Frases
"Es posible tener una representación de los pueblos originarios, pero tiene que hacerse correctamente"
Juan Tagle — Presidente del Servel
"Daña nuevamente a la Convención"
María Elisa Quinteros
Presidenta de la Convención
"Es posible tener una representación de los pueblos originarios, pero tiene que hacerse correctamente"
Juan Tagle — Presidente del Servel
"Daña nuevamente a la Convención"
María Elisa Quinteros
Presidenta de la Convención
Una travesía famosa como la de Ulises de Homero (leída en la escuela); controversial y obscena en su época como la homónima de James Joyce (confieso que no he leído esta novela por completo, sólo algunas páginas, suficientes para mi intelecto que va inversamente proporcional a su extensión y que aún no he superado); o la iniciada hace una década en las universidades, pasando por calles y plazas hasta La Moneda, en un periplo que comenzó en Magallanes y aún no sabemos dónde terminará, delinea a un nuevo Ulises, al más austral. Todas ellas son una odisea (de Ulises u Odiseo), pueden llevar años o transcurrir en un solo día o en cuatro años, aduciendo a cada una, respectivamente.
Pero periplo es un viaje que termina siempre donde se comienza, no olvidemos a Odesa - por lo acontecido en los últimos días - la ciudad puerto que lleva este nombre de origen griego y que cabe perfectamente en una odisea epopéyica de éstas, un viaje no importando cuanto dure, pero con un "apreciado" espacio en disputa de una tierra fronteriza llamada Ucrania.
El viaje se inicia en una asamblea de dioses y un hijo (Telémaco) que busca a su padre, de un padre que busca el retorno con su hijo y su amada (Penélope); entre un teje y un desteje, no faltan en la historia los lestrigones ni las sirenas ni los cíclopes y, hasta la misma morada de Hades se desciende en la travesía.
Una travesía que no es más que el amor y desamor de la poesía y la política, donde no todos son capaces de tensar el arco para pasar la prueba de lanzar una flecha por los ojos de doce hachas y sobreviene la venganza antes del reconocimiento. Su último canto o capítulo termina con "El pacto", un pacto para vivir en paz, aunque sea por unos pocos años más.
Permítanme recordar lo siguiente, unos versos recitados en un programa de televisión: "Estar enamorado… Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama…", de Francisco Luis Bernárdez; el verso poético del rescatado mural de Matta: "Ven-seremos-uno"; y la afirmación de Dedalus (en la de Joyce): "la historia es una pesadilla de la que estoy tratando de despertar y Dios es un grito en la calle".
La poesía, al igual que la Historia, es de quien la usa no de quien la escribe.
Álvaro Lira
Ingeniero Civil Industrial
Más de 70 ex trabajadores de la minera San Esteban Primera S.A. concurrieron hasta las oficinas de la Inspección del Trabajo en Atacama para denunciar el no pago de la primera cuota del saldo de los finiquitos pactados con la
compañía, y cuyo plazo vencía ayer, tras la declaración de quiebra de la propietaria de la mina San José.
Desde el domingo que el alcalde de
Copiapó, Marcos López presentaban molestias de salud, las que sus
más cercanos atribuyen al poco descanso que tuvo el edil el fin de semana por diversas contingencias y en
general por lo intenso de los primeros meses a cargo de la municipalidad.
Cuando faltan diez días para que asuma el nuevo gobierno, finalmente se "reinaugurará" el estadio Luis Valenzuela Hermosilla de la ciudad de Copiapó. Antes de irse, las actuales autoridades quisieron destacar el término de los trabajos de reinaguración de este remozado estadio copiapino.
Largas filas se han registrado en los últimos días en el centro copiapino y recintos como Mall Plaza para la compra de uniforme lo que trajo consigo la frase del "chileno a última hora", lo que puede ser cierto, pero también está matizada por otros factores. Y es que tras dos años de pandemia, padres y apoderados no sabían lo que hacer hasta último momento. Si bien hace semanas se confirmaron las clases presenciales, la posibilidad de la suspensión siempre estuvo en mente para un buen grupo de copiapinos y, por ende, se fueron extendiendo los plazos hasta que ayer hubo una masiva concurrencia a los recintos comerciales. Junto a esto, el 28 de febrero fue día de pago.
El buzo se transformó en el principal producto, lo que hace mucho sentido. Es cómodo, especialmente para las niñas, y se privilegia lo económico dado que se evita la compra del tradicional uniforme, el cual se sigue manteniendo en la nebulosa.
Comprarlo o no puede parecer opcional y el propio Gobierno ha sido claro en que los recintos no pueden prohibir el acceso o permanencia de estudiante alguno por no tener el uniforme y llamó a los colegios a ser flexibles, pero en la práctica no todos son así.
Los colegios establecen reglamentos que chocan con esta idea y pueden tomar medidas disciplinarias si no se cumple con el "estándar" de ese reglamento.
Pero no es lo único, dado que incluso si el alumno puede estudiar sin su uniforme se puede transformar en una incomodidad al ver a sus pares con la tenida del colegio. La "presencia" es un concepto muy arraigado en la sociedad y el "vestir distinto" perjudica al alumno e incluso puede ser "mal visto" por sus pares.
Esto trasciende las aulas y llega al núcleo familiar como un tema que puede llegar a desagradar. Y es que padres y apoderados, especialmente de sectores vulnerables o clase media, terminan desembolsando dinero al sentir que los suyos pueden terminar inquietos en las salas de clases.
Pareciera preciso zanjar definitivamente el tema del uso del uniforme escolar, especialmente cuando hablamos de sectores vulnerables y, bajo ese prisma, el buzo debería ser el estándar para todos.
Permite la identificación con el recinto, se convierte en "el" gasto de ropa y es más cómodo, especialmente para las niñas.