Diálogo por un Sistema Nacional de Cuidados
El estudio "Igualdad de Género en Chile" presentado por la OCDE, evidencia una vez más el enorme daño que la crisis económica y sanitaria le ha proporcionado con especial fuerza a las mujeres, principalmente en términos de participación laboral femenina y en la sobrecarga de labores domésticas y de cuidado, señalando que las mujeres en Chile realizan 12 horas más a la semana de trabajo remunerado y no remunerado que los hombres.
Dentro de la serie de recomendaciones que entrega el organismo internacional, se encuentra la creación de un Sistema de Cuidados más completo, y entregar mayor cobertura en beneficios sociales de maternidad y paternidad. Estas medidas son muy bien recibidas, necesarias y urgentes, por lo que no podemos permitir que queden solo en papel como una recomendación más. Para su formalización y materialización es fundamental avanzar en políticas públicas que integren la mirada de los distintos actores involucrados.
Un valioso trabajo en esta línea es la segunda Mesa de Diálogo Social Tripartita sobre Cuidado y Corresponsabilidad que comenzó esta semana -impulsada y financiada por la Subsecretaría del Trabajo-, en la que durante 2 meses representantes del sector empresarial, sindical y gubernamental participarán en un ciclo de diálogos con el objetivo de crear consensos y realizar una propuesta para un Sistema Nacional de Cuidados para Chile. Estoy convencida de que a través de un ejercicio de entendimiento mutuo como este, lograremos concretar políticas que permitan la reinserción, permanencia y desarrollo de la mujer en el mundo laboral.
Marta Manríquez, directora FoqusChile
Desarrollo Social: la importancia e impacto de la mirada humanista
En su obra El Método de 1977, el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin, nos adelantaba uno de los análisis aplicables a la realidad que enfrentamos hoy, de crisis sociales, de convivencia o relacionales, no solo en lo específico o particular, también en lo colectivo, comunitario, organizacional. "Vivimos en un mundo dominado por la lógica técnica y económica, en el que existe la ilusión casi palpable que tan sólo es real aquello cuantificable, pero, ni el amor, ni el sufrimiento, ni el entusiasmo, entran en la cuantificación", aducía, haciendo un llamado a ver y analizar más allá de los números, de los datos, con la finalidad de dar importancia a lo interpersonal, a entender el contexto y validar a las personas desde su singularidad.
Por su parte Maturana enseña que lo social constituye la legitimidad de unos y otros en las relaciones, en las conductas en las cuales el otro surge como legítimo otro. Es decir, el conocimiento y reconocimiento mutuo abre espacio a la confianza y ésta da paso a la voluntad de colaboración, las bases para una convivencia fraterna.
Con relación a lo anterior, la escuela de Desarrollo Social tienen un rol en el impacto de la mirada humanista para entender esas problemáticas, ofreciendo un marco de conocimiento para la búsqueda de soluciones a ellos.
Los cambios sociales se logran mediante estrategias de participación que permite diagnóstico, la propuesta y la solución, es proceso progresivo, sistemático, democrático y formalizado. Por tanto, nos sentimos interpelados desde lo profesional y personal, debemos ser un motor que empuje el mejoramiento de las condiciones de vida, por medio de un mecanismo profesional, formalizado, validado y medido.
Debemos adaptarnos a las exigencias de un mundo en constante cambio social, transformando a la educación en una piedra angular para disminuir las brechas y colaborar con los grupos más vulnerables, en nuestro caso como Escuela de Desarrollo Social AIEP, hemos desarrollado proyectos de impacto en todo el país, con centro de ayuda, guía y clínicas profesionales para colaborar con todos ellos, siendo un actor social activo en todo el país.
El compromiso con el bien común y la integración constructiva desde la mirada del desarrollo social en equipos multidisciplinarios es lo que nos permite actuar e incidir en temas fundados en los derechos y libertades humanas, la equidad social y la igualdad de oportunidades, ejerciendo una irrestricta vocación de servicio para propender a elevar los niveles de prosperidad, humanizando y transformando nuestra sociedad.
Ximena Cabrera, directora Escuela de Desarrollo Social AIEP