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Medicina

Estudian un test que confirma el contagio de covid en veinte segundos

CORONAVIRUS. La U. de Valparaíso analiza Virolens, un dispositivo distinto al PCR o test de antígenos que permite detectar la presencia del virus a través de una muestra sublingual.
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Redacción

Un equipo de médicos e investigadores de la Universidad de Valparaíso y del Hospital de Quilpué comenzaron un estudio clínico a nivel nacional para validar la sensibilidad y especificidad de una nueva prueba diagnóstica que permite confirmar un contagio de covid-19 en 20 segundos.

El dispositivo llamado Virolens es desarrollado por la firma británica i-Abra y su tecnología es distinta al examen PCR o los test de antígenos que se usan en la actualidad.

Este innovador instrumento detecta la presencia de la infección a través de una muestra de saliva extraída bajo la lengua, que luego se analiza en un microscopio holográfico con un software de inteligencia artificial.

El médico infectólogo Rodrigo Cruz, investigador responsable del estudio y director del Centro de Diagnóstico e investigación de Enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la UV, señaló que "esta revolucionaria prueba no invasiva ha sido desarrollada especialmente para determinar la presencia de virus vivos, en particular el que produce esta enfermedad, mediante la captura y análisis de imágenes extraídas de la muestra salival".

"Después se procesa de manera automática con un programa que se ejecuta en una computadora con un módulo de inteligencia artificial", añadió.

Un estudio de campo

Key Options, representante de i-Abra en Latinoamérica y el Caribe, seleccionó instituciones médicas y científicas de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Bermuda, Medio Oriente, Brasil y Chile para contar con un análisis amplio y representativo.

A nivel nacional se considera la aplicación de esta prueba rápida a 600 personas sintomáticas y asintomáticas de la población general, que antes se hayan realizado un examen PCR.

Los objetivos del estudio son determinar la sensibilidad y especificidad del equipo Virolens para detectar el SARS-CoV-2, determinar la carga viral de muestras positivas y establecer la posible presencia de variantes en los positivos.

"A cada uno de los individuos seleccionados se les extraerá una muestra de saliva sublingual con un hisopo, técnica no invasiva, que es mucho más rápida y menos incómoda que la que emplea una torula nasofaríngea", explicó Cruz.

El doctor complementó que "una vez obtenidas, estas muestras serán procesadas por el laboratorio de biología molecular del Hospital de Quilpué. Nuestra meta es obtener una sensibilidad de 90% o más para esta prueba, lo que implicaría un alto grado de efectividad diagnóstica".

Sus ventajas

Según el director del estudio, la técnica de detección que se ha utilizado hasta ahora, los PCR, tienen un costo alto y su tiempo de latencia para el resultado es de varias horas, situación que complica entregas oportunas de resultados y, por consiguiente, dificulta una trazabilidad de contactos estrechos para poder contener la pandemia.

"La búsqueda de técnicas diagnósticas con resultados rápidos, como la desarrollada por Virolens, podría ayudar a un mejor control de la pandemia y mejorar la trazabilidad, considerando escenarios como aeropuertos, espectáculos masivos o búsqueda activa en recintos, donde se podrían tomar medidas mucho más oportunas para evitar la diseminación de este u otros agentes en el futuro".

"El estudio debiera finalizar a más tardar a fines de febrero y, de ser positivo, la idea que tenemos es presentar los resultados ante el ISP para que éste pueda autorizar su aplicación, al menos en modo de emergencia, a partir de marzo", sentenció el doctor Rodrigo Cruz.

En el estudio también participan los investigadores de la Escuela de Ingeniería en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Valparaíso, Stéren Chabert y Rodrigo Salas, y los especialistas del Hospital de Quilpué, Camila Navarro y Adrian Goecke.

La importancia de la búsqueda activa

Constantemente las autoridades sanitarias han resaltado la importancia de los testeos para evitar la propagación del coronavirus en Chile durante la pandemia. Hasta el último reporte del Ministerio de Salud, en el país se han tomado 29.820.816 exámenes entre PCR y test de antígeno. De hecho, pese a las largas esperas y quiebres de stock durante la semana pasada, se registró un promedio que supera las 100 mil tomas de muestras diarias a través de métodos autorizados por el ISP.

600 personas considera el estudio en Chile, entre personas sintomáticas y asintomáticas que primero se hayan realizado un PCR.

90% de sensibilidad es la meta planteada por el doctor a cargo de la investigación, lo que implicaría un alto grado de efectividad.

El hombre que vive con serpientes como mascotas en un ambiente parecido al de su hábitat natural

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José Alberto Delgadillo sueña con tener una tienda de exhibición de reptiles en Managua, capital de Nicaragua, aunque por ahora se limita a convivir en su casa con 45 serpientes, desde las más inofensivas hasta las más venenosas, a las que cuida como si fueran sus hijos, con el fin de demostrar, entre otros, que esos animales no son peligrosos sino se les molesta.

Delgadillo, un veterinario de 27 años que reside en Matagalpa, una ciudad del norte de Nicaragua, convive en su vivienda con 45 serpientes de 15 especies -algunas muy venenosas como la barba amarilla (Bothrops atrox)-, a las que considera sus "mascotas".

El joven coleccionista de reptiles explica que los acoge en un intento de acabar con los prejuicios y estigmas que sufren estos animales exóticos, incluso bíblicos.

En su colección tiene, entre otras, falsa coral, boa constrictor, serpientes de cascabel (Crotalus), pitones (Pythonidae), culebrilla Verde (Oxybelis fulgidus), todas especies que existen en Nicaragua, entre rescatadas, regaladas o compradas en criaderos.

Un albergue de reptiles

Delgadillo cuenta que hace ocho años descubrió su amor por los reptiles sin sospecharlo, cuando de mascota tuvo una iguana y no encontró, en el lugar que reside, quién pudiera atenderla cuando estaba enferma, lo que lo motivó a estudiar medicina veterinaria y especializarse en serpientes.

Ahora, además de atender casos clínicos en reptiles y animales domésticos, tiene una colección de 45 serpientes a las que trata de mantener en un ambiente parecido a su hábitat natural, en cuanto a temperatura, humedad, luces adecuadas, así como alimentos vivos que son propios para estas especies.

La sala de su vivienda, de dos pisos, está llena de terrarios, cajas de vidrios y cajas de madera que abre sin problemas para poder limpiar o darles de comer a la serpiente que se encuentre en el interior.

Además de él y sus inusuales acompañantes, en la casa habitan un inquilino, un perro, doce tortugas terrestres, seis iguanas y tres dragones barbudos, que son totalmente inofensivos y que acaricia como si fueran gatos.

La casa ahora se ha convertido en un pequeño albergue de reptiles, por el que se paga un precio simbólico por ver.

El lugar recibe visitas regularmente, en especial los fines de semana, y tiene como fin mostrar las "bondades" de estos animales, ya que, asegura, son tranquilos y únicamente atacan cuando se sienten amenazados.

45 serpientes tiene José Delgadillo en su casa ubicada en Matagalpa, donde recibe visitas por un precio simbólico de entreada.

27 años tiene el nicaragüense, veterinario de profesión inspirado por el cariño que ha desarrolado por los reptiles.