Lamentables diferencias entre neonatos chilenos y extranjeros
Una académica de la Universidad de Atacama realizó un estudio con estadísticas que llaman la atención y que necesitan mayor profundidad. Tomar estos datos como una simple estadística que afecta solo a los inmigrantes es un error grave, dado que tiene un efecto en diversas capas del sistema sanitario.
Diferencias en la vía de resolución del parto entre las mujeres chilenas e inmigrantes, como también en el peso de los recién nacidos fueron las principales conclusiones de un estudio desarrollado por la investigadora del Departamento de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Atacama, Magíster María Teresa Allende Salamanca, resultados que formaron parte de su tesis para optar al grado de Magíster en Salud Pública de la Universidad Católica del Norte.
En cifras el 57% las mujeres extranjeras son atendidas por un matrón o matrona, mientras que un 46,5% de las nacionales se tratan con un profesional de este tipo. "Eso se da porque las chilenas tienen más partos por cesárea y las extranjeras más partos vaginales o normales", comentó la investigadora.
Por una parte sería bueno conocer si se trata de diferencias culturales, económicas o de otro tipo y cómo esto impacta al sistema de salud, además de saber si se tratará de fenómenos que perdurarán y se intensificarán con el paso del tiempo. A saber, solo tomando la realidad local, el Hospital Regional registró una baja de un 11% en los partos, pero un alza de un 13% de alumbramientos en el caso de las inmigrantes.
Pero quizás lo más interesante y delicado tiene que ver con el peso de los neonatos, que en el caso de las chilenas era adecuado, a diferencia de los neonatos de madres extranjeras que era bajo.
Tomar esto como una simple estadísticas que afecta solo a los inmigrantes es un error grave, dado que tiene un efecto en diversas capas del sistema sanitario. Por lo pronto, un niño de bajo peso requiere de una atención más dedicada y un seguimiento por el bien propio, de la familia y del país, para evitar un alza en las cifras de desnutrición que se mantienen bajas respecto a otros países. Un niño con bajo peso puede sufrir trastornos digestivos y al sistema nervioso y problemas de crecimiento a largo plazo.
Los nacimientos con bajo peso pueden convertirse en una pandemia nacional si no son abordados de buena forma.