La difícil democracia
Claro que es difícil y complejo gobernar la democracia, entendiendo que es el gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo, como se enseñaba en la educación chilena hasta los años setenta, en la emblemática asignatura de Educación Cívica, que nadie ha explicado claramente porqué desapareció de la instrucción nacional.
Demostraciones erráticas sobre ello se aprecian de esas imágenes que emergen de las sesiones del parlamento en la discusión de proyectos que, se supone, son vitales para la sociedad chilena.
Un caso es la discusión sobre el tercer 10% de retiro de los fondos de pensiones que los ciudadanos exigen, no obstante el serio problema que habrá en el futuro con la inexistencia de recursos para una jubilación de todas formas mediocre.
Parlamentarios no ejercen su derecho a la exposición oral sobre diferentes materias en los años de presencia en el congreso, pero ahora exigían hacer uso de la palabra, como intento reivindicatorio de esa alternativa que viene de los griegos. Ese deseo surgió cuando captaron que más personas de lo usual podrían interesarse en lo que ellos pensaran, transformándose todo en una especie de farándula democrática que se rubricó con lienzos y algarabía cuando estimaron que el Pueblo los observaba.
Muchos posaron ante las cámaras televisivas con el puño arriba sin saber cómo se empuñaba la mano porque jamás lo habían intentado antes.
Otras, más audaces y desconocedoras del ridículo, se desplazaron corriendo por la sala como engendros de un filme donde predominan los orcos.
Todas esas manifestaciones del parlamento tienen utilidad, no obstante, porque los electores deben transformarse en sicoanalistas para saber porquien votar, teniendo en sus manos la ficha clínica de quienes postulan al congreso a ejercer una de las manifestaciones de la democracia.
Es sintomático lo que ocurre ya que todo se desarticula con el derecho del Ejecutivo de recurrir al Tribunal Constitucional que tiene prerrogativas más allá de eso "del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo". Cinco personas tienen más poderes que todos los dioses del Olimpo, lo que jamás pensaron los ya citados griegos, los denominados "Padres de la Democracia".
Amplios sectores de la comunidad democrática están pidiendo un tributo a las empresas que explotan cobre y litio, para poder solventar apoyos más certeros a los ciudadanos que sufren la pandemia económica. Pero los gremios empresariales mineros han advertido que faenas mineras podrían paralizar si se aprueba ese 3%, intentando esas minorías recomendar al Ejecutivo cómo y qué hacer con los recursos estatales administrados por el gobierno.
La democracia es compleja aplicarla cuando los aparentes demócratas olvidan cuál es la esencia de ese concepto que se torna difícil en ámbitos donde se intenta descubrir interpretaciones que solamente desean desvíos del camino amplio, certero y vinculante que tiene para todos los ciudadanos.
Todo lo demás son pequeños Caballos de Troya que intentan vulnerar la convivencia de una comunidad que solamente quiere respeto por lo que ha costado tanto restablecer.
Osman Cortés Argandoña
Crecimiento
Recientemente, Sebastián Claro comentaba críticamente la desafección, especialmente entre los chilenos más jóvenes, con el crecimiento económico.
El crecimiento económico bajo ninguna forma es un objetivo que pueda renunciarse, especialmente en un país con el grado de desarrollo como el nuestro. Desde lo político, la República Popular China no lo hizo (socialismo con características chinas), mientras que Cuba lo viene haciendo desde 1959. Hacer la comparación entre ambas naciones resulta dolorosa, al menos en lo que respecta a estándares de vida mínimos.
El crecimiento está lejos de ser un imperativo de ganancia a toda costa. Esa caricatura penetra en las percepciones y da paso a una sumatoria de axiomas y creencias distorsionadas. Sin crecimiento no llegaremos al desarrollo, el cual concita un conjunto de desafíos que debemos sortear para enfrentar de mejor forma la cuarta revolución industrial. Sin subirnos al carro del progreso tecnológico, al menos en lo que respecta a nuestras ventajas comparativas, seguiremos con una economía que crece poco y que alimente frustración. Ese círculo vicioso solo aumentará la incertidumbre y minará el ambiente propicio para la inversión. El crecimiento es siempre una conversación digna de retomar y reforzar.
Camilo Barría-Rodríguez
Cuidado
Se acuerda usted, de un concurso de TV de cantantes nacionales, llamado el "Rojo Vip", en donde hubo de todo, menos música, porque para tener más rating, empezaron a revisar las vidas de cada uno de los participantes, para que fluyera todo, y vaya si fluyó, terminaron en la justicia y el programa, pasó a mejor vida...
Deben tener cuidado en el programa "Yo soy", en donde se deslizó, que al parecer, uno de los participantes, puede, podría ser hijo de quien está precisamente imitando...
Luis Soler