SSA prendió las alarmas tras intentos de sacar el pase de movilidad sin vacunarse
TERCERA DOSIS. El director del Servicio de Salud dijo que los casos han subido los últimos días y denunciarán ante la Fiscalía dos hechos concretos ocurridos en Copiapó. Desde el laboratorio de la UDA advierten que estos actos propician la mutación y propagación del SARS-CoV-2.
El director del Servicio de Salud Atacama (SSA), Claudio Baeza, informó que la red asistencial está reforzando su vigilancia en los puntos de vacunación covid-19 a raíz de los intentos por obtener el pase de movilidad sin inyectarse la tercera dosis. Baeza alertó que han detectado "personas que se presentan sin carnet de identidad, que guardan un cupo, o presentan otro tipo de documento para poder vacunarse", y que en Copiapó "la última semana y sobre todo los últimos días hemos recibido dos denuncias concretas por parte de los puntos de vacunación".
Sin embargo, el alza en este tipo de malas prácticas no sorprende, ya que se relaciona con el anuncio del gobierno respecto a la anulación del documento para aquellos y aquellas que no cuenten con la tercera dosis de la inoculación. Y es que incidentes similares ya han hecho noticia en otros países (ver recuadro).
En cuanto a las situaciones descubiertas en Copiapó, Baeza reveló que "una persona se acercó al punto de vacunación con un carnet que no le correspondía, y la otra es una persona que se inscribió dentro del proceso de vacunación y posteriormente sale arrancando, sin que sea (parte) del proceso de vacunación. (Los antecedentes) están en manos del equipo legal del Servicio de Salud Atacama, y vamos a realizar la denuncia respectiva a Ministerio Público".
Además, el director del SSA enfatizó que "hemos en conjunto con la atención primaria reforzado la vigilancia en los puntos de vacunación y estamos tomando todas las medidas internas en los puntos de vacunación, para estar muy alerta a este tipo de situaciones, o este tipo de suplantaciones que ya se está dando y está comenzando a pasar en la Región de Atacama".
Efectos secundarios de la tercera dosis
Otro factor que podría incidir en la aparición de personas suplantando o tratando de suplantar a terceros en los puntos de vacunación, es el miedo a recibir la tercera dosis de la vacuna por sus efectos secundarios.
Sobre esta posibilidad, el director del SSA dijo que "se da en la misma proporción entre personas que se vacunaron con esquemas heterólogos u homólogos, es decir con un mismo tipo de vacuna, Pfizer, o con esquema distinto. Sobre el 50% de los casos hay dolor importante en el brazo, sensación de fatiga o dolor muscular seis horas después que se vacunó, y la cefalea. No dura más allá de 24 horas, son síntomas muy leves, muy focalizados que efectivamente se da posterior al proceso de la dosis de refuerzo. Es una sintomatología esperable".
Por su parte, el director del Laboratorio de Biología de la UDA, César Echeverría, apuntó a que la gravedad está en que "hay un trasfondo, una persona no se quiere vacunar y busca la alternativa de suplantación será un vector para el virus (...) le están quitando vacunas a gente que las necesita, eso es lo complicado".
Además que "esas mismas personas (si se contagian) pueden generar variantes y esto no va a terminar nunca. La única forma de arrinconar el virus y que no genere variantes es que la mayor población posible esté vacunada".
Dentista trató que lo inyectaran en un brazo falso
Medios internacionales informaron que hace seis días en el centro de vacunación covid de Biela-Italia, un sujeto intentó obtener el pasaporte sanitario sin recibir la inyección contra el covid-19 usando un brazo falso. La profesional que lo atendió empezó a sospechar al tocar la extremidad y ver que el color no era exactamente natural, tampoco podía encontrar las venas, así que pidió al paciente que mostrara el brazo por completo y descubrió el engaño. Al ser sorprendido, el hombre pidió a la enfermera que hiciera vista gorda guiñando un ojo. Sin embargo, la funcionaria de salud siguió el protocolo y denunció el caso a la Policía. Al parecer, el hombre era un dentista de 57 años que había perdido su autorización para seguir trabajando debido a que no había sido vacunado. Además, desde esta semana en el país europeo se exige el pasaporte covid-19 para ir a bares, restaurantes, teatros y gimnasios.