Cáncer, nuestra pandemia 2.0
El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, enfermedad que tiene un gran impacto en la salud pública en Chile. El estudio "Cómo enfrentar la creciente carga del cáncer en Chile: Desafíos y oportunidades", de la Iniciativa Integrada para el Control del Cáncer en América Latina, evidenció que la incidencia del cáncer en Chile (de 195,5 nuevos casos cada 100 mil habitantes en 2018) es similar a Argentina, Colombia, México y Brasil, los países latinoamericanos con mayor presencia de la enfermedad. Además, prevé que esta tasa aumente en nuestro país a 74.973 nuevos casos para 2030 y 94.807 para 2040.
La misma investigación proyecta un significativo aumento en el nivel de mortalidad del cáncer en Chile, que ascendería a 55.698 para 2040, un incremento de 83,7% o, en otras palabras, 25.384 muertes adicionales a las registradas actualmente.
La prolongada pandemia por Covid-19 ha agudizado estas cifras, debido a la falta de diagnósticos oportunos y acceso a tratamientos, generando una pandemia 2.0, pero de cáncer. Esto porque, al detectar la enfermedad en etapas más avanzadas, los pacientes terminan necesitando tratamientos más complejos y con un peor pronóstico.
Para hacer frente a esta pandemia 2.0 es fundamental que las personas retomen sus controles y exámenes preventivos. Las nuevas autoridades, aún con la emergencia del Covid-19 presente, tendrán el enorme desafío de asegurar que las personas accedan a tecnología médica para realizar diagnósticos, tratamientos, cirugías y terapias a tiempo para el cáncer.
Desde la industria de dispositivos médicos siempre hemos contribuido en la prevención, diagnóstico, tratamiento y cuidados terapéuticos del cáncer, aportando a la calidad de vida de los pacientes. Y en el nuevo periodo presidencial reforzaremos nuestro espíritu colaborativo para que exista acceso a más y mejores dispositivos médicos a todas las personas que se enfrentan a esta enfermedad.
Gabriela Garnham gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile.
Iniciativas populares
Estamos viviendo tiempos de cambios sociales históricos, donde la ciudadanía se ha empoderado y concientizado de las transformaciones que quieren para su vida y las futuras generaciones. En este escenario vemos como todos los años personas, empresas, organizaciones e instituciones se comprometen con el avance de la inclusión y apoyo a la comunidad LGBTIQA+ y disidencias sexo-genéricas, pero hoy con la puesta en marcha de las votaciones por las iniciativas populares en la convención constitucional, aparece una contradicción al observar el bajo apoyo a las iniciativas que buscan impactar en la comunidad LGBTIQA+, estando muy lejos de alcanzar los 15.000 patrocinios.
A la fecha ya existen propuestas que han llegado a la meta, sin embargo, las principales propuestas presentadas por "Duras" (Disidencias Unidas Reconstruyendo Alianzas Sexopolíticas) que agrupa organizaciones LGTBIQA+ de todo el país, no han podido llegar al público general.
La oportunidad de incidir en la convención no debe ser desaprovechada, el patrocinio de por lo menos una de estas iniciativas tiene el potencial de cambiar la vida de la población LGTBIQA+ por completo. La próxima vez que hablemos de apoyar a la diversidad, cuestionemos qué hemos hecho por el apoyo directo. Nunca habíamos tenido una oportunidad tan grande como la actual para actuar y el tiempo para hacerlo se acorta. Juntas, juntes y juntos podemos hacer un cambio.
Martina Valenzuela Levi coordinadora del programa electoral de disidencias de Gabriel Boric
Símbolos, emociones y realidades
El presidente electo, Gabriel Boric, dispone de un capital simbólico muy relevante. Ello ocurre porque junto con su gabinete representa una nueva generación, una diversidad nunca antes vista en el poder ejecutivo chileno y un estilo de hacer política con una aproximación emocional que supera el excluyente racionalismo clásico atribuido a los economistas, que han llevado la batuta durante los últimos decenios.
La verdadera peregrinación que a diario se produce frente a la llamada "Moneda Chica" y el apego extremo que genera la figura presidencial son demostración palpable de este fenómeno.
Pero este capital simbólico y emocional se contrapone con una realidad política y económica en extremo compleja, que llevará al nuevo gobierno a enfrentar duros desafíos en los próximos meses.
¿Bastará entonces este fuerte apego a la figura presidencial y a la de sus principales ministros para sobrellevar incólumes las severas crisis que vienen?
Lo más probable es que sí, que este capital simbólico le permita mantener su popularidad más allá de la llamada "luna de miel" que se le concede a los gobiernos entrantes, por lo general de alrededor de 90 días.
Sin embargo, este apego tampoco será eterno.
Jorge Gillies, Académico de la Facultad de Humanidades y Tecnología de Comunicación Social, UTEM