Más de 60 réplicas siguieron al sismo de mediana magnitud con epicentro en Huasco
TEMBLORES. Hasta las 20 horas de ayer, 65 eventos en total tuvieron epicentro al suroeste de la comuna. Geólogos hicieron un llamado a la calma y apelaron a la "cultura sísmica".
Desde la noche del sábado que la comuna de Huasco no ha dejado de sacudirse, y es que desde el movimiento telúrico de las 21:01 horas del mencionado día, han ocurrido una seguidilla de sismos. De hecho, según información publicada en la página web del Centro Sismológico Nacional (CSN), más de 60 réplicas han tenido lugar al suroeste de la comuna puerto.
En detalle, a los sismos de mediana intensidad percibidos en la noche del sábado - de magnitud 5.9 en la escala richter cuyo epicentro fue localizado 50 kilómetros al suroeste de Huasco y el 5.8 de las 21:29 horas, que tuvo epicentro 49 kilómetros también al suroeste de Huasco - han ocurrido en total, hasta las 20 horas de ayer, 65 réplicas.
Las réplicas de mayor magnitud superaron los 4 grados richter, más no llegaron a los 5 grados. En detalle, a las 11:05 horas de ayer hubo un sismo 4.6 Richter 49 kilómetros al suroeste de Huasco, luego, a las 11:57 se registró un sismo 4.3 grados richter 44 kilómetros al suroeste De Huasco y después, a las 19:40 horas ocurrió otro temblor de 4.4 richter 43 kilómetros al suroeste de Huasco.
En conversación con El Diario de Atacama, dos geólogos efectuaron un llamado a la calma a la población, toda vez que este tipo de eventos son normales. No obstante, por ser Chile un país sísmico, la población debe estar preparada de todos modos. Más una zona como Atacama, que posee de por sí una "cultura sísmica".
Seguidilla de sismos
Consultado sobre el motivo por el cual se dio esta seguidilla de temblores, el geólogo y académico de la UDA, Juan Salvador Campos, explicó que "lo que pasa es que pueden darse situaciones distintas en el subsuelo, una puede ser que se libere una gran cantidad de energía y cree un sismo muy grande, y la otra puede ser que sean sismos de mediana magnitud que se van presentando en un orden secuencial y en un orden de tiempo. Entonces, al parecer es la opción dos, es la opción en la cual un sismo de mediana magnitud se ha presentado en el transcurso del tiempo".
Campos agregó que "estas réplicas pueden darse en un periodo de tiempo muy cambiante, no es un periodo de tiempo exacto". En ese contexto, el geólogo de la UDA fue claro en recalcar que los sismos "no se pueden predecir y tampoco se pueden evitar, puede darse una situación como la de Iquique, que ocurrió una serie de sismos anteriores y después ocurrió inmediatamente uno de mayor magnitud, así que esto es muy variable. En el fondo, para nosotros que estamos dentro de un entorno, es preferible tener varios sismos de menor magnitud que tener uno solo que genere una gran destrucción", aunque "no se tiene consenso en el mundo científico", acotó.
El fantasma de 1922
Cada vez que ocurre un evento como la seguidilla de sismos en la comuna de Huasco, reflota la noción de lo que ocurrió hace casi 100 años en la comuna de Copiapó, donde un terremoto de 8.5 grados richter causó una gran destrucción, de hecho, está inserto en la memoria colectiva que se espera un sismo de gran magnitud en la zona.
En ese contexto, José González-Álfaro, geólogo de proyectos y candidato a doctor en Ciencias de la Universidad de Chile, fue enfático en declarar que "la respuesta científica es no sabemos, no se sabe porque los sismos y terremotos no se pueden predecir, pero al menos sabemos en el registro histórico, que se ha dado previo al terremoto principal, tanto el de 1819 como el de 1922 han ocurrido eventos previos de menor magnitud que pueden gatillar un evento mayor".
González-Álfaro, sobre la seguidilla de sismos en Huasco, señaló que "sabemos que estas secuencias no terminan en un terremoto mayor. Las probabilidades que ocurra un terremoto mayor, son mínimas, pero puede ocurrir, por eso hay que estar preparados".
En esa misma línea el candidato a doctor de la U. de Chile reiteró que "la gente tiene que tener tranquilidad y acostumbrarse a esos procesos, estamos en uno de los países más sísmicos del mundo y hay que estar preparados".
A renglón seguido, González-Álfaro comentó una particularidad propia de Atacama. "Debe haber mucha boca a boca, mucha historia oral entre los mismos abuelitos que se lo contaron sus papás, eso se va a transmitiendo de generación en generación y queda en el colectivo esto que está temblando y quizá venga algo más fuerte (en alusión al terremoto de 1922)", aunque esto lo ve buenos ojos, dado que "el relato histórico que se transmite de generación en generación ayuda a generar cultura sísmica", argumentó.
Atacama, zona sísmica
El 10 de noviembre de 1922 un terremoto que se ha estimado en magnitud 8.5 azotó Copiapó, pero el efecto más devastador tuvo lugar en las zonas costeras de Atacama y Coquimbo, con un tsunami destructor que tuvo olas de hasta 9 metros.
El 11 de abril de 1819 hubo un terremoto que se ha estimado en magnitud 8.5 en Copiapó, el cual vino precedido de precursores, los que iniciaron el 3 de abril, días más tarde, el 7 de abril, hubo un sismo de magnitud 7 y el 11 tuvo lugar el sismo principal. Los antecedentes del sismo de 1819 y 1922 fueron aportados por González-Álfaro.