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nosotros abrimos, tenemos niños con déficit atencional e hiperactividad y si la mayoría son TEA, es lo que más piden en nuestros servicios son niños TEA.", comentó Carolina.
Como nació la idea y algunos pacientes
Carolina comentó además que ella siempre ha estado ligada a los caballos por su familia. "Mi hijo tiene ocho años, fanático de los caballos, entonces yo comencé haciendo paseos a caballo por Chamonate, porque siempre fui de la idea de por qué otros niños, como hijo, podían disfrutar de los caballos, no todos tienen un caballo en su casa, entonces partí haciendo es y nos fue súper bien y la mayoría del público eran niños".
Tras esto, a los paseos llegó un pequeño llamado Agustín con TEA. "Llegó a nuestros paseos y el cambio que él tuvo cuando él llegó y después se fue, de verdad que fue distinto, entonces ahí lo pensé y siempre supe del mundo de la equinoterapia, pero nunca me atreví a hacerlo".
Así fue como nació la idea del centro, según expresó Carolina. "Pensé que necesitaba hacerlo porque en nuestra región hay muchos niños que lo necesitan y lamentablemente acá no hay tantos centros de estimulación, de nada".
Posterior a eso, realizaron un curso de equinoterapia, por lo que dentro del centro, todo el personal está capacitado para trabajar con los dos caballos de terapia, Elegante y Amaranta.
Así también, contó sobre el caso de Joaquín, un pequeño de nueve años con el espectro autista, quien lleva un mes en la terapia y ha mostrado muy buenos resultados. " Joaquín se expresa a través de puras películas, solamente películas y el primer día que el vino dijo "corre como el viento tiro al blanco", después cuando terminamos la sesión, él se relajó bastante, terminamos la terapia y nosotros le preguntamos cómo se sentía y dijo que como "Hakuna Matata", entonces igual eso a nosotros nos llena".
Así también lo mencionó Valeria Álvarez, quien está a cargo de las terapias dentro del centro. "Es fabulosa (la terapia), porque para los niños es algo nuevo. Por ejemplo, ahora estamos con Joaquín y es la tercera vez que viene y hemos tenido un avance súper importante que no es una terapia dentro de una sala de clases, sino que les hacemos terapia arriba del caballo".
Por su parte, Natalie Cruz, psicóloga del lugar, expresó sobre estas terapias que "con algunos pacientes hacemos más que nada terapia emocional, el control de los niños, para que sepan reconocer sus emociones y regularlas y el caballo más que nada es como la herramienta de trabajo que tenemos nosotros. Es quien tiene el trabajo principal el caballo, porque ellos le entregan la tranquilidad y los niños terminan conectando con ellos que en realidad se ven muy relajados y además aprenden muchas cosas".
Finalmente, explicaron que el centro funciona con un plan mensual de cuatro sesiones al mes una vez por semana y que, "nosotros somos una empresa, pero atendemos al 50% de los niños gratis, la otra mitad paga y tenemos la parte social".