José Luis Perales: "Mientras haya historias que contar, ahí estaré yo"
MÚSICA. El cantante y compositor español realiza la última parte de su gira de despedida que lo tendrá en Chile este 21 y 22.
Tras casi cinco décadas enamorando al mundo hispano con sus himnos, José Luis Perales quiere bajarse de los escenarios y dedicar más tiempo a los placeres de su vida. Eso sí, en una conversación con agencia Efe en Buenos Aires, en la que defiende el reguetón y desnuda sus eternos miedos, el prolífico artista español advierte: "Mientras haya historias que contar, ahí estaré yo".
"Si las musas llegan y me soplan al oído una nueva canción, por supuesto que las voy a escuchar. Y si eso pasa, pues tendrá que haber disco. Lo que no creo que ya vaya a haber, aunque nunca se puede decir 'de este agua no beberé', es otra vez estos conciertos y giras tan largas", cuenta el autor.
Padre de dos hijos, ya mayores, y abuelo de cuatro nietos, Perales, que además de triunfar cantando atesora una larga carrera como compositor de 'hits' para Raphael, Isabel Pantoja, Rocío Jurado o Mocedades, cree que su presente pasa por seguir disfrutando de su "pasión", la música, pero de otra manera, escribiendo en paz en el pedazo de campo que tanto ama.
"Tiene mucho de mí de pequeño. De niño iba a coger cerezas a ese sitio, y llegar allí de nuevo es escuchar a los pájaros diciendo, 'a ver qué pasa hoy, a ver de qué vas a escribir hoy'", señala.
Miedos eternos
Inmerso en la gira "Baladas para una despedida", que en su último tramo le lleva a Argentina, Chile (el próximo jueves y viernes) y Uruguay tras pasar por Estados Unidos, dice adiós a los escenarios -el último concierto será el 24 de abril en Montevideo- con facultades intactas -"curiosamente después de tantos años canto mucho mejor", asegura- y con más aplausos que nunca.
"Quiero terminar tal como empecé pero con menos miedos. Y ahora mismo simplemente tengo el miedo de mañana cuando cante, porque no creas que se me han ido los miedos", insiste.
Ese temor al fracaso lo arrastra desde que, a comienzos de los 70, siendo estudiante de maestría industrial al que le encantaba componer canciones, el productor Rafael Trabucchelli le cambió la vida cuando le animó a cantar y no solo escribir.
Y el destino llevó a este autor que no quería ser cantante a publicar en 1973 su primer álbum, que incluía "Celos de mi Guitarra".
Ese disco "explotó rápidamente y antes que nada aquí en Argentina. A las dos o tres semanas me llaman de la compañía y me dicen que tengo que venir a recoger el disco de oro", cuenta Perales con evidente orgullo.