intentos fallidos de reducirlo, incumplimiento de obligaciones importantes en el trabajo, la escuela o el hogar debido al consumo reiterado de alcohol, entre otros.
Matías Ibáñez, médico, experto en Alcoholismo, fundador de Pellet Alcoholismo