Frases
"La temporada no termina con el título de la Copa del Rey"
Manuel Pellegrini — Entrenador del Betis
"Aunque se demore en la tramitación, su efecto va a ser retroactivo"
Jeannette Jara
Ministra del Trabajo
El diálogo antes que la violencia
Llegar a tiempo, entregar soluciones viables y resolver lo urgente es el camino para contener la ira por problemas no resueltos. En la actualidad todos apuestan al diálogo constructivo y a los consensos y, por supuesto, a llegar a tiempo, a la celeridad en los temas urgentes para impedir hechos violentos.
Que la violencia no construye eso es sabido por todos. Que las demandas sin violencia no son oídas puede ser parte de un anecdotario específico pero bajo ningún punto de vista debe ser tomada como la fórmula para la resolución de los conflictos, porque el daño siempre afecta en mayor grado a los más necesitados y vulnerables.
Sin entrar en comparaciones, ni mucho menos equiparar los contextos de los distintos conflictos sociales en nuestro país, es innegable que la violencia se va abriendo espacios para visibilizar las demandas.
Ataques incendiarios, destrucción del mobiliario público y privado, ataques a las fuerzas de orden y otros pueden entenderse como fruto de la molestia, del olvido o del desinterés de las autoridades por resolver situaciones de antigua data, como ocurrió en el estallido de 2019. Allí la desigualdad en nuestro país y la falta de empatía de las autoridades desembocaron en marchas, pero también en actos violentos e incluso delictivos que se amparaban en décadas de desprecio y de inacción por entregar soluciones que cubríamos bajo un manto surrealista de Jaguares de Sudamérica y de estar muy cerca de los países desarrollados. Lo que realmente nunca existió y ello quedó al descubierto con manifestaciones de descontento ciudadano que se movilizó con ira por todo el país.
Hubo destrucción y hechos que lamentar y quedó instalada la sensación que esa era la vía para ser escuchados ante los oídos sordos de las autoridades.
Este tipo de situaciones no las erradicaremos a menos que haya respuesta pronta a las demandas y conflictos existentes. Que haya un real compromiso de avanzar en soluciones, con una mirada realista y sin prometer algo que no se podrá hacer en lo inmediato. Siempre será mejor hablar con la verdad y no crear falsas expectativas y demostrar con hechos la intención de solucionar lo presentado.
Fue el mismo Presidente Gabriel Boric quien reivindicó la libertad de manifestación siempre que sea pacífica. "La violencia no es el camino, quién crea que a través de la violencia puede lograr avanzar en sus reivindicaciones, está equivocado y le hace un daño a su causa", dijo.
Por ello en la actualidad todos apuestan al diálogo constructivo y a los consensos y, por supuesto, a llegar a tiempo, a la celeridad en los temas urgentes para impedir que se genere un caldo de cultivo para la rabia, la ira y la violencia desatada.
Nuestro archivo
16 años | 2 de mayo de 2006
Intensa actividad sísmica tuvo en alerta a atacameños
Pese a que el domingo hubo más de 170 temblores, sólo cerca de once de ellos pudieron ser percibidos por la gente, los cuales se concentraron en la jornada diurna.El sismo más intenso tuvo su epicentro en Copiapó y se registró a las 17.40 horas, marcando marcó 6,3 Richter,con la tierra moviéndose violentamente.
10 años | 2 de mayo de 2012
El autocarril reapareció este fin de semana largo
Cerca de las nueve de la mañana, los organizadores de este viaje del autocarril esperaban a algunos turistas alemanes para que se embarcaran a recorrer la vía férrea de Copiapó. El plan inicial falló y algunos copiapinos que esperaban en la estación pudieron disfrutar de un paseo, que culminó en la intersección de Circunvalación con Luis Flores.
9 años | 2 de mayo de 2013
Autoridades simulan terremoto de 8,7
La intención era medir los tiempos de reacción, así como conocer los recursos materiales y humanos para enfrentar una emergencia. Se trataba de un simulacro de terremoto de 8,7 grados en la escala de Richter con epicentro en la provincia del Huasco, que convocó a diversas autoridades de Atacama.
La reconstrucción de un imperio
El siglo XIX fue un período de gloria y esplendor para los imperios tradicionales. El siglo XX, en cambio, vio su disolución. El último, aunque nunca se proclamó como tal, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, se desintegró entre el 11 de marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991.
Desde la caída del imperio Romano, la disolución de un conglomerado de naciones a veces muy diferentes entre sí, nunca ha sido fácil.
La primera Guerra Mundial puso fin a cuatro imperios: el Austro-Húngaro, el Alemán y el Otomano. El cuarto, el imperio de los zares rusos, bajo el dominio soviético mantuvo gran parte de su territorio.
La decadencia del imperio Austro-Húngaro empezó con el asesinato del heredero del trono, el archiduque Francisco Fernando, en Zarajevo, en agosto de 1914. El Imperio Alemán -el Segundo Reich- surgió tras la unificación de Alemania el 18 de enero de 1871, hasta el fin de la guerra en noviembre de 1918.
En todos estos casos, las secuelas tuvieron larga vida. Al final de la Unión Soviética, en algunas de las quince repúblicas quedaron grupos que no querían separarse de Rusia.
En Ucrania, junto con la invasión ordenada por Putin se manifestaron los partidarios del régimen ruso en el Donbass, donde hay dos provincias gobernadas por grupos separatistas pro-rusos: Donetsk y Luhansk. Una tercera ciudad Kaliningrado, entre Lituania y Polonia, se encuentra a unos 600 kilómetros de la frontera con Rusia.
Según The Washington Post, la invasión rusa ha resultado contraproducente: "mientras la OTAN advierte que la guerra podría prolongarse durante años, altos funcionarios estadounidenses están sentando las bases para un orden de seguridad global diferente".
Treinta años después de la disolución de la URSS, Vladimir Putin está intentando reconstruir el imperio de los zares y de Stalin, a sangre y fuego, empezando por Ucrania
El ataque con cinco cohetes a Kiev, durante la visita del Secretario General de la ONU, demostró fehacientemente cuáles son sus intenciones.
Abraham Santibáñez
Periodista, Premio Nacional de Periodismo 2015